Repertorio Americano 22 77 Ahora, que calza mi planta ligera cargada de prodigios: un perfume y la hace tangible al vestirla de una la sandalia viva de la primavera.
de heno al atardecer en los caminos sensación; hiere los sentidos, apro.
Ahora que en unis labios repica la risa abiertos y solos.
xima un término de comparación que como una campana sacudida aprisa.
Salvo dos a tres poemas de fuente la precisa y robustece, sacude la fa.
a la vista circunstancial o retrospec. cultad de evocar y da vida entonces Después. jah, yo sé tiva, todo en Raíz salvaje responde a con doble fuerza al pensamiento abs.
que ya nada de eso más tarde tendré!
esta nueva modalidad de la insigne tracto en el espíritu, Los sentidos Que entonces inútil será tu deseo Ibarbourou. este nuevo tono de su serán siempre puertas obligadas, las como ofrenda puesta sobre un mausoleo. poesía adquiere una cúspide pubzante sensaciones, llaves de esas puertas ¡Tomame ahora que aún es temprano de tristeza, franca de confesión tran. reales del alma. Sólo el adjetivo y el y que tengo rica de nardos la mano!
sida y reveladora de un devenir acaso verbo enérgicos y sorpresivos, que próximo, en Una voz. La cito por concretan sintéticamente, matizan y Hoy, y no más tarde, Antes que anochezca que, a más de significativa y de ser una relacionan el substantivo abstracto y se vuelva mustia la corola fresca.
de las más bellas y de mayor energía sugiriendo» la imagen sensorial, pue.
Hoy, y no mañana. Oh amante. no ves poética del libro, marca un camino de den reemplazar, y eu, ciertos casos que la enredadera crecerá ciprés?
simplificación de la artista en la forma con ventaja de concisión y elegancia. externa de su verso: al símil o vehículo impresionador.
Basta. verdad?
Quedé así rendido a la artista de Sí, basta. La sensualidad de Juana «Yo no sé qué alma sola Rafz salvaje un aplauso por su maes.
de Ibarboutou se opone a la lujuria, va cantando ese tango por la calle.
Debe ser algun alma, tría. La moderación literaria de estos que es vicio; completa y enaltece el así como la mía, nuevos versos suyos resulta aunque amor, que es virtud. así, tiene la loca y reconcentrada, creo que algunos lo dudarán tan efi.
inocepte gracia del oro de una espiga ardorosa y hurafia.
madura y caliente sobre el oro de los He hundido la cabeza entre las manos.
caz como sus fuegos apteriores: y, por El cantor invisible afiadidura, dan a. su lírica entonación bucles de una virgen piña.
se alejó por la calle grave y tranquila que la enaltece.
Mirando hacia el origen de esta ex.
blanda de pastos viejos.
No insistimos en otros aspectos de celsitud, daremos con la razón de su dentro de las cuatro paredes de mi cuarto evolución formal revelados en este saludable limpieza. La poetisa misma, me he quedado soñando.
volumen con relación a Las lenguas todavía hoy, cuando años de vida me Por un montón de noches de diamante, como la rima asobantada tropolitana la han «tornado tristopa y ya tengo соmраiero. y a veces rehuída. Anotemos, sí, que pausada. nos lo dice; todas las virtudes esenciales de la No se puede soñar más transparen. Soy la misma muchacha salvaje poesía anterior subsisten. La adjeti.
que hace años trajiste a tu lado, cia di más simplicidad para herirnos vación es siempre llena de poder evola fibra de lo recóndito y vago que hay cativo y de novedad, guardando su Vivo de sus campiñas del Cerro en nuestras ansias imprecisables du. dosificación equilibrada en honor al Largo, verdeantes de trébol y musgo rante la soledad. Frente a estos mila.
buen gusto. La sentimentalidad apa.
las plantas, las mejillas mieladas de gros es cuando el encaoto genio se rece siempre, plena y raramente femesol, tintos de moras los labios y la ca. hace palpable. Habíamos sido, en nina. La transparencia del verso, su bellera esponjada de viento. hoy se cien poemas, fascinados por la artífi. tersura de lago, la rusticidad del imdeclara la misma. Si, la misma. Sólo ce, por la riqueza, la nitidez y la ade. pulso, en fin, ennoblecida por el dop que antes volaba jubilosa su canción cuación exacta de sus imágenes, así de la forma fina, todo permanece. y ahora la sentimos entristecer, empa. como por la perfecta armonía de sus además, hay una de filosofía leve de parse de nostalgia. Habremos de totales de composición. Nunca esta hechicera feminidad, como en Cenizas, lamentar el cambio? Aquella fiesta sencillez descalza de todos los artifi. Noche de lluvia. TAh, revisando el dionisiaca, sojuzgadoramente alegre. cios y los recursos había colmado libro, como provoca transcribir! Olor salvaje y luminosa hasta cegar, vol nuestro asombro.
frutal, Melancolia, Sol fuerte, Estío, cada para mayor bien en versos de Pues bien, con ello venimos a tocar Los pinos, La tarde, La higuera.
una gracia pagana y una emotividad el quid de la renovación manifestada página a página, todo el volumen.
irresistible, llegaba ayer al amargo hoy, en cuanto a la forma externa, Pero escribo para el periódico.
corazón de la ciudad como al cami. por la gran lírica.
Sin embargo, para concluir, y por.
nante el refresco de esas frutas que la Creo. vislumbrar lo que sucede. que advierto haber callado sobre el reciben en la fronda sombría, tras el También yo vivo hastiado de litera. sentimiento del paisaje, que Juana de cansancio arrastrado por la llanada tismo, y me parece distinguir, princi. Ibarbourou posee en grado. excepcio.
polvorienta. En tanto que hoy nos palmente en el lirismo brillante y ea pal, agregaremos este soneto impeca.
afirmará Desde el fondo del alma me la rima ostentosa, causas de esta espe ble y espléndido de luz, aire y color: sube un sabor de pitanga a los labios. cie de páusea espiritual, sus horas amables se nos revelarán La continencia lírica exige, no obs.
LA PESCA siempre por la gama de los sauces, tapte, gran justeza de medida. Juana La espuma me salpica como un rocío blanco las retamas y los ríos, sus terpuras de Ibarbourou ha triunfado en su es y el viento me enmaraña el cabello en la temblarán atin al ritmo de los follajes fuerzo porque ha equilibrado la poda. frente.
vivos y al chico vendedor de naranjas pero es muy fácil tronchar la vid. No mi espalda está el verde respaldo del barranco le detendrá para contarle cómo ella se debe prescindir en absoluto de la y a mis pies el gran río de elástica corriente.
también trepó a los árboles y cómo imagen, por ejemplo. Las ideas abs Rumores de la selva y rezongos del agua. paranjitas pequeñas y verdes, siendo tractas, los sentimientos en su des tal como una lepra sobre el dorso del río, nifia, ephebraba en collares. pero nudez original, no llegan a quien la mancha oblonga y negra que pinta la toda esta fruición sonará como año deseamos comunicarnos si no los ha.
ſpiragua en la fresca penumbra del recodo sombrío.
rada, y el rayo flamígero que nos pe. cemos entrar por alguno de los sen. No medito, no sueño, no anhelo, estoy ligera netraba jubilosamente se teñirá con tidos. La imagen, que en horas de de todo pensamiento y de toda quimera.
la luz amatista de la melancolía. Una hastío literario se nos figura upa mu.
Soy en este momento la hembra primitiva atenta sólo al grave problema de su cena, melancolía, sin embargo, bella, como leta, compone más bien una mitolo.
y vigilo glotona, con un ansia instintiva, Una pena amada, levemente llorosa y gía que encarna o materializa la idea el corcho que se mece sobre el agua serena. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica