283441 Repertorio Americano des y nos da luz eléctrica, calor para sirven muy bien de soportes, con la deros encantos de la flora nacional, las cocinas y fuerza para los tranvías ventaja de que pueden dejarse a la La conservación de estas plantas se y pequeños talleres. Hay que tener en intemperie durante la estación lluviosa verifica por el nacimiento de un rizo.
cuenta siempre que la hulla blanca es y meterlos en las habitaciones cuando ma puevo al pie de cada seudobulbo una de las riquezas nacionales que están florecidas las plantas, llenando después de la florescencia; más tarde, debemos conservar como un tesoro así de manera eficaz su objeto deco las flores se transforman en cápsulas inagotable, vedado para muchos pue. rativo.
oblongas, estriadas longitudinalmente, blos de cultura superior.
Pocas son las plantas de este orden las cuales se abren en cuanto estáu Debido a la influencia de jardineros que permiten colocarse en macetas secas, dejando escapar centenares de y botánicos, se conoce con el nombre con tierra, como se acostumbra ha semillas pequeñitas que el viento se vulgar de tricopilea la Trichopilea sua.
vis, de ancho bulbo, hoja grande, inflorescencia colgante o lateral, con tres y cuatro flores en cada ramo, sépalos y pétalos de un blanco ligeramente encarnado, con el limbo grande, de bordes crespos, color de rosa, ondula.
dos, y el labelo salpicado de castaño rojizo; es sumamente fragante y florece en la vertiente del Atlántico hacia el final de la estación seca, como si las reservas acumuladas en la estación lluviosa fueran especialmente hechas para los rigores del estío.
Pocas plantas responden como las orquídeas al tratamiento cuidadoso: con aire, agua y luz tienen bastante para vivir y florecer, siempre que se tenga un conocimiento exacto del sitio donde cada especie prospera en su estado nativo.
Atadas con alambre a un tronco de poró, de metro y medio de altura, se tiene la ventaja de que ambas plantas Trichopilea suavis crecen al aire libre, sin mayores aten.
ciones, dándonos sus ramos de fores cerlo con las begonias. Algupas sopor encarga de esparcir sobre la corteza año tras año.
tan los rayos del sol, como la guaria húmeda de los árboles.
Cuando se quieren te. morada, y otras prefieren la sombra, Imaginaos un bulbito de medio cen ner en los corredores de como la tricopilea; por lo cual deben tímetro, con dos hojitas casi el doble las casas, deben insta. conocerse bien las condiciones del am.
en tamaño, saliendo de su base y una larse en canastas de biente propicio a cada especie, si se tercera terminal, y tendréis una or madera, colocando aden. quiere tener éxito en el cultivo de quídea completa agarrándose con te, tro carbón vegetal, pa. estas joyas preciosas del mundo ve. pacidad a la rama del árbol protector; los medio podridos, ase.
getal.
luego un ramo de tres flores graciosas, rrín y musgo, para que Todo el afán que se ponga en el que exigen el auxilio de una lente las raíces tengan donde cultivo de estas plantas estará bien para contemplar sus preciosos detalles, agarrarse fácilmente, so. recompensado, cuando se contemplan y al cabo de algunas semanas tres bre una esponja artifi. las raicesitas verdes salir a tientas cápsulas de semillas, todo lo cual en, cial saturada de hume. buscando su apoyo sobre el musgo, trará, sin deformarse, en una caja de dad. Este sistema re. abrazar con amor las reglas de la ca. fósforos. Esos son los deleites gratui: quiere un riego frecuen pastilla, echar por las repdijas nuevos tos que proporciona la uraleza y te, porque las plantas brotes, hojas y flores perfumadas, que que hacen amables todos los instantes quedan privadas de la llepap el alma de satisfacción, para de la vida.
lluvia y su estado de quien ha plantado las matas con la El estudio científico de las plantas suspensión seca las ca. propia mano. La idea del cautivo desse hace por los botánicos sobre ejem.
pastas en corto tiempo. aparece, sustituida por la del huér.
plares secos, que han perdido su coloEn los invernaderos se fano a quien se tiende la mano con ración natural y los atractivos de la acostumbra colocar las cariño y protección.
vida, fuera del ambiente de su bosque orquídeas en lebrillos de Colocada Costa Rica en la garganta nativo o bajo el techo de los inverna.
arcilla cocida, porosos, del Continente Americano su flora es deros, donde la luz, el calor y la hu.
con varios agujeros en numerosa y variada, de acuerdo con la medad del aire son artificiales. iCuán el fondo y un drepaje diversidad de alturas sobre el nivel diferentes aparecen las orquídeas en perfecto de trozos de del mar, sus costas en ambos oceános la montaña vírgen, con sus hojas ver: madera y musgo, para y dos vertientes opuestas en lo que se des y ramos de colores variados, cuyos que retengan la hume. refiere a la humedad del aire; así tene. matices cambian a los rayos del sol!
dad en las raíces y no se mos en el país más de la quinta parte Bajo cultivo, al aire libre, son estas formen depósitos de de las orquídeas del mundo, o sea plantas objeto de gusto delicado y agua perjudiciales a las al rededor de mil especies; la gran material de estudio inapreciable para plantas.
mayoría de apariencia modesta, pero la ciencia y el arte.
Trozos de madera o otras son de tamaño notable, matices helechos arborescentes delicados, fragantes y bellas, verdaANASTASIO ALFARO ADA eri. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica