156 Repertorio Americano igualdad los que venimus discutiendo. puestas? permitirselo el decoro, po devociones más raras que registra la este respecto tiene la palabra el por: dejarían prenda sobre sí que no arroja. historia, manteniéndose siempre en venir. Lo que nos impulsa a una ar ran a sus favoritos en señal de aplauso abnegado retraimiento, impulsando su diente, casi a uga airada protesta, tras o descontento. No negadios que los labor desde la sombra, trabajando por larga e ignomioiosa pasividad, es el toreros y los boxeadores reciban, como él, cuidando de su reputación y de su Pererne y deliberado error de los hom. ellos mismios alardean ante quienes los gloria con una celosa inquietud de bres que nos siguen atribuyendo hoy interrogan para los periódicos, desque. madre amapte. Para citar un hecho como ayer, una ipferioridad mezquida, las perfumadas por ceptenares. Pero reciente, valga el de Einsteio que, en hija de vicios pequeños, de adefecti. seguramente no son taotas, y perfu París, se vió acosado de mujeres.
lloso sin importancia, de pueriles ini. madas con Agua de Florida, no pro. Ridículo. No, de pipgún modo.
quidades.
vienen de condesas, duguesas o damas Ciertamente que acaso en su totalidad Existen vicios que, aunque anejos de estimación, sind de modestas mu. no alcaozaron siquiera a vislumbrar con más frecuencia al temperamento jeres que entre los hombres que las su genio, pero le veneraron porque lo de los hombres, son considerados como rodean, no han visto por dentro di por sintieron grande, propios y exclusivos de la mujer, ine fuera pada mejor que el traje de luces. ejemplos parecidos se repiten a vitables en ella casi por ley biológica. Por el contrario, no resulta arduo pro diario, no con genios, claro está, ya De esa manera todas deben ser for. bar cuán afectas son las mujeres a que el genio es flor rarísima que no se zosamepte parlanchidas, curiosas, em prodigar su admiración al genio y aún cultiva en todos los climas, pero sí busteras, avaras, falsas, imprudentes, al talento, por feas, que sean las cabe. con hombres de talento a quienes indiscretas, peligrosas y, por último, zas donde se albergan.
siempre ama alguna mujer silenciosaenemigas declaradas, de toda paz y Los poetas tienen admiradoras pu. mente, con el espíritu de rodillas, con concierto.
merosas, que si no siempre saben agui. la más hocda y devota pasión.
En este sentido, es la imaginación latarles, por lo menos los comprenden La mujer, por lo menos la mujer popular quien ha realizado la mayor con la amorosa sepsibilidad que dis con alguna cultura, sólo ama verdadepropaganda. Șon infinitos los refranes, tiogue a puestro sexo.
ramente cuando admira, y es más cuentos y proverbios que, upidos a las así, los pintores y los escultores, grande el amor cuánto la admiración afirmaciopes de los hombres de ciej los psicólogos y los filósofos, los hom sea más fervorosa.
cia, han sido acogidos después por bres de ciencia y los grandes políticos, generaciones sucesivas, cultas e in han contado siempre con admiradoras MARÍA MONVEL.
cultas, para lanzarlos al rostro de la fervorosas. Conocido es el caso de mujer cada vez que se ofrece, en son Léonie León, la interesante mujer Santiago de Chile, 1923.
de broma cariñosa o de afirmación que amo a Gambetta con una de las (Renovacid, Buenos Aires. rotunda.
La frivolidad es, de los pequeños vicios, el más atribuído a las mujeres.
Schopenhauer, especialmente, nos tuvo En la Cámara de París por excesivamente frívolas y por de.
masiado decias cuando así juzgó de nuestras preferencias de las que nunca supo pada. Las mujeres 10. se cuidan poco pi sia la firma, todos habrían reconocido general es la fuerza y el valor lo que que. ciertos pasajes de una de mis como suyo: el mismo lenguaje vigoro.
las seduce. Las cualidades intelectua. novelas pueden estimarse susceptibles so, chispeante, igual forma incisiva y les no ejercen sobre ellas pinguga de escandalizar las almas inocentes, acre, idéntico fuego de adjetivos con.
influencia directa e instintiva; la ton. En consecuencia, he tomado la reso. tra Téry, contra los ex Ministros Maltería no es despreciable para las mu lución, que hago pública, de suprimir vy, Caillaux. una quincena más jeres, más aún, respecto de ellas es de mi obra la novela aludida, y suplico tarde, al comenzar el período legisla.
peligroso poseer una inteligencia su. a mis editores que a partir de este tivo, los habituales del palacio Borbón perior y sobre todo genio. Es ione. momento la excluyan definitivamente saludaban a su hombre: en pie bajo gable que el valor y la fuerza ejercen de los catálogos. Dígnese Vuestra Ex. un ciclón de anatemas, gesticulaba im.
en las mujeres un arrebato momenta. celencia aceptar la seguridad de mi petuoso como en sus mejores tiempos, neo y un vivo entusiasino. sumisión filial y de mi profundo res. Pese a ese voto de humildad con.
Lo ejercen en todo el mundo, y con peto. densado en la misiva al arzobispo pamás frecuencia y pasión en los hom. Bajo esas líneas, publicadas en los risiense, el hijo de Alfonso Daudet que en las mujeres. Para referir diarios de París hace unas semanas, coutinúa siendo el fogoso luchador nos sólo a la época contemporánea, aparecía el nombre de León Daudet. atrevido y sin miedo de hace veinte ¿quiénes son los que convierten en Era una carta dirigida al arzobispo, años.
verdaderos dioses al boxeador y al cardenal Dubois. Los admiradores de torero? La mujer asiste por excepción Daudet, al leerla, se preguntaron un a los campeonatos de box, y en las momento si el infatigable libelista es. No sería justo quizás afirpar que la plazas de toro se limita a aplaudir con taba a punto de perder su antigua personalidad de León Daudet sea la discreto entusiasmo la gallardía y la acometividad. Se habría apagado, en de más relieve de cuantas se destacan prestancia del torero, que ante la arre. el cincuentón de boy, aquel ardor de en la Cámara de Diputados francesa.
metida ciega aparece tan frágil, tap impaciencia y de insulto que fué su Allí tiene un asiento el egotista Mau.
heroico, tan digno, que recuerda la característica más saliente? La duda ricio Barrés y otros literatos de prileyenda de David y Goliat. Pero mien. duró sólo el espacio de venticuatro inera bla. Se ven además las siluetas tras la mujer ¿qué hacen los horas. Al otro día Action francaise, de Raimundo Poincaré, con su nariz hombres? Fuera de sí, delirantes. no el periódico que él dirige con Carlos abollada y su pasito lento de gran tra.
arrojan a la arena los sombreros, los Maurras, el eminente sociólogo, inser. bajor sedentario lleno de fatiga; del zapatos y hasta las corbatas que llevan taba un editorial de Daudet que, aun académico Luis Barthou, con su aire León Daudet mucho de la hermosura del rostro. En Personas autorizadas me informan. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica