348 Repertorio Americano rebuscó, creyendo que aquello le per.
tepecía, y encontró, al fin, una camisa de olan batista, rica en encajes, pero amarillenta por los años, que había llevado el último cacique de Mama.
toco el día que lo condecoró Morillo, y que ahora abrigaba el cadáver de Bolívar.
Tan ajustada a la verdad es la relación del doctor Révérend, que efecti.
vamente en el minucioso inventario de los «Biepes que dejó el Libertador en San Pedro Alejandrino. aparecen inventariados a colchas, unos panta. lopes de pano, un colchón, 10 marte.
les usados, grandes y chicos, de dril, algodón e hilos, etc. etc. pero no se hace mención de una sola canisa (1. Refiere el hecho don José María Espinosa, Vestía un uniforme de grana roto y lleno llamado el abanderado de Nariño, en sus de wanchas por todas partes, y la, casaca Memorias publicadas en Bogotá en 1876, al pegada a las carnes, pues no traía camisa.
hablar de la entrada del Libertador a la ca Así hizo la campaña de los Llanos. Se co. pital después del triunfo de Boyacá. Había nocía que hacía por lo menos un año que salido él con Maza al encuentro de los ven no se cambiaba la ropa. Un sujeto salió a la cedores: Calle Real en solicitud de una docena de «Apenas habíamos andado dos leguas, camisas, fiadas, para llevarlas a Bolívar. cuando vimos venir un militar, bajo de Un testimonio más, e intachable, de que cuerpo y delgado, a todo el paso de su mag Bolívar, como el hombre feliz, no tenía nífico caballo cervuno.
camisa, Maza reconoció a Bolívar que había dejado en el Puente del Comun su escolta y edecanes y se había adelantado solo para entrar a Bogotá. El Tiempo, Bogotá. El maíz su Las religuias de Bolívar, envueltas En el comedor de la ECULLA NORMAL se reunieron los alumnos de los tres en la camisa de batista del último caaños pormales; invitaron a los Profesores a un café servido con platos típicos cique de Mamatoco, fueron primera. hechos por las alumnas con el producto de una milpacultivada por los mumente sepultadas en una capilla pri. chachos: en la cordialidad de aquellos momentos, se dijeron estas palabras. vada de la catedral de Santa Marta; IENE una piedra de sacrificio donde y su flecha de barbas de pluma, aliretiradas de allí y colocadas bajo la el grand torturado se cambia en mentarse. cop el maíz nutritivo. los cúpula de la misma catedral; donde blandura purísima: piedra que labró. iberos pidieron el maíz a los indíge.
permanecieron hasta el año de 1842, el indio, con mano de artífice nuchas pas, y lo encontraron tan poble como en que fueron conducidas a Venezue. veces. Piedra de moler el maíz que el trigo de la Pepínsula!
la, en una ceremonia emocionante y evoca vivamente el hogar indígena: Y, desde entonces su éxito o sus para siempre memorable, y enterradas bajo el techo pajizo del rancho, junto fracasos dependieron en gran parte, en la Capilla de la Santísima Trividad al fogón que arde con la roja alegría en sus heroicas conquistas, de la abunde la Catedral de Caracas, panteóp de de las llamas, está la india, escultura dancia o la escasez del precioso paíz.
la familia de los Bolívares. Por último, de arcilla nicoyana, arrodillada y do Cuántas veces. ante el avance cruel en 1876, el Gobierno de Venezuela biegada sobre la piedra de moler.
del español, el indio americano, como dispuso que fueran depositadas en la Maveja hábilmente la mano de pie única veogaoza, cuando ya tenía riquísina urna obsequiada por Colom. dra» que tritura los granos blancos roto el arco, agujereado el pavés y bia en 1842, y trasladadas definitiva. como de perlas, uno, dos, tres; uno, sin flechas el carcaj, arrancaba sus mente al Paut. ón nacional de Cara dos, tres. así, con movimientos acom. milpas. el conquistador, tras el cas, donde hoy se encuentran.
pasados, va convirtiendo el maíz cocido rudo trepar por las faldas del volcán, Bolívar murió; pues, no hay duda ep blanca masa: luego, con ligeros mocoronado de fuego, como un apóstol algupa, sin camisa, y nunca, en vimientos, entre sus manos regordetas el día de pentecostés, o por las rocas breve y maravillosa vida. encootró y morenas, palmea» una redonda y peladas de las montañas, veía con la del hombre feliz, porque Bolívar, blanca tortilla, que pone a dorar al tristeza y, a veces con terror, en los como el hombre feliz, no tenía camisa. calor de las llamas. ésta ha sido la valles de las cumbres, en las mesetas tarea que, mañana a mañana, durante plácidas, las aldeas de ranchos desier.
CORNELIO HISPANO siglos, ha repetido la raza silenciosa y tas, y arrancados de cuajo los plavtíos salvaje que vivía de la pureza de la de maíz! Al escribir «Las camisas de Bolivarı, que publicó El Tiempo en su edición tierra y de la adoración del sol. El maíz! La planta venerada de de del presente, dejé olvidado en el tin. Cuando los centauros iberos pene.
nuestros aborígenes: ella les daba el tero uno de los más bellos episodios relacio. traron en sus selvas y el hambre diario sustento: les briodaba para sus las y Dados con la escasez de camisas de Bolívar, fatigas y las fiebres tropicales. los torfiestas ceremoniales, el licor de sus y. no me conformo que quede por fuera.
paban inútiles para soportar, el peso delirios: la chicha, de maíz rojo, que de sus férreas armaduras, de sus es.
recuerda al sagrado soma. 1) Boletin de Historia y Antigüedades Una vez al año, celebraban los ca.
de la Academia de Historia. Bogotá, 1902.
padas y sus laozas, vieron al iodio I, 41.
fuerte y ágil como su arco de palmiera ciques de pintados arreos, la fiesta solar: reuplause en el valle o a la ori.
illa del río, y allí, con el cuchillo de pulida ubsidiana, sajábanse la punta de la lengua, ante la multitud silen.
ciosa, y hacían caer las gotas de san. gre sobre escogidas mazorcas, como gotas de rubí sobre un joyel de perlas ELIXIR ANTIPALÚDICO níveas. luego el pueblo comía devo.
VERMÍFUGO tamente aquel maíz, que era pas de INYECCIÓN ANTIGONORREICA paz y de fraternidad entre las tribus de natural sanguinarias y pugnaces. De esa raza extiota pos queda en los museos, junto con el arco, la fle.
SAN JOSE COSTA RICA cha, el parche de piel de iguana, y el plumaje garrulo del Cacique, junto al.
BOTICA ESPAÑOLA Preparaciones ASTOR. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica