Repertorio Americano 203 1. entretenerse fieramente en los torneos. Pan ha muerto, y Hasta el Papado tiene su parte aquí, pues que no an.
su flauta encantada es sustituida por el bandolío con que daban reñidas la cruz y la espada, antes bien, a menudo el pajecillo amante sabe enternecer el corazón de las alti. juntas en la obra no siempre cristiana de convencer al vas castellapas.
prójimo. León X, Inocente XI, upen sus nombres a Falta ya lo divino, pero es sustituido con lo heroico, restos de armaduras, y, especialmente, Julio III, del que y hay cierta grandeza en estas salas, en que parece agi queda este casco usado por uno de sus guardias, y que tarse el espíritu extracto de los siglos.
tuvo el honor de ser dibujado por Miguel Angel.
Ved, para empezar, este alfanje maravilloso del afio Oh, seducción honda de esta evocación romántica!
1688, que los sultanes magoſficos llevaron al cinto du. Estos nombres heroicos, símbolos de nobleza, de bizarría rapte sus reipados de las mil y una noches. Fué adquirido y de fé. Loreuas, Borbones, Médicis, Essex, Alba, de Mahomed Su empuñadura, y la guarda de la afi. Condé. Lises de Francia, leones iberos, estandartes glo.
lada hoja, están consteladas de brillantes y esmeraldas; riosos, que duermen su sueño de olvido ante los ojos ya sabéis: brillantes, esto es, rayog de sol, y esmeraldas, inexpresivos de los visitantes anónimos.
que tienen la virtud de ahuyentar los genios malignos y Ved este hall central, en donde caballeros y corceles de fortalecer la vista. Tales son los secretos que los ma. parecen a prestarse a cruzada santa o al torneo profano; gos dan al muy poderoso Soldán, y a buen seguro Sala. campeones mostrando los diversos estilos, italianos, ale dino fía en ellos tanto como en la fuerza conocida de su manes, ingleses, españoles, al aire el penacho airoso, brazo.
presta la lanza en el brazo fuerte, esperan que un invisi.
Oh, este refinamiento asiático, que hace de los pufia. ble mariscal pronuncie el Laissez aller! que habrá de les y de las cimitarras una obra delicada del más exqui. arrojarlos impetuosos unos contra otros.
sito arte! En cierto modo, la muerte se embellece así, en el centro, como bravo paladín de este grupo se.
producida por gemas tan claras como el fulgor del día, lecto, la armadura dorada y un hermoso caballo, recuer: tan rojas como la sangre que derraman.
dan a Monsieur Jacques Gourdon de Genouilhac, minisVed, armas del Japón, de la China, de la Persia fabu. tro de finanzas de Luis XII, que no desdeña, probable.
losa. Los dragones tienen cierta vida las hojas de los mente, defender su presupuesto armado de panta en sables, y bus garras proptas a herir, tal vez Balíao del blanco.
acero para ayudar en la obra devastadora.
Contemplad esta media armadura del Gran Capitán Hay un buen hombre, empleado del Museo, limpiando don Gonzalo, cuyo solo nombre hace desfallecer el cora.
los cristales de las vitrinas en que estas preciosidades se zón del moro; este corselete de Luis XV, y su casco con exhiben, y se me antoja que al conjuro de estas cosa en.
un dragón dorado, emblema impío por su orientalismo tre las que vive, cobra su apariencia algo de heroico tam.
para un príncipe cristiano. Contemplad allá aquella tebién, como si el recuerdo de las tragedias en que fueron rrible armadura germana, con una máscara grotesca, que, parte estas armas pudiese llegar hasta su mente burguesa al peosar de la ingenuida sajona, ha de desanimar a y tranquila de honrado padre de familia.
enemigo. Y, por fin, admirad estas lapzas tremendas, que se me Ved esta otra sala, donde desde los viejos lienzos tofiguran digaas del brazo flaco y del corazón invencible de davía os retan, o miran sus lanzas y espadas, como ve.
mi señor Don Quijote.
lándolas para una nueva ceremonia de caballería, los Otras cosas notables son, entre muchas: algunos tapi.
grandes duques de Toscana, Fernando y Cosme Segundos, ces antiguos, con escenas de guerra; estandartes de diver.
el viejo Alejandro Farnesio, el ipfante Fernando de Es.
sas procedencias, y numerosos y bellos ejemplares de paſa, gobernador de los Países Bajos, y algunos otros espaelas, frenos y demás artefactos relacionados con esta caballeros desconocidos, sección.
He aquí al Conde de Essex, y a un caballero de la Or.
den de Malta. Én sus miradas parece brillar la nostalgia Es unas vitrinas pequeñas, se exhiben varios orna.
mentos: aquí hay pequeños escudos, con arrogantes divi.
de aquellos tiempos de galantería y de fe, en que se ma.
sas ya casi borradas por el tiempo, y que pertenecieron a taba o moria bravamente por una dama más o menos Príncipes de Castilla y de León, a los nobles caballeros esquiva. tal vez menos que más.
Rojas, Quifiones, aragoneses; al Conde de Luna, leonés. En las vitrinas, con riguroso orden cronológico, admi: al famoso Príncipe Negro, inglés, que en la literatura bri.
ráis las armas indias, persas, japonesas, griegas, romanas, tánica es un héroe de legenda; y al Papa Juan XXIII, las de la Europa medioeval. Algunas piezas notables, cuyo cargo de amante pastor de la grey de la Madre Igle.
atribuidas con dudosa autoridad a personajes famosos: sia no le impedía, como veis, quebrar su lanza de cuando ved, una pieza del gelmo de Juana de Arco, el casco pre. en cuando.
cioso de Cosme II de Toscana, el de Enrique II de Fran. También hay en estas salas algunas pistolas, arcabucia. Yo acepto sin discusión que fueron de ellos, porque ces, cañones primitivos, etc. pero esto no despierta tanto esto añade belleza a los aceros.
mi ioterés, porque ya concluye lo heroico: la matapza se Contemplad las espadas milanesas, en que los príoci. hace ahora desde lejos, con más seguridad, y la guerra pes amantes de la guerra tanto como del arte probaron la no tiene la belleza, y tal vez disculpa, del mutuo pefuerza de sus brazos, cansados de rendir duquesas; ved, ligro.
un casco hecho por Felipe de Negroli para Francisco I, Para terminar, anoto lo siguiente: un libro aptiquí: con el cual tal vez estuvo en Pavía; ved, unos guanteletes simo, con reglas para todo lo relativo a jinetes y caballos, del May Ilustre don Felipe II, que quizá cubrieron sus esto es, el modo de armarse, de colocar cada objeto, etc. manos unidas para la oración en El Escorial; ved su ar. unos cuerpos de marfil, algunos arcos de lujo, ao cuadro madura completa, ricamente labrada; ved, el yelmo de de autor desconocido, francés del siglo xvi, represen.
Luis XIII, y una espada del bravo y caballeroso Enri. tando a Jesús con la cruz a cuestas, y en el que los solda.
que IV, que pensará de seguro que París bien vale apa dos romanos aparecen vestidos y armados a la usadza de misa, pero es bueno asistir a ella con esta leal y filosa la Edad Media; las armas del Rey Don Pedro II de Por: smiga al cinto. Ved los guanteletes de Carlos V, que se tugal, varias espadas finas, de empuñaduras labradas y los quita para componer sus relojes en Yaste, y más allá, adornadas con piedras preciosas, y una especie de camamedia armadura del Duque de Alba, que evoca con 841 rfa pequefio, tal vez para uoa lámpara, con las armas de nombre la turbulenta Flandes en donde comenzará a de. la Francia de los Luises, y uno como estandarte con el clipar el sol.
águila dual de los Hapsburgos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica