Democracy

Repertorio Americano 3:07 135 La apuesta, cuento inglés cución del bienestar, cuando él no perior poder mundial que destruirá la Norte y Sudamérica (lo que ocurre tiene su fin fuera de sí mismo. Su moparquía y establecerá el gobierno ya prácticamente bajo la doctrina de prosperidad es tan grande como su republicado como gobierno del mundo Monroe) y las islas del mar, sido imposibilidad de satisfacer a una me bajo la dirección o control de los más eventualmente el mundo entero. Pore diapa concepción del destino humano. grandes Estados Unidos de América, que la Escritura es verdad; este pue.
Es un monte de leña al cual no se ha los cuales dominarán probablemente blo revelado o profetizado debe llegar hallado modo de dar fuego. Ni si toda la Tierra. pasa a exponer la la tierra toda, y, en coosecuencia, la quiera el egoísmo nacional, ni siquiera razón de tal misión archiprovidencial. política y patural expausión es su desel exclusivismo y el orgullo de raza Los actuales reinos y monarquías eu. tino, y América, al extender su domi.
pueden tener vislumbres de idealidad ropeas son los pies de hierro, piedra Dio, está llevando adelante una profecia y hermosura en un pueblo donde la y arcilla de que habla la profecía de de la Biblia.
confusión cosmopolita y el atopismo. Daniel; pero, según ésta, Dios fabrica mayor abundamiento, Campbell de una mal entendida democracia im. rá un reino que nunca será destruído presenta otras pruebas del destino piden la formación de una verdadera y que desbaratará y consumirá todos manifiesto de los yanquis, tales como conciencia nacionalo.
los otros. Esta profecía se refiere a los la Liberty Bell, úoica campada que «En el ambiente de la democracia Estados Unidos, porque piedra sigoi tiene inscripto. Proclama la libertad de América continúa Rodo el espí. fica democracia. Los fepicios habían por toda la tierra. la adopción del ritu de vulgaridad no halla ante sí descubierto quince siglos autes de Gold Standard y el oportudo descu.
relieves inaccesibles para su fuerza de Cristo unas montañas que conteníap brimiento de las minas de oro de Alas.
ascensión. Sensibilidad, inteligen. mucho oro y plata, tres mil millas dis. ka, California, Arizona, etc. el nowcia, costumbres, todo está caracteri tantes. Los aztecas sucedieron a los bre Estados Unidos de América; el zado en el enorme pueblo por una fenicios y perecieron a manos de los sello, con su pluribus rinun. Todo, radical ineptitud de selección. Emer españoles. Todo lo cual prueba la para terminar diciendo. No cabe ape.
son, Poe, son allí como los ejemplares identidad de la Colonia americana con pas la menor duda que en los años de una fauna expulsada de su verda el Estado phenicio, su deudo. Porque venideros, si los americanos cumplen dero medio por el rigor de una catás aquí está la montañia de que la piedra enteramente su deber, todas las ban.
trofe geológica. No le lleva a la ba de cortarse, y que Nabucodonosor deras desapareceráa del Continente ciencia un desioteresado anhelo des contemplo en su visión. si esto es americano, excepto la de los Estados verdad, ni se ha manifestado ningún verdad, el Gobierno americano exten. Unidos. Tres banderas han desapa.
cago capaz de amarla por sí misma. derá su dominio hasta incluir no sólo recido ya. Los fundamentales princi.
Así el resultado de su porfiada guerra a la ignorancia ha sido la semicultura universal y una profunda languidez de la alta cultura. Las alas de sus libros ha tiempo que no llegan a la altura en que sería universalmente Por BAGARÍA posible divisarlos. Cualquier me diapo observador de sus costumbres políticas os hablará de como la obse.
sión del interés utilitario tiende pro.
gresivamente a enervar y empequeñecer en los corazones el sentimiento del derecho. La venalidad, que empieza desde el Foto páblico, se propaga a todos los resortes institucionales. El gobierno de la mediocridad vuelve vana la emulación que realza los caracteres y las inteligencias. La demo.
cracia, a la que no han sabido dar el regulador de una alta y educadora noción de las superioridades humanas, tendió siempre entre ellos a esa bru.
talidad abominable del número que menoscaba los mejores beneficios morales de la libertad y anula. ep la opi.
pión el respeto de la dignidad ajena; además, su carácter mismo les niega la posibilidad de la hegemonía. La Naturaleza no les ha concedido el genio de la propagación pi la vocación apostólica. Carecen de ese don supe.
rior de aniabilidad. Renupciemos a ver el tipo de una civilización ejem.
plar donde sólo existe un boceto tosco EL INGLÉS. Yo jugar con osté botella champaña el que y enorme. diga mentira mayor.
Veamos ahora qué es el imperialis.
EL NORTEAMERICANO. Yo aceptar; empiesa usted.
EL INGLÉS. No; empesar osté.
mo norteamericano. Jorge Campbell, EL NORTEAMERICANO. Bueno, empieso. Una vez en en una obra curiosa. The Greater New York había un gentleman.
United States of America, publicada EL INGLÉS.(precipitadamente. Basta: me doy por en 1904, después de afirmar que los vencido.
Estados Unidos «desarrollarán un su(El Sol, Madrid. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica