Repertorio Americano 257 Esperanza Iris: un boleto dos cuesta un peso, entramos; al principio nos es difícil saborear el espectáculo; pron.
to nos acostumbramos a aquellos cuer.
pos sudorosos, fatigados, insensibles; que, a fuerza de cansancio, mienten una original danza clásica. Nos pa.
rece que ya todos van a caer extenua.
dos y, en seguida, nosotros, como los demás, establecemos diferencias de ardor entre ellos, y, sio saber por qué, cuando menos lo esperamos, aplaudi.
mos a upos, siseamos a otros, y mu.
chos sienten deseos de bailar hasta la muerte. El interés crece cuando al.
guien nos informa que algunos de los dapżarines llevan más de veinte y cuarenta horas de estar a merced de una orquesta inagotable. resistiráv diez más. ese alguien, dulcificando retadora, irónica, placenteramete, una sonrisa, en tanto se afirma en asu paraguas de sedas cautelosas. nos pro.
nostica que hasta diez más, veinte, treinta, cuarenta. Una señora, que observa a su derecha, exclama escan.
dalizada. Son unos salvajes. Con todo, el espectáculo la retiene ciento veinte minutos más después de la in.
terjección.
No es fácil comprender a estos es.
pectadores: todos comentan la barbaridad del acto y todos asisten a él; quien por curiosidad, quien por estu.
dio, quien por matar el tiempo. Se va por algo, eso sí. El pretexto es puente que elude cualquier foso.
Realmente, la curiosidad es el pri. Qué es el baile de San Vito, papa. Una enfermedad.
mer síntoma de irritación prehistórica. el baile de resistencia?
antes de entrar en el patio, no damos Una estupidez, crédito a que haya quién baile más de cincuenta horas sin parar. Después, do sabemos qué sutiles e impalpables pañía de bailes rusos, de unos coros propios ojos, de si, en efecto, aun persuasiones nos conservan largo tiem: ukrapianos, han llevado alguna vez a danzaba; y como ella fueron muchos po dentro del recinto: ces la exaltación todo Méjico. Ld piensa coomigo y muchas, muchas veces, desembol.
a que se abandona gran parte de pú ella que con la novedad se corren dos sando muchos pesos.
blico, esa exigente exaltación que suertes, la de insistir en la asistencia Eso sí, mi distinguida amiga do ondulaba como un mar en las grade y la de no volver, según se haya uno debe molestarse, porque si conveni.
rias romanas, apagando el choque de impresionado? iOh, sí. y ella misma, mos en que es ese up acto de salvajis.
las armas gladiadoras, y que, mucho por no decir todos, se ha interesado mo, hay seres menos civilizados que después, ha estado teptada de pedir la por saber quiénes siguen bailando, nosotros: la muerte del torero en vez del toro y mañana y tarde va a los pizarrones, y Quienes luchan por el campeonato; jamás en solicitar el indulto de la fiera? cuando creyó imposible que el número los que están bailapdo desde hace se. Es el desfallecimiento en que, a poco, 27 llevaba ya cincuenta y siete horas, senta horas.
entran los concursantes, con sus ros.
hubo una prolongación sonriente en tros pálidos y descompuestos, sus pier.
sus labios, de irresistencia, y fué a MANUEL SEGURA Das flaqueantes y movidas sólo por la convencerse. no a deleitarse. por sus México, 10 de junio de 1923.
costumbre mecánica del ejercicio, ta.
les cosas, muchas veces, para caer como muertos por un rayo. Es que. ese afán cotidiano de enterarnos pri.
mero del crimen anunciado a grandes títulos en los diarios, pecesita, impres.
cindiblemente, de una oportunidad, ELIXIR ANTIPALÚDICO para derramarse a todo gusto?
VERMÍFUGO. Vea usted, me replica una seño.
INYECCIÓN ANTIGONORREICA rita de ojos pelancólicamente negros y a quien no le place estar incluída en tal apreciación, es la novedad del espectáculo lo que lleva tanta gente. SAN JOSE COSTA RICA Pero qué, cla novedad de una com. Excelsior. México, D, Por GARCÍA CABRAL. BOTICA ESPAÑOLA.
ASTOR. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica