348 Repertorio Americano pertenecen al período de Lisboa. versos de una galante.
ría preciosa, glosando los motes de las veladas de los palacios de la Ribera, en que las damas 800 tratadas con cortesano espeto y en que se nombran a veces a las per.
sonas que los inspiraras. y las que pertenecen al tiempo de Coimbra, de una encantadora y mas libre facilidad, lirismo dulce y malicioso en que continúa el fresco sabor de los cantares viejos. Pues. qué es el célebre Villancele de Leonor sino el pequeño y adorable poema de la muchacha coimbricepse, cuyo gracioso traje Camoens describe con tanta gracia y a cuya airosa figura ni siquiera le falta aquella cántara esbelta? Es el pequeño y adorable poema de todas las mo.
chachas hermosas y no seguras. las cuales, como esa linda Leonor quinientista que Luis de Camoens cantó, dejan siempre en la saudade de los que como él pabaron por aquí, algún recuerdo lleno de simpatía, un eco de voz cantado o usa sombra de suave perfil: Descalça vai para a fonte Leonor pola verdura; Vai fermosa, e não segura.
de Camoens solicitó tomar parte en la expedición daval con que Juan III auxilió al emperador Carlos con.
tra el gran corsario Barbarroja, contando el poeta en ese tiempo apenas once años de edad.
En la ipfascia o en la adolescencia de los grandes hombres, cuántas veces aparecen estos tiernos y oscuros maestros espirituales, en muchos casos hasta de condición humilde y por eso mismo más tocante.
ILo que no debía Garrete, por ejemplo, a su vieja ama Brígida, que le contaba de niño los cuentos de cera una vezi y le recitaba las baladas del Romancero, virtuosa depositaria del tesoro de las tradiciones populares o hada disfrazada de aya de poeta, y de cuya influencia remota y viva vino a brotar nuestro Romanticismo!
Macho había Camoens de teper debido a la influencia de un como Bento, cuya personalidad nos deja adivipar, a través de la distancia, una naturaleza ardiente contenida en los límites de una orden monástica, un alma de caballero encerrada en el cuerpo de un cano.
pigo reglar. tanto es así, que la leyenda se apoderó de su figura, poetizándola heroicamente, cuando nos refiere que él acostumbraba a rezar delante del túmulo del rey Alfonso Henriques. Cuenta un viejo agiologio que estando, pues, cierto día recitando algunas devociones delante del sepulcro del Santo Rey, Alfonso Henri.
ques se le apareció glorioso, dándole las gracias por cuán excelentemente se había portado en el cargo. Estas felicitaciones del primer monarca al antiguo Cancelario de la Universidad no son, como a algunos les podría parecer, una cosa cómica, por la simple razón de que son una cosa poética y con el alto valor de revelarnos que el monje Bento era por su naturaleza propio para ser poetizado por la tradición que lo dio como cumplimentado por la sombra gótica del guerrero.
Para que la poesía invente, e propósito de una persona, que ella fué complimentada por el Sapto Rey Afonso Henriqueo, es, antes de nada, preciso que esa persona sea un poeta o un héroe; y, en efecto, no me consta que en los últimos tiempos pingún Cancelario de la Universidad, hubiese recibido los parabienes del rey. Entonces, en esta florida tierra, alegre, fresca y serena, como el dice de Coimbra en una canción que de aquí a poco recordaré, entre los nobles consejos de su tío, los estudios de Aris.
tóteles, las largas lecturas en la librería de Santa Cruz y el cortilegio del paisaje, Camoens escribe sus primeros versos. Entre ellos figura una elegía que celebra el Vier.
Des de Pasión, elegia timidamente compuesta, que debe haber sido su primer ensayo importante, precedida de un Boneto de dedicatoria a Bepto de Camoeps, y en la cual se encuentren estos tercetos dedicados. Jesucristo: Leva na cabeça o pote, o testo nas mãos de prata, cinta de fina escarlata, Bainho de chamalote; traz a vasquinha de cote, Mais branca que a deve pura; Val fermosa, e não segura.
En otra canción que debe ser de la misma época, Ca.
moens celebra a Leonor llorona: Na fonte está Leonor lavando a talha e chorando, a amigas perguntando. Viste 16 o meu amor? probablemente coimbricense es también está canción linda leve en su ritmo de danza: Menina dos olhos verdes, por que me pao vedes?
Blles verdes Bao, e têmpor sanca na côr esperança e das obras não.
Vogea condição nao de olhos verdes porque me nio vedes.
Recebe, pao da vida, este pequeno sacrificio de mim, sombra escrito de hum alto freixo deste valle ameno.
Eda me tanta graça e tanto esprito para que sempre louve, qual espero, o teu saber profundo e infinito.
Tomara ser Virgilio ou ser Homero, somente no saber, que foi divino. Tomara ser Virgilio ou ser Homero. escribe Ca.
moens antes de los diez y ocho años; y este verso vos st.
giere que desde su primera mocedad, por aquí mismo, a la orilla de este río, el poeta pensó en la Epopeya. Pero las poesías de Camoens, de su tiempo de Coimbra, que más nos interesan, son sus redondillas de enamorado, versos de muchacho, canciones de estudiante. En las re.
dopdillas de Camoens se distinguen con facilidad las que Estos y otros versos de Camoeps exhalan el perfume de sa mocedad en estos lugares vivida; y cuántas veces lo hablan de afligir saudades de ellos en sus cruceros y destierros de Africa y del Oriente. Luego, su genio de poeta aquí desarrollado mereció la admircción más viva por parte de sus camaradas y de sus maestros, porque el mozo fué el escolar a quien incumbi6 escribir un acto para una de las representaciones dramáticas que en la Universidad se hacían en ocasión de las fiestas religiosas, conforme a la usanza de todas las Universidades de Eu.
ropa. Coimbra tenía ya la honra de haber asistido a bellas, veladas de teatro cuando Gil Vicente hiciera representar a Juan III, estando este rey (en la suya muy hoprada, noble y siempre muy leal ciudad de Coimbra. en 1527, entre otras comedias, la de la Devisa da Cidade, represen. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica