DemocracyViolence

206 2069152 Repertorio Americano Caperucita Roja сар. taciones ridículas. Una revolución lo exaltó a la Primera Magistratura, sin que el salto desguiciara su austero criterio de la vida.
Nada place más que ver a un hom. Fantasía escénica)
bre de puestra raza en el cual no se cumple aquello del enloquecimiento Segunda parte LA MOLINERA. No se animaría que dan las situaciones elevadas cuan.
Juan el Bobo a ir hasta la aldea?
do se llega a ellas bruscamente; nada Habitación amplia, de techo bajo y SEÑORA MARTINA. iTiene Ud. ra.
atrae nás que observar la severa línea oscuras vigas. Al fondo, frente a la zón!
de sencillez que sigue rigiendo la vida escepa, aucla ventana de vidrios pede este artiguo propietario rural cou.
queños. En un rincón, cama matri(Toma un cuerpo de encima del vertido en Jefe de un país riquísimo.
movial, de columnas torneadas. En arca, abre la puerta y sopla tres veces. Mi primera entrevista con el Presi.
otro rincon la cama de Caperucita, lo lejos el eco repite el llamamieo.
depte Obregón tuvo lugar hace ocho con las cortinas de tela blanca, des to. Luego entra. weses; pero yo he querido escribir corridas. Caperucita está acostada, enwis impresiones sobre el después de ferma, suuida en sopor. ratos tose. SEÑORA MARTINA. Así lo llamo orientarme un poco en la vida mexiDe afuera llega el ruido de la tem.
siempre que lo necesito o que me sobra y oir diferentes apreciaciones pestad.
comida para darle. No tardará.
sobre su Gobierno.
LA ABUELA. Me parece haber vis.
Hoy puedo sintetizar ast sus caracte.
SEÑORA MARTINA. Pasa la mano to, atisbando hacia adentro a través de rísticas de mandatario: energia revolu. por la frente de la niña y mueve la ca los vidrios de la ventana, una gran cionaria; sensatez de organizador; lealbeza, desconsolada. Está que arde.
cara blanca, muy rara.
tad hacia la democracia que fué su ¡Hijita de mi corazón! Ya no sé qué SEÑORA MARTINA. Callese: Ud.
bandera, y política hispanoamerica.
hacerle. Si alguica se animnara a ir en. busca del tuédico. Pero, quién se siista de hombre fiel a su raza.
por favor, unadre. Esto parece una atrevería, con tal nevada, a atravesar pesadilla.
CAPERUCITA, GABRIELA MISTRAL Agua. Gigao.
de poche el bosqiie encantado!
tona.
LA MOLINERA. Le dió Ud. welisa con miel. Le puso la reliquia de cola (Ruido de zuecos. Se abre la puerta de lagarto. Le rezó la oración de San.
Fin de semana con violencia y entra Juan el Bobo. ta Gudula?
SEÑORA MARTINA. Todo, todo le Sábado JUAN EL BOBO. Qué me tienes he hecho y la fiebre sigte y ni abre abora, pora Martiva. Chuletas de Yo no he sentido punca esta delicia los ojitos de cielo la viña mía! Vea puerco. Japón con huevo. Tortilla de las parejas pobres cómo tiepe de encendidas las mejillas, de cebolla. Se chupa los dedos. que se paran a ver en los espejos sefiora Siwona. no es jay! por salud, SEÑORA MARTINA. No grites, de los aparadores, sino que es color de mal.
bruto. No ves que la niña está en.
en las tardes del sábado, upas joyas ferna?
baratas y unas cuentas de colores. Va a arrodillarse ante la lornacina JUAN EL BOBO. Acercándose a la de la Virgen y se pone a rezar con cama, de puntillas. Amita Caperucita ¡Se aprietan uno al otro con un silencio fervor. La abuela deja el rosario y se está epferma? Ji. ji. ji. Gimolea. tau lleno de codicias interiores!
aproxima a la cama, de cuya cabecera LA MOLINERA. Empujándole. Forman, así, un conjunto tan sencillo, toma uua palma bendita. Quieres callarte, animal?
tan natural, que se quisiera entonces ser nada más un pobre LA ABUELA. Voy a vencerla. Qui cho a la niña y vo sabe expresar su LA ABUELA. El pobre quiere mu: zás esté liecbizada. La oí murmurar del brazo de otro pobre. cosas raras. Habla de La Gigautona, pena de otro modo.
SEÑORA MARTINA. Juan, te daré del enano del bosque, del lobu. Sí, Domingo una chaqueta de paño, un cesto de esta niña no está bicn. Domiogos! Ese tedlo sin repiedio huevos y un cabrito si vas a la aldea a de los domingos de los barrios ricos. Hace en el aire, lentamente, con llamar al médico para que cure a Cacon sus calles vacías y esas palmas la palina, la señal de la cruz sobre la perucita.
cansadas de mecer sus abanicos.
cabeza de su nieta, mientras murmura JUAN EL BOBO. Rascándose la ca: las palabras del conjuro santo; beza. u. el lobo?
Las tiendas son la vida de los barrios.
11. u. la Gigantona? San Silvestre: y están cerradas los domingos.
u. Barba de Plata, que esconde quítale el embrujo cueste lo que cueste!
Sólo los chicos que no van al cine trampas bajo la nicve. Con la cabeza IDaga de Sau Galo: y que bailan en torno de un cilindro, y los brazos, balanceando exagerada.
buudete en los ojos dañosos del malo! mente el cuerpo, de un lado a otro, hace ponen algún rumor en esta calle. Santa Cunegunda. Por qué no habrá trabajo los domingos?
signos negativos. N000. Noooo!
baz, si es up hechizo, que en llamas se hunda. SEÑORA MARTINA. Se morirá mi Trabajo. Escuelas. Sí, algo: un pretexto hijita. Ay, ay, ay!
para seguir viviendo sin motivo. Truena. Caperucita, inquieta, vuel.
ve a toser y grita, entre la fiebre. LA ABUELA. Llorando. Ay, ay, JAIME TORRES BODET ay. Mexicano)
CAPERUCITA. Lobo. Lobo.
LA MOLINERA. Ay, ay, ay. Dol próximo tomo Los Dias. SEÑORA MARTINA. Pedazo de mi JUAN EL BOBO. Ay, ay, ay!
corazón. Ah, si viniera el wédico!
LA MOLINERA. Tá po te acuerdas, Doctor EDUARDO MONTEALEGRE.
Juan, cuando Caperucita te llevaba (El lobo asoma la cabeza por la ren leche caliente a tu choza, el invierno Cirujano Dentista Americano dija de la puerta, dira, escucha y pasado, que estuviste tan enfermo?
Despacho: 2a Avenida y calle 4a desaparece. El perro gruñe. JUAN EL BOBO. Raschndose la ca. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica