220 Repertorio Americano. escogió él mismo cara para el General Sucre y sello Los intereses de la guerra arrancaron pronto al para el Coronel irlandés: la suerte favoreció al Gejoven General de los encantos de sus incipientes amoneral res con Pepita Gainza. Seguramente la fresca sonrisa de tan linda muchacha fue un lenitivo del abatimiento que al guerrero hubo de sobrevenirle cuando, después de su derrota de Huachi, volvió a Guayaquil, El Marqués de Solanda había muerto en Quito el tal vez el encanto de aquella mujer le infundió de Agosto de 1823. Sucre, resuelto a casarse con luego nuevos y mayores brios para reemprender la la Marquesita heredera, escribió a Pepita Gainza su campaña y obtener mayores glorias que ofren resolución. La noble niña, a quien, sin duda, el desdarla.
engaño arrancó amargas lágrimas, fué lo suficienteMas el refrán dice, y es lo cierto. Matrimonio mente noble para dar una, sublime prueba de su y mortaja, del Cielo bajans. Este comenzado idilio entre abnegación: contestó a Sucre que remitía a la Marun General de 26 años y una candorosa niña de 16 quesita de Solanda las medallas que había guardado no debía tener el término feliz que ambos soñaron desde la noche del baile.
en una perfumada y exquisita noche tropical.
Libre ya de su compromiso, Sucre envió desde la Victorioso en Pichincha el 24 de Mayo de 1822, ciudad de la Paz los poderes suficientes a su gran al día siguiente, a las de la tarde, entraba el Ge amigo quiteño el Coronel Don Vicente Aguirre y neral Sucre en la ciudad de Quito. Aquella misma Mendoza, para que, en su nombre, contrajese el matarde, recibía la visita del viejo Marqués de Villarro trimonio pactado con Doña Mariana Carcelén y cha y de Solanda, antiguo adalid de nuestras liberLarrea.
tades, que venía a felicitarle por el esplendoroso Recibido este documento, El Coronel Aguirre se triunfo.
apresuró en dar los pasos conducentes a la celebraA la mañana siguiente volvió el Marqués y, que ción de la boda. Evacuadas las diligencias de la riendo dar al héroe una prueba de su alto aprecio, información de soltería en que fueron testigos el Geinvitóle amable a que se dignara visitar su casa para neral de Brigada Don Tomás de Heres, el Coronel presentarle a su familia. Aceptó el General, fijando Don Carlos Eloy Demarquet, Ędecán de Su Excelenel domingo siguiente para cumplir la grata obliga el Libertador, y el Coronel Cervellón Urvina, Cirución. En esa visita que, por ser la primera, fué corta, jano Mayor del Ejército, la boda se celebró en Quito, conoció el General Sucre a la Marquesa y sus tres el 20 de Abril de 1828, cuando había apenas 48 hohijas: Doña Mariana. Doña María y Doña Josefa ras que el Gran Mariscal de Ayacucho fuera herido Carcelén y Larrea.
en Chuquisaca, a consecuencia de la conjuración que, Gratamente impresionado quedo Sucre de la be. en aquella ciudad, estalló el 18 de Abril al amanelleza de la primogénita Doña Mariana, acentuándose cer. Fueron padridos de la boda dos grandes amigos más y más cada día esta impresión grata con el del General Sucre y de Bolívar, los Marqueses de trato de la heredera del mayorazgo de Šolanda. San José, Don Manuel de Larrea y Jijón y Doña Rosa Poco después marchaba el General Sucre a someCarrión y Velasco.
ter a los rebeldes y empecinados pastusos. Vencidos Sucre vivió con su esposa apenas once meses: éstos, volvió a Quito, de donde en breve hubo de habiendo llegado a Quito el 30 de Setiembre de 1828, partir al Perú para coronar su gloria en Ayacucho, partió para la campaña de Tarqui a fines de Enero saludando el primero la libertad del Continente. siguiente; volvió a reunirse con la Marquesa a meEl prestigio, la gloria, las excepcionales cualidades diados de 1829, y estuvo con ella hasta Diciembre, del primer Teniente de Bolívar, lo llevaron a consti en que se separó para asistir a las sesiones del Contuir en el Alto Perú la República de Bolivia, a re greso Admirable. su vuelta fué vilmente asesinado, girla y gobernarla.
en las montañas de Berruecos.
La Marquesa de Solanda tuvo, según tradición Unico fruto de su matrimonio, fué Teresa, nacida legada por Conor, otro pretendiente: el apuesto el 10 de Julio de 1829 y fallecida el 15 de NoviemCoronel irlandés Arturo Sandes. Cuéntase que cierta bre de 1831.
noche de 1824, en una posada de Huamachuco, Sandes y. Conor bebían, añorando las brumas de Albión, unas copas de Ron de Jamaica, cuando entró el General Sucre, para anunciarles que estaba pronto Joven y cargado de gloria, natural era que el amor a partir para Quito un expreso, y decirles que, si le sonrierà a su paso. Fruto de fugaces devaneos alguna carta tenían que, enviar, aprovecharan del durante su estadía en Guayaquil, fue una niña cuya suerte no me ha sido posible averiguar. Sé sólo que Como se mentara a Quito, y no dejara Sucre de existió, por la siguiente carta, dirigida desde Bolivia, apoyar un tanto el tono, contestándole Sandes no por el General Sucre, al amigo de sus confianzas en tener carta que enviar, vino, entre camaradas, la franca Quito, el Coronel Don Vicente Aguirre. Dice asi. Ocexplicación: Dos valerosos Jefes pretendían a una tubre 11. Mi querido Coronel Aguirre: en una carmisma mujer. Quién se la llevaría?
tica que le escribí de Oruro, dije a Ud. que en GuaHabiendo hecha donación entera de su sangre a yaquil tengo una niñita, que sea o no mia, su madre la causa de la Libertad, no podían derramarla por lo decía así, y he llegado a creerlo. Su madre, Tootra. Así, decidieron, dice Conor, confiar a la suerte masa Bravo, ha muerto, según me han escrito de su destino. Conor propuso echar al aire un peso y Guayaquil, y la chiquita. que se llama Simona) no correo. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica