Individualism

Repertorio Americano 115 do, en cada artista, como el del amor; así, también, rarán los fenómenos más fecundos de la educación argencomo cada ser que ama engendra otro ser, con caracteres tina. Puesto que es aquí donde iremos conformando a comunes a todos los de su especie, pero individualmente questra imperativa norma de belleza, la libertad, la verdistinto de cualquier otro, cada artista crea una obra sin. dad, la bondad. Qué valdrían la libertad grosera, la gular que jamás podrá repetirse. El don del arte es una verdad odiosa por amarga, la bondad sin encanto? Nues.
excelencia nativa completamente individual; y con esto, tra ventura consiste en quererlas floridas de gentileza, fatalmente aristocrática. Mas, la superioridad de las civi. de dulzura y de gracia. Que nuestro propio oro de gastar lizaciones de belleza está en que, así, resultan goberna se parezca más, por la elegancia del cafio, a una medalla das por los mejores aristocratas. Aquellos por las cuales que a una moneda. Que nuestro trigal sonría en la sociereporta un goce la ineluctable jerarquía.
dad de la amapola vagabunda. Que en nuestro pozo acá entro ya de prisa a formular las consecuencias cante la roldana en vez de chirriar, y en cuestro alero se definitivas, para lo cual me transcribiré con brevedad, hospede la golondrina.
conceptuando vanagloria el ponerlo en otras palabras. Sefiores: Para todo buen ciudadano, el porvenir de la Siendo los sistemas religiosos, filosóficos y morales Patria es más importante que su pasado y su presente.
formalas de conformidad con la vida, han menester de Así la vida se le hermosea de valerosa conformidad, por principios en qué asentarse.
lo mismo que no ha de verlo. En esta eterna construc.
Para las razas de belleza, dichos principios consisten ción, de la cual somos jornaleros transeuntes, va vincu. en las obras de arte, que una vez realizadas vienen a lándonos a cada generación la adaraja de la muralla in.
constituir seres eternos, quienes gozan de la inmortali. conclusa. Quedamos, así, viviendo por nuestro esfuerzo dad, que es la verdadera vida. Al propio tiempo, como en la Patria viviente. Lo mejor de nuestro ser perma.
la obra de arte es un fenómeno personalísimo, un eogen. Dece, de esta suerte, inmortal, en el sillar que lebramos, dro tan individual como el de un hijo de carne y hueso. Lo único insignificante es la muerte, que nos releva im.
el individualismo de aquellas razas nace de suyo, al re. popiéndonos en el reposo la nobleza de la serenidad, y sultar el estado superior para el hombre.
en el olvido la belleza espiritual de las sombras largas.
Las razas de verdad aspiran también a la constancia La fortaleza de la gente greco. latina consiste en la y permanencia de sus principios; pues la conformidad indiferencia de la muerte. Como que la muerte es pega.
con la vida es un estado dichoso que el hombre desea ción, y toda negación es mengua. La afirmación de vivir conservar eternamente. Pero como las verdades de la en belleza, practicando la vida como un arte, para que observación y de la experiencia son mudables por su lo. 80 actividad sea on encanto, define el objeto de la vida dole, aquellas razas han menester de otras distintas que por el ejercicio feliz de la vida misma. Este es, en suma, vienen a ser los dogmas; y para que duren indefinida. el resultado estético más alto; y por no haberlo entendido mente, si es posible, necesitan asimismo sustraerlas al así fracasa el cristianismo tras dos mil afios de heroica imperio de la razón: con lo que resultan afirmaciones abnegación.
cuyo análisis es imposible o peligroso. Al propio tiempo, Sea, entonces, Atena, la patrona de todo esfuerzo átil como la permanencia de afirmaciones semejantes depende embellecido por el arte, quien proteja con su gracia pues.
del acatamiento que se les preste, sometiéndose a ellas, tra esperanza y nuestro amor. Pongamos a su amparo en puesto que comprenderla, no es posible, su aceptación estado de hermosura puestras almas, dichosas de vivir colectiva viene a constituir un caso de obediencia imper. el instante fugitivo, como el soplo pasajero canta en la sonal, y el colectivismo es eu consecuencia.
La accción exterior o irradiante de una y otras con.
que bajo sus ojos azules cuya mirada es el mismo siste para las primeras en la influencia espiritual, y para cielo que embandera la Patria, tome buen viento nuestra las segundas en la conquista material. Aquéllas influyen vela y de buen rinde nuestra cantera de mármol.
por medio de la simpatía, éstas por medio del terror. Le razón de la actividad humana es para las unas el encanto LEOPOLDO LUGONES.
y para las otras el provecho. Aquellas preferirían la libertad defectuosa y difícil, Estas las comodidades que suministra el despotismo (1. Revista de Filosofia El encanto de la vida, al hacer de ella una obra de arte, impone la norma de belleza a todo lo que con ella CULTURA, CIENCIAS, EDUCACIÓN se relaciona o la constituye. Así, desde en la palabra y en la actitud, hasta en el mueble ordinario y en el atensilio casero del griego antiguo.
Publicación bimestral dirigida por La vitalidad más persistente, el encanto predominante y la mayor paturalidad de su constitución, hacen que JOSE INGENIEROS y ANÍBAL PONCE nuestra civilización sea la mejor, sin duda; y por su fina lidad dichosa, la única que tal vez merece este nombre. Aparece en volumenes de 150 a 200 páge.
No quiero decir, por ello, perfecta. Somos mejores, pero no irreprochables. nuestras cualidades, corres.
ponden defectos notorios: el excesivo temor al ridículo, Estudia problemas de cultura superior e ideas la tendencia a la molicie, la inconstancia en la acción, la generales que excedan los límites de cada especiafalta de respeto a la verdad.
lización científica.
El estudio de un carácter cualquiera comprende las cualidades y los defectos que lo forman.
No he querido hacer la apología del puestro, sino Suscripción anual: 10 moneda argentina determinar por dicha índole, cómo es que la fundación Exterior, oro.
de una Escuela de Bellas Artes en esta Vuiversidad ar.
gentina, constituye un acto de gran trascendencia pa.
triótica, un verdadero acontecimiento nacional. Si hemos Redacción y Administración de inferirlo por la peculiaridad dominante, aquí prospe.
Belgrano 475 BUENOS AIRES (1) Lagones, La Furiesta Helena, págs. 20, 21 y 23. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica