Socialism

Repertorio Americano 303 La zona de silencio INDUDABLEMENTE la abolición de la esclavitud, iniciaba un cuerda el caso histórico de Waterloo?
En 1896 y principios de 1897, fuimos Pi y convenio con los Estados Unidos sobre la El general Grouchy. no llegó a tiemMargall y sus discípulos perseguidos por la base de considerar a España como Nación po; no acudió con sus refuerzos, como «patriotería, que gritaba en pro de la lucha americana y, en tal concepto, aplicándole la estaba previsto, hacia el lugar donde basta consumir el último hombres y la doctrina de Monroe.
tropaban los cañones, y los granaderos cultima peseta. Un episodio de entonces Quien desee conocer todavía mejor el épicos de la guardia napoleópica su: me inspiró el cuento Paluchero, que publi criterio de Pi sobre hispano americanismo, cumbieron entre la artillería inglesa y qué en El Nuevo Régimen, fundado por que lea su Historia de América (1878. el los sables prusianos. Por qué? Quizás, Francisco y dirigido en la actualidad por último parágrafo del programa de 22 de sugiere Nordmann, porque Grouchy su hijo Joaquín.
junio de 1894 y toda la colección de discurse detuvo, despistado, en una zona sos y artículos, plenos de alusiones y de de silencio.
Con un solo detalle puede juzgarse el pensaniientos referentes a la comunidad Esta teoría de las zonas de silencio pensamiento de Pi y Margall sobre el his espiritual de España y América.
tiene su aplicación, no sólo en la at.
pano americanismo. Siendo presidente de la mósfera física, sino también, acaso, en República Española en 1873, al mismo tiemJOSÉ DEL PALACIO el ambiente espiritual de la Psicología po que definía su programa comenzando por (La Nación, Buenos Aires. y de la Historia. Los grandes hechos humanos apasionan y entusiasman muchas veces a los contemporáneos; REFLEXIONES LECTURAS sufren, después, una reacción de desdéo, y reciben, por fin, la consagra.
ción gloriosa de la posteridad. Qué escritor, qué artista, qué nombre in.
signe no ha pasado por la zona de silencio? También la tienen las ideas.
un cierto resur linita, hasta veinte toneladas de una Hay, para ellas, un momento difícil, gir empieza a manifestarse a través vez, y se han estudiado, por medio de en el que ya no son nuevas y aún no de toda Europa. Los escuchas del aparatos colocados en distintas esta son antiguas; 10 son ya sorprendentes espíritu lo perciben. Laborismo en ciones y puestos de observación, la y todavía no son venerables; no gozan Inglaterra, que ha dado a la Gran propagación de las ondas y otros efec. pi del encanto de la modernidad ni Bretaña el Gobierno más avanzado y tos físicos de las detonaciones formi.
del prestigio del clasicismo. Los hom.
más intelectual de estos últimos tiem. dables, así como también, mediante bres sólo ven bien lo que está muy pos. Otro Gabinete socialista en Di. la colocación de perros u otros anima. próximo a su corazón o lo que con.
namarca. Al frente de las izquierdas, les cerca del foco explosivo, los tras. templan desde muy lejos, serenamenvencedoras en Francia, Herriot dirige tornos producidos en el sistema ner. te, con una perspectiva de siglos. Los al público alemán del Vorwaerts pa vioso y en el organismo entero. El clarines de la Fama dejan de oirse labras de reconciliación y de concor. ruido de esas explosiones de la Cour también, transitoriamente, en la zona dia, como, desde hace diez años, no tine se oyó hasta en Inglaterra y en de silencio del mundo moral.
habían sonado en los ambientes go Austria.
Como si saliera de una zona de silen.
bernamentales de la vieja República. Pero lo más sugestivo es el estudio cio, el idealismo humano balbucea due.
Hasta Mussolini quiere preparar sui de la zona de silencio. Cuando ocurre vamente. Los principios de libertad, evolución. Ha aumentado en pocos una explosión, en efecto, perciben de justicia, de paz, en nombre de los meses la fuerza moral de la Sociedad el ruido, no sólo los que están situa. cuales se ganó la guerra, quedaron, de las Naciones. Sobre el desorden dos en lugares próximos, sino, en luego, aletargados en una Europa económico y la oleada materialista y ocasiones, los que se hallan a cente. desangrada y famélica, fatigada y exy utilitaria, vuelven a interesar un nares de kilómetros. Sin embargo, a tenuada. Pero ahora. Diríase que poco las ideas. Las bellas letras re. lo que parece, hay, entre aquellos y ahora, débilmente aún, emergiendo de nacen; la Ciencia pura apasiona; hay, éstos, entre el centro de la explosión y una zona de silencio, vuelve a oir el de nuevo, un lugar en las almas para los parajes lejanos, ciertas zonas in espíritu humano, con nuevas resonanlas inquietudes desinteresadas, para termedias. zonas de silencio. en las cias, la voz que le empujaba hacia ade.
el arte sin precio, el amor sin egoísmo, cuales la detonación no se oye.
lante, hacia arriba, confiando en sí la libre religiosidad, las preguntas sin Así aconteció. recuerda en Le mismo, sin volver la vista atrás, an.
respuesta.
Matin el astrónomo Charles Nord. sioso de alcanzar, colectivamente, su ¿Qué ocurre, pues? Ocurre, proba. mann en las erupciones volcánicas emancipación, su plenitud, entre los blemente, que salimos ya de una zona del Japón, en la explosión de 1908 en dolores y las bellezas de la vida.
de silencios. los escuchas del espí. el ferrocarril de la Jungfrau, en la de ritu vuelven a oir el rumor de la Ho. 1912 en Wiener Neustadt. El bom.
LUIS DE ZULUETA maoidad en marcha, en marcha hacia bardeo de Amberes se oyó hasta unos (La Libertad. Madrid. un ideal. Pero esto de las zonas de cien kilómetros de la ciudad; más silencio requiere antes una somera allá, nada se percibía la zona de explicación.
silencio; pero luego, rebasados los EL CONVIVIO de los Niños En el campamento de la Courtine, ciento cincuenta kilómetros, volvía a junto a Clermont Ferrant, en Fran. oirse el distante estallido de las gra. Cuentos a Sonny. Por Santiago Pe.
rez Triana. 25 arom cia, se han realizado estos días intere. Dadas.
Tardes de Invierno. Por Piy santes experimentos científicos. Se Se ha comprobado, en las guerras Margall. 25 trata de comprobar e investigar diver. modernas el caso de una división del Florilegio. Por diversos autores. 25 Los Cuentos de milia Panchita. Por 809 fenómenos acústicos, atmosféri. ejército que avanza al oir el cañón Carnu ura. Edición aumentada. 50 cos, biológicos que se venían obser lejano; retrocede, después, por haber Pasteur. Por Gaston Laurent. 30 Cuentos Viejos. Por Maria de No.
vando, muy imperfectamente, con dejado de advertirlo, y lo oye de nue. 40 motivo de las grandes explosiones. Para vo cuando ya está regresando a su El Delfin de Corubici. Visión do Nicoya antes de la conquista eg.
ello, se han hecho estallar, a horas base. El cafioneo, en realidad, no se Dadola. Por Anastasio Alfaro. 50 prefijadas, enormes cantidades de me. habla interrumpido. Quién no requera. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica