Lenin

50 Repertorio Americano ECONOMIA DE LA REVISTA 50 20. 00 eso parte de las Indias Orientales, y a la pues, que por aquí vamos a la Antilia.
que tenemos de llegar navegando siempre al Occidente, si mis noticias tierra nueva. Vos me objetáis que por REPERTORIO AMERICANO aquí se llega al Cipango, que está a la no me engañan. yo cuido que bu.
bierais encontrado más prontola salida SEMANARIO de cultura hispánica.
parte de la Indias Orientales. yo, a de vuestras esperanzas.
De Filosofía y Letras, Artes, Cienmi vez, os pregunto ahora. de dónde cias y Educación, Misceláneas y Docunos vino ese Cipango. Martín: vos solamente podéis hamentos. No ignoráis, Cristóbal, lo mucho blarme en tono de consejo, porque os Publicado por que del Cipaogo se ha escrito; y que, reconozco por maestro navegante y cuando precisamente los Padres de la amigo leal. No soy, en efecto, hijo de GARCIA MONGE Rábida os propusieron que tratarais iparinos de varias generaciones, sino Apartado 533 conmigo, tuvisteis que esperar mi hijo de comerciantes humildes. Ni soy SAN JOSÉ, COSTA RICA, regreso de Roma, adonde, entre lucros corso, di judío español, como quiere de comercio que siempre es bueno yajla voz de la plaza. Yo os be reve La entrega.
adelantar, yo adquiría noticias del lado a vos muy en secreto, puesto que El lomo (24 entregas. 12. 00 Cipango con un sabio de la Biblioteca El tomo (para el exterior. 50 oroam.
sois mi mejor amigo en este mundo y La página mensual de avisos Vaticana. También os confieso que compartís conmigo los azares y las (4 inserciones. mis informaciones tocaban, de paso, tormentas, cómo esos almirantes CoEn el contrato semestral de avisos se da un no sé qué islas nuevas que habían de de descuento. En el anual, un 10.
lombos, de cuyo parentesco suelo pre.
salirme al encuentro, y entre ellas ciarme ante la gente que necesita puede estar vuestra Antilia. Pues por comenzar por ser engañada para des.
nos hemos puesto al cabo de pués dar crédito a la verdad, no son la Antilia, a despecho de su poca me. acuerdo! por eso yo os prometí parientes míos, ni Colombos más que cábica.
daros los medios materiales de la em.
por apodo, y ni siquiera italianos. Bien veis que comparto vuestra presa (harto sabéis que no hay que aquél, Jorge de Bissipat, es griego; suerte, y correspondo con la mia vues. fiar de señores, aun cuando se llamen éste, Guillermo de Casenove. es fran.
tra confianza. Pero esa Antilia ¿por de Medioaceli o de más arriba a cam.
cés. Con ninguno de ellos he vavega donde pos vino pi de qué?
bio de que me ofrecierais continuar el do, ni servido a las órdenes del Rey Yo os diré otra vez lo que tanto viaje hasta el Cipango.
Répé. Tampoco tengo yo pada con los he dicho ya al mundo. Aquellos pape. por eso, Martín, al mismo buenos Condes lombardos de Plasencia.
les, mis poticias cuando hice el corto tiempo que pedí ser nombrado Virrey es cierto que mi juventud la pasé, viaje a Guinea, la conversación de de las nuevas tierras por descubrir, sin estudios en Pavía ni en parte als prácticos, y esos libros que he revuelto consenti en traer conmigo, a fin de guda, pegado al telar de mis padres, tanto ison poca información. De qué dejaros complacido, la Carta del Rey pues heredar el oficio es toda la sabi.
otra manera se adquieren las noticias? al Gran Can de la India, por si en duría de los pobres. es cierto tam. Porto Santo y Madera? Yo os digo ¿De qué otro modo descubrieron a efecto llegamos a la India. por eso, Cristóbal, yo os dije bién que, a oo haber salido para Io.
glaterra con un cargamento de telas y que al Occidente de las islas Canarias que si más hubierais tardado en hay del Cabo Verde hay todavía mucha blar conmigo, yo solo me hubiera. mercaderías genovesas. donde pri.
mero encontré el baufragio, y luego tierra por descubrir, y que aquí dere. hecho a la mar. Que ya tenía anotadas el refugio en Portugal, ni me bu.
mos con la Antilia, donde en otro y bien dotadas las cartas del Pizzigano tiempo se refugiaban los portugueses (1367. de Beccaria (1435. de Bianco biera casado con la hija de Perestrello, perseguidos, la isla de las Siete Ciu. 1436. de Pareto (1455. de Benin.
di podido burgar en esos papeles que dades que ponen las antiguas cartas y casa (1482. donde todas esas islas vos decís. Aunque os consta que, si el globo de Bebaim. Ya conocéis la figuran. og repito que antes os hu.
bien aparento alguna mayor erudición deslealtad que tuvo conmigo el rey bierais salido con la empresa (aparte por gapar la confianza de esos señores Don Juan; no lo descabellado de mi. do que los moros tuvieran a la Corte doctores que se pagan tanto de citas y empresa, que no la tenía por tal, sino ocupada en otro negocio) si, en lugar escolios, os consta, digo, que escarbo el precio que yo puse a mi empresa, le de prometer nuevas tierras de las con abinco y estudio en algunos libros hacia dilatar su cumplimiento. Y, que tenéis costumbre de hablar como de mucha enseñanza, como la Imago entre tanto, por robarme lo mío, man. si las trajerais guardadas en un cajón Mundi, del Cardenal Ailly, la Histori daba una expedición secreta a descu. hubierais prometido nuevos y más ce Rerum, de Pío II, y el Marco Polo, brir la tierra puepa. así os asom. cortos caminos hacia las riquezas ya de cuya lectura continua vivo desve.
bra que no haya yo querido nombrar conocidas.
lado y como ardoroso. Pero no sea la Autilia antes de ahora, y que es. por eso, Martín, habéis tomado Martín Alooso, hombre que conoce conda tapto mis papeles y cálculos! sobre vos el trabajo de contratar la por trato propio tantas cosas del mun. Aquí estamos solos ante Dios, entre el gente y armar la expedición en Palos; do, quien venga a tacharme de des.
mar y el cielo, y os hablo a corazón que a mí, como extraño, no me daban igual para estas empresas; pues sabéis descubierto. Estamos en trance de oídos. no por miedo al Mar Tenebro: que muy grandes hechos tienen hu probar verdades. Yo aquí os lo puedo so, que estaba bueno para asustar a milde origen, y que hace más un que decir todo. Teive, no lo igooráis acaso, los del tiempo de don Enrique, sino rer constante que un mucho contem anduvo ciento cincuenta leguas de por lo poco que me creían, no querían plar. Yo de los estudios we valgo hasta Fayal, y estaba seguro de haber olido salir al mar.
donde puedo; pero entiendo que, a los tierra ignota al Poniedte. Otro cree. también, Cristóbal, porque sos.
hombres como yo, y no a ellos, toca que la columbró más allá de Irlanda. pechaban que ibais en busca de la Anel luchar con novedades en tierra y Finalmente, cuando Vázquez de la tilia, y ya en esas buscas se habían mar, y el sufrir para hacer conocido lo Frontera navegó en servicio de Portu. perdido dos portugueses, y esto lo sa.
que es ignoto. Ya lo sabéis bien, y gal, estuvo a pique de descubrir la bian los de Palos. Fué entonces cuan.
a vos lo confieso aunque a otros lo misma Antilia o Aotilla que yo busco. do mi familia y hermanos vinieron en niegue: yo no soy capaz de medir un ¿Y sabéis por qué se detuvo? Pues por vuestro auxilio. yo tuve que congrado terrestre sin trocar y trabucar esos bancos de sargazo que tanto han vencer a la gente de que íbamos a Ci.
los cálculos, pero soy quien descubrirá dificultado nuestra ruta. Os digo, pango, no a la Antilia, y ofrecerles. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica