296 Repertorio Americano ¿En la blanda querella de qué río lejano ta vago azul de estrella humedeció mi mano?
La política italo americana La misión extraordinaria del hono¿En qué día de oro descubrí tu latido, verso leal tesoro pequeño y conmovido?
MUSICA GRIS Gris en perla de la sala, Presencia oscura de un piano.
Sobre el silencio, resbala tímidamente, una mano.
Es una música vieja y nueva por olvidadaque ríe, no dice nada y, sin embargo, se aqueja.
La música preferida por la mujer que adoramos cuando cantaba la vida daban olor los ramos.
Tórnase a ver el camino: con noble mirar de ensueño: y vuelve a brotar un trino claro, sí, mas tan pequeño. Ah lo que el dolor musita de raro en la perla claral Tanta tristeza infinita!
Tanto afán. Si se expresara!
cosas. Se ha dado cuenta de que las rable Giuriati, así como la próxima repúblicas que desigoan con su ri.
visita del príncipe Humberto de Sabo. queza y con su progreso la civiliza.
ya, denancias en el Gobierno italiano ción de la América del Sur, y que por un concepto nuevo de las relaciones tantos motivos se ligan al interés di.
con los países latidos de América. Sin verso de los núcleos centrales de la duda, el jefe del Gabinete, Sr. Musso cultura y de la economía de Europa, lidi, ha comprendido la necesidad de no debían apreciarse con un sentisubstraer esas relaciones a su antiguamiento artificialmente jerárquico y rutina, para vitalizarlas con expresio burocrático, según lo hacen algunos Des de una significación excepcional, Gobiernos, sino con la convicción de a fin de que el creciente acercamiento, que se está en presencia de familias, siempre deseado, se acentúe con más nacionales que han logrado ya una fuerza.
personalidad vigorosa y de que colaLas circunstancias creadas por la boran en las actividades del mundo posterioridad de la guerra han puesto de con una coherencia cada vez más bon.
relieve la gravitación que han adqui. da y cada vez más decisiva. Al dar rido los pueblos de esta parte del con las corrientes de convivencia un im.
tinente en el vasto intercambio mun pulso poderoso, prueba el sefior Mus.
dial, y han revelado, también, de que solipi que aborda ese problema con es menester considerarlos con un cri. ideas que han de traducirse rápidaterio distinto del que ha predominado mente en notorios beneficios. si hasta ahora. Las viejas y grandes po. este juicio y esta actitud se fundan tencias de Europa solían y aun sue. en una verdad general en lo que res.
len aplicar a la diplomacia americana pecta a los países americanos, lo es un sentido puramente tradicional, mucho más en lo que se relaciona con que no excluye en este caso un vago el nuestro. La Argentina ha vivido, dejo despectivo que apenas eptibia la desde la etapa inicial de su existen.
estricta uniformidad del procedimiento cia de Nación, en una armonía copsprotocolar. Asociábase a ese manteni. tante con el espíritu italiano. Sin miento mecánico de vinculación un abandonarse a influencias excluyentes, espíritu de inocultable indiferencia. di coastreñir la formación de su moda.
La guerra ha demostrado a los direc. lidad a tipos restringidos, sido cedientores de esas potencias la gravedad de do en esto a la espoutaneidad ecléctica su error. En efecto, las Repúblicas de que define su fodole, el pueblo argen.
más fisonomía y volumen de América tino ha acogido al hombre de Italia desempeñaron, durante el proceso trá. con una cordialidad que fué, desde gico, un papel primordial de provee luego, un estímulo cálido para deterdores, y su apoyo moral cobró una minar la venida de las densas masas importancia cuya medida se diseño en inmigratorias. De esta manera, el el mismo interés demostrado para ob. concurso italiano tuvo entre nosotros tenerlo. Sin embargo, la enseñanza de un valor constructivo que se refleja ese período lúgubre de la historia, así en las apariencias del adelanto alcan.
como las comprobaciones concloyentes zado. Italia, a su vez, encontró aquí que le siguieron, no han influído de las ventajas que buscan, dentro de las un modo equivalente en los rumbos de condiciones inmediatas de comodidad la política europea. El Sr. Mussolini, y de acceso, los pueblos sobreabun.
que tiene una visión tan individual dantes para los cuales la desconges.
de las cuestiones públicas, se ha pro tión producida por la emigración puesto reaccionar contra esa inercia, representa un deseo máximo. Esta y nos ofrece, con los actos de aproxi doble situación señala indudablemente mación a que nos referimos, la pers. a uno y otro Gobierno la oportunidad pectiva de un programa renovador: de una política que se aparte de los con ella señala el comienzo de una fríos cánones observados hasta hoy y orientación más elevada y más clara, se manifieste en algo que responda que abarca, en su profundidad y en su más concretamente, en lo sentimental amplitud, las conveniencias reciprocas y en lo material, a los factores que de Daciones destinadas a com pepe. intervienen como fodices permanentes trarse espontáneamente por la predi. de esa vinculación. lección de su simpatia.
La diplomacia que auspicia el Go.
No podía suceder de otro modo. Lo bierno de Italia tiende a exteriorizarse que caracteriza, precisamente, la sin. en una forma más calurosa y persua.
gular eficiencia del señor Mussolini. siva, digna de esa fraternidad que se sin que ello importe juzgarlo bajo viene cimentando desde hace tanto aspectos que no nos correspondees tiempo por obra material de aquella su aguda. concepción práctica de las (Pasa a la página 300. Be de noche y hay pereza de reanudar lo vivido.
Una romanza que empieza, otra que borró el olvido, y esta, que, la tarde aquella, abierta quedo en el piano como esperando una mano que arrancase su querella: partitura silenciosa crepúsculo en el marfil oro lento de una rosa caída sobre el atril.
Música interior que ata un río de perlas finas, como la luna de plata, en la noche, las colinas.
Musica gris, mar en calma.
Menos que armonía, aroma; buaye aspiración del alma que en llanto de estrella asoma.
Un resplandor en la sala y, en el resplandor, un piano.
Sobre el silencio, resbala Do vista, leve una mano.
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