Violence

Repertorio Americano 199 Diego Rivera Pocos nombres han suscitado en DE LA PINTURA MODERNA EN MEXICO posponerse sutilidades escolásticas, o exquisiteces individuales.
En cuanto al valor decorativo de esta pintura emocional, puede ser muy discutible, pero en modo alguno vitu.
perable. Siempre se ha querido, en Las obras picturales de Diego Ri pictural, en la que el artista no con arte, expresar la concepción más alta vera ban provocado en México discusidera la pintura como una vana re. y luminosa de los temperamentos in.
siones y acaloramientos inusitados.
Para unos, los más ilustres y autopresentación de planos o colores de dividuales; hoy se quiere educar, real.
rizados críticos de piatura, Diego uoa paturaleza inerte. Su pintura es zar algo que es parte de la conciencia.
Rivera es el pintor máximo mexi ideal, simbólica, y no está limitada colectiva, algo que está en el dolor, canor Otros, los misoneístas que se resisten a la invasión de técnicas por estrechos realismos; aptes bien, en la fatiga, en la diaria angustia de nuevas, los clasicantes arcaicos, en es la libre manifestación de up pen. los que sufren, de los que llorar. una palabra, el reaccionarismo ar. samiento o de un sentir especial que es necesario po ver nuestro dolor par.
tístico, lo consideran un audaz im. busca por encima de la finalidad pura. ticular, es necesario el supremo sacri.
postor. El siguiente artículo de mente artística, el logro de una idea ficio de las formas egoístas por la ex.
mera información, no tiene otro fin, que dar una idea personal sobre la educativa social. Se quiere suprimir, presión sio limitaciones de lo que está técoica y obra del originalísimo siguiendo este procedimiento, toda en la sangre, en la entraña trágica del pintor mexicano. Así sea.
falsa técnica que estorbe o deforme a pueblo, del iodio, del vasallo agobiado la sincera y espontánea expresión con y dolorido, en la inquietud y en la que el artista debe hablar al pueblo, pena del alma materna de una faza últimos tiempos, críticas y apre de sus propios dolores, del amor que vencida y olvidada.
ciaciones más encontradas, acerbas y le inspiran sus cosas, de su miseria Diego Rivera, con fidelidad paté.
laudatorias, que el de este pintor me. actual, empleando para ello los viedios tica, con sencillez conmovedora, em.
xicano, a quien la Secretaría de Edu. representativos de la pintura sím. plea en este juego dramático, síntesis cación ha enconiendado la decoración bolos simples y no otra cosa que le de un sentimiento libre aunque no de los muros (1) de la Escuela Nacional expoogao, claramente, pensamientos, exento de religiosidad, esa expresión Preparatoria y del Quevo edificio que axiomas, apotegmas, que puedan ser simplista y fuerte de lo que hay de ocupa en la gran capital azteca. uo auxilio, una luz en la lobreguez dolor en las faepas del campo, del La pintura arquitectural traída por de su ignorancia: taller, de la honda mina. ha logra.
Diego Rivera no es, en rigurosa lógi. Las líneas rudas, los perfiles hirien. do la victoria. Ante sus realizaciones ca, una genuina innovación. Sus orí. tes, la torva actitud de los ojos, la se siente ese soplo místico tenebrosa genes pueden encontrarse en los pri dolorosa contracción del gesto, y lo zozobra que inspiran, en otro rumbo mitivos decoradores e imaginartes) dramático de los ademanes, en todas de la emoción, los aguas fuertes de de la Edad Media, en las suptuarias las pinturas que decoran los edificios un Durero, de un Goya. Ho buscado decoraciones que dejó esparcidas en antes citados, revelan ese pensamiento y ha encontrado el foudo de deson.
las penumbrosas catedrales y en las inicial, el que ha de traducirse en una dez, de gris desolado, de inquietud galerías de los conventos, el arte ca. educación gráfica, de un arte popular mortal en el que se mueve el indio, la tólico de las primetas épocas de la en el que el artista tiene el genial des. raza escarnecida. Nadie como él ha colonia. La crudeza, la violencia de interés de sacrificar la belleza de «fac. visto y expresado su gesto, su dolor los colores, de uo exasperado misti. turar que la tradición y la severidad de veucido; ningún otro ertista sor.
cismo; lo abigarrado de los conjuntos, artística le imponen. Su espíritu ha prendió mejor la escena campesina, ayunos de perspectiva aérea y de gra de darse en formas amplias, de una en sus escenarios bárbaros; pi com.
duación en los tonos; la fiereza bár sinceridad elocuente a la que han de prendió su fatalismo, su obsesionante bara de los perfiles y siluetas; todo resignación, su vida cruel, su exte.
habla de un fervor paciente, mas Duada fatiga. en los frescos y indómito a las disciplinas de la pin.
cuadros al temple de Diego Rivera, tura clásica. es que el artista está ese iodio americano que, a lo imbuido en la idea o escena que largo del continente, aun sospecha flotaba en su imagigación no cuidó en su derredor a los encomenderos, de la realidad, o no quiso sacrifi.
a los hombres blancos, codiciosos, carse a la justeza del colorido o de que destruyeron sus ciudades y la forma. Pero he aquí que es este derribaron su poderío.
su mayor mérito, potencialidad y este es un noble sacrificio: no grandeza en la expresión de sus pintar para los doctos a quienes ha sentimientos, sellados sobre el liende pedirse un juicio o un elogio; zo con la fuerza de su iogeouidad trabajar, sufrir la maternidad artís.
primitiva, tica, más para quienes hasta e bora Mas, conviene hacer la adverno han merecido otra cosa que im.
teocia de que en cuanto a la esti.
posiciones tirádicas o despiadadas lización de figuras humanas y de explotaciones. Es el arte para el objetos, el pintor mexicano si ha pueblo, para la oscura masa huma.
logrado una originalidad manifiesta, ua, carne de trabajo y de dolor, innegable. este respecto puede que desfila, con ojos de asombro, decirse, eu términos generales, que bajo el sol colérico, en las amplias el primitivismo de Diego Rivera, avenidas de la cosmópolis. Arte se basa en una queva concepción social enunciador de una cruzada redentora por la figura, por el color. 1) Véanse grabados de estas decorapor la expresión gráfica. Ya no es ciones en el REPERTORIO 3 del tomo DIEGO RIVERA sólo enseñar a leer, es mostrar la (Visto por Miguel COVARRUBIAS. vida en sus manifestaciones más en curso. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica