Repertorio Americano 176 127 Letras hispano americanas que impregnan sus obras con ese preservativo milenario llamado por Höff.
diog el grande humor (1. En su análi.
sis del estado de espíritu así designado, Un humorista sudamericano el filósofo dinamarqués establece que el grande humor no es una disposición la mórbida preocupación de Flaubert, de ánimo transitoria, sino el resultado gentino de buen nombre en la de ocultar la personalidad, tentativa de un concepto general de la existen.
Preosa bonaerense, acaba de publicar frustrada en el autor de éducation cia, El hombre no es humorista a un volumen de cuentos cortos, bajo el sentimentale o de Trois contes, porque ratos y ocasionalmente: lo es, si acaso, título de Tres relatos porteños. Es el lector percibe el esfuerzo de desper porque lo lleva en su sangre y en su un libro netamente americano, y por sonalización en tamaño temperamento; temperamento. El escritor que es bu: su forma y contenido, saludablemente ni es tampoco la aristocrática y un morista de grande estilo en una de sus original. Su americanismo resalta en tanto iosincera actitud de Prospero obras, deja ver en todas ellas el rastro la gran capacidad observadora de su Meriwée, cuyo empeño parecía cifrarse de esa piadosa manera de contemplar autor. Siempre fué mérito sobresalien. en no hacer al público partícipe de los el mundo. El humorismo de Shakes.
te de la novela americana, desde Ino sentimientos más íntimos del autor, peare es perceptible así en Hamlet, en cencia y María basta Chanaan y Frui esfuerzo inútil también, porque es no: las comedias donde figura Falstaff y tos de mi tierra, la verdad con que en torio que en cuanto ponenios la pluma en. Lo que tú quieras, como en sus.
ella está vertido el ambiente dertro del sobre el papel, aunque sea para dis poemas y sonetos. Cervantes es humo.
cual se mueven los personajes. Gran frazar la verdad, a sabiendas estamos rista es el Quijote y en las Novelas virtud es la imaginación e imprescin. eötregándole, al que sepa de veras leer, Ejemplares, sin dejar de serlo en El dible compañera del novelista; pero parte más o menos copsiderable de Viaje del Parnaso y en los prólogos y muy ocasionada a tropiezos como po nuestro ser espiritual. Así dice Bran. dedicatorias a que era tan efecto. Las le preste su apoyo upa visión directa des en su introducción a la vida de injurias de. Avellaneda no le hacen y minuciosa de las cosas exteriores. Shakespeare, que un autor se pone salir de quicio: a ellas cootesta con el Cuando hablo de la visión minucio.
todo en sus libros y que si no logra. sano espíritu del hombre que ha aco.
sa de los objetos, no quiero dar a en nas llegar a conocerlo en su completa modado su vida a una poción general tender que sea el Sr. Cancela un des florescencia leyendo esa obra, la culpa de las cosas. Ni siquiera la emulación criptor prolijo a la manera de los está en que son limitadas nuestras que le inspiraban los triunfos de Lope naturalistas franceses y del lamentado facultades de interpretación.
de Vega le hicieron perder, la ecuani Marcel Proust. El autor de los Tres Arturo Cancela no podría, aunque midad cuando hacía alusión en sus relatos porteños posee más bien la ir: lo pretendiese, echar un velo sobre sus obras al Fénix de los Ingenios, ál tud eminentemente artística de sor. propios sentimientos. Me parece que amonstruo de la paturaleza. prender en el hombre o en el paisaje upa de las características de su ingenio La burla y el sarcasmo, la sátira el etalle característico, por medio del es una vasta onda de piedad que en.
intencionada, son el resultado de esta.
cual quedan los personajes o los aspec. vuelve a los hombres, a los animales dos de espíritu transitorios. Los graptos de la naturaleza grabados indele y se extiende generosamente a las des satíricos suelen acabar por ser blemente y con adecuada suficiencia cosas inanimadas. Su exhibición de místicos o historiadores complacientes en el ánimo del lector. El arte descrip. Jaś miserias burocráticas está embelle del despotismo. La misma ironía, was tivo no ha de ser una violenta acumu. cida por un sentimiento de copmisera. Duradera y proveniente de un estado lación de detalles, sino un procedi. ción para con las flaquezas de la especie general más arraigado en el alma miento de eliminación, en que la humana. La imbecilidad característic humana, vo corresponde a lo que llapupila del artista conserva sólo lo ca del sabio especialista, gérero Dr.
ma Höffding un Total folelse, o en el esencial, el rasgo que ilumina toda una Herrlin, es objeto de las mismas tervocabulario menos preciso de Ribot, fisonomía, que encarna el significado nuras que la especie leporidea, contra una pasión, en contraste con la mera de un suceso y puede llegar, según la la cual va armado en guerra un repreemoción. Por esto no van c! asificados felicidad de la escogencia, a señalar el septante de la ciencia europea, prolos escritores satíricos como Larra, ni rumbo de una vida.
Gucto curioso de un ambiente sevil, los irónistas a la manera de Heine Es, además, el Sr. Cancela, un na. así como el conejo es el brote de una entre los maestros del humorismo.
rrador cautivante. Desaparecen su plu naturaleza exuberante y generosa.
Hay en el sarcasmo de estos escritores ma y su persona en los Tres rclatos Esta piedad y simpatía que se ad.
algo extremadamente personal, un re.
como si las arrebatara el torrepte cris. vierten en el fondo de la obra de Can.
talino de la narración. Hay recodos en cela, le ponen al lado de los escritores (1) Harald Höffding. Den store Humir.
esta corriente, y nos detenemos en humoristas propiamente dichos, de los Kjobeobayn, MCMXVI.
ellos con visible complacencia, dándo.
les gracias a los hados benéficos por habernos puesto en contacto con up talento literario que no tiene la obse.
sión de lo rectilíneo, oi se ha dejado dominar tampoco por las tiránicas imposiciones de la simetría. El autor desaparece de tal manera, que al lector ELIXIR ANTIPALÚDICO no le queda la desagradable impresión VÆRMÍFUGO de que están contándole un cuento, sino la suave conciencia de que lo está INYECCIÓN ANTIGONORRÉICA inventando él mismo. El eclipse del autor en el libro del Sr. Cancela no es SAN JOSE COSTA RICA (1) Arturo Carcela. Tres relatos porteños, Buenos Aires, 1922. BOTICA ESPAÑOLA Preparaciones ASTOR. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica