140 Repertorio Americano 66. El alma de Judas con callada harida la sonante muela, los ángeles rubios con claror astral.
Tras, tras, el borrico sigue su camino.
ig qué remembranzas va dejando en pos!
Contaba mi abuela, con su hablar capsino, que era así, como éste, de manso, el pollino que adoro en las pajas al Infante Dios.
Anochece. Suenan los bronces lejanos.
imolipera blanca, de blancor de luna!
Tras, tras. y por verte pabar, tus hermanos los astros, entreabren, piadosos y humanos, sus ojitos dulces de niños de cuna.
Tras, tras, y mirando, blancura divina, entre las estrellas la lupa sin velo, piensa el rucio. Dios me valga, vecina. quién será el que muele tanta rubia harina con la muela blanca que está allá, en el cielo. GUERRA JUNQUEIRO (Los Singkes, trad.
de B, Marquina. Refieren añejas crónicas que el apóstol que vendió a Cristo echó, después de su delito, cuentas consigo mis.
mo, y vio que el mejor modo de saldarlas era arrojar las treinta monedas y hacer zapatetas, convertido en racimo de árbol.
Realizó su suicidio, sin escribir antes, como hogafio se estila, epístola de despedida, y su alma se estuvo horas y horas tocando a las puertas del purgatorio, donde por más empefios que hizo se negaron a darle posada.
Otro tanto le sucedió en el infierno, y desesperada y tiritando de frío regresó al mundo buscando donde alber.
garse.
Acertó a pasar por casualidad un tsurero, de cuyo cuerpo hacía tiempo que había emigrado el alma caosada de soportar picardías, y la de Judas dijo: aqui que no peco y se aposentó en la humanidad del avaro. Desde entonces se dice que los usureros tienen alma de Judas, RICARDO PALMA (Tradiciones por manas. 65. Solidaridad 67. La lluvia Dispone Cristo que el que tenga dos túnicas regale Nonia le gustan mucho los días hermosos. Si por una al que no posea ninguna, y a sa pesar repara cuán ella fuera, no llovería nunca. Pero, es que Nonia es muy enorme es la desigualdad. No aciertas tú a ir vestido sino pequefia aún y no comprende lo necesaria que es la llu.
de seda, en tanto a otro le falta hasta un retazo de esta via. El agua hace crecer el trigo con el que se elabora el meña para cubrir su desnudez; encontrando ásperas y pan, y convierte en frutos jugosos las florecitas del pa.
groseras para ti las pieles de carnero, de oveja o de cor. ranjo, del durazpero, del peral y de los demás árboles dero, te abrigas con las más figas de ciervo, de leopardo frutales. Además, hace brotar y mantiene verde la hierba o de outria del Ponto, en tanto tu prójimo se estremece. de los campos con lo que las vacas pueden producir la de frío, encogido hasta mitad de cuerpo por los rigores leche, sin la cual tomaríamos el café negro y no se harſan del invierno. Tú, agobiado de oro y pedrería, coo acodi. postres de crema. Si faltara el agua, nos moriríamos to.
rás, ni con un real, a salvar la vida del pecesitado? ti, dos: quizás no existiría el mundo. si existiera, Iqué por razón de la hartura, te enojan y provocan a vómito mundo tao triste había de ser, sin plantas, sin pájaros, los capones, perdices y demás manjares igualmente cos. sin ríos, sin gente, sobre todo sin gente bonita: pues la tosos y delicados, mientras que tu hermano, desfallecido limpieza nos hace agradables y hasta hermosos.
e inválido, no halla para aplacar su hambre y la de su Queridos niños: amad mucho al agua, que es tan útil, infeliz mujer y de sus hijuelos pi siquiera un pan de sal. tan fresca, tan captarioa. Así que Nopia sea más creci.
vado, inferior en calidad al que tú destinas a los perros. dita, comprenderá también lo necesaria que es, y cuando Encuentras angostas para ti viviendas tan espaciosas que haya sequía tendrá vivos deseos de que vengan a cumplir habrían bastado a aposentar comitivas de los antiguos su obligación las nubes llamadas nimbos, que son las que reyes y tu pobre hermano no tiene donde recogerse a traed la lluvia, descansar durante la noche y vives sin temor de que algún día puedan lanzarte al rostro aquellas severas palaJUANA DE IBARBOUROU (Ejemplario. bres del Evangelio. Hijo, tú recibiste ya tu parte de bienes en esta vida. En verdad que del mismo modo que es vergonzosa cosa que un padre de familia deje a alguno de los suyos sufrir hambre o desnudez o el sonrojo de la miseria y vileza del vestido en el seno de la opulencia de su casa, no es conveniente que en ciudad rica toleren sus magistrados que ciudadano aiguno sea maltratado de la mise.
ria y de la hambre.
No es tolerable en ciudad alguna cristiana y oi aun en las de los gentiles donde se viva conforme a humanas costumbres, que en tanto unos nadan en la abundancia, gastando miles y miles en construir uo sepulcro, una to.
rre o un bastimento, atil sólo a su vanidad, o en banque.
tes y otras ostentaciones, peligre por falta de 50 o de 100 florines la salud y aun la vida de un hombre de bien y que un pobre padre de familia se vea tristemente forzado a desamparar a su mujer y a 809 tiernos hijos.
JUAN LUIS VIVES (Dastino Cerecede: Lecturas dericolau.
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