i 367 Repertorio Americano Ronald de Carvalho He aquí el tipo acabado del artista Oración tituye para las letras del Brasil un breviario de arte modernísimo, eo que el verso, simple y desöudo, recobra CIPRS DEL ESPÍRITU: que Camille su serenidad helénica y eya ondulante moderno, para quien la poesía po. Mauclair entregó a la admiración de sugerencia que Shelley juzgaba atri.
es distracción brillante de ociós yanos, la posteridad.
buto esencial de la poesía, le coloca a sido verdadera pasión.
la cabeza de la fratria osada Ampliamente dotado de los que en el País Amazónico está más envidiables. recursos del destrozando, con irreverencia, estilo, pudo dilapidar su in.
los viejos moldes, camisa de (DEDICADA LAS MADRES MEXICANAS. genio en buecas orquestacio.
fuerza del pensamiento connes verbales, y hoy contaría ¡Hijo mío, no estás solo ni en el dolor ni en la alegría! temporáneo.
nuestra faupa americana con No estás solo en estos tus valles luminosos donde las futuras ciudades erguirán las torres y las cúpulas de sus templos Como las abejas, Ronald de un nuevo y faustoso ejemplar de mármol y de piedra.
de papagayo lírico. Pero no, No estás solo en tus aldeas humildes, donde la mano del Carvalho liba en múltiples artista rudo, modela en barro las copas exquisitas, en estas tus cálices, pero la miel de su en Carvalho la exhuberancia aldeas cuyos nombres son sonoros como una imprecación de Homero o dulces como el agua de las fuentes y la miel de las verso tiene sabor y perfume tropical está enfrenada por lo silvestres frutas.
No estás solo en estos campos espaciosos en que en lo alto propios, inconfundibles. que podríamos llamar sentide las ciontafias aparece como un dios de bronce, el indio pu.
miento de los matices, que di.
El hechizo de su arte, como Jante, el indio que tall6 pirámides y murallas ciclopeas, el sutilmente lo insinúa Lebesfumina cuanto hay en su ins. indio que esparció museos en tus plavicies natales. Hijo mío, no estás solo pi en el dolor pi en la alegría!
piración de oropelesco, ampu.
Si algún día, en batalla tumultuosa rompieres la hoja de tu gue, reside en la estrecha y espada; loso o bárbaramente colorido. Si algún día se abre una herida en tu corazón; apasionada comunión con el, Si siutieres cansados por el esfuerzo épico esos tus puños Este poeta que nació en alma de las cosas, y en el cui.
eo que palpita una sangre generosa; una tierra eu donde el paisaje ¡Corre a la cumbre más alta de la patria!
dado exquisito con que tra. mira hacia el Sur!
asume una cromática violeota, En un bracear de frondas ululantes, en un rugir de voces duce las impresiones que ellas en donde la temperatura tó.
formidables, verás levantarse y caminar a tu encuentro una. le sugieren, valiéndose del floresta inuensa; rrida acelera el ritmo circu. Verás a uua tierra ardiente rasgar sus entrañas en un parto menor púmero posible de pa.
bárbaro y naravilloso y abrirse en ricas dádivas; y tendrás latorio, estimulando así la po.
labras.
acero para tus espadas, cristal para las copas en que has de tencia imaginativa, haceme el beber el vino del triunfo. pedrerías para adornar el cuello de Cuando pienso en la tras.
tu amada; efecto por su ponderadá ma. Treinta y cinco millones de bocas brasileñas aclamarán tu. cendencia de la obra literaria nera de ver y de sentir, de un nombre; Treinta y cinco millones de corazones brasileños latirán al de Carvalho, realizada a los sobrio entre ebrios, para usar unísono con el tuyo; treinta años, viene a mi me.
Treinta y cinco millones de pechos te servirán de trinchera la expresión ciceroniana.
y la noble sangre de tus arterias bo correrá en vano.
inoria la frase que Rodin proRonald de Carvalho, nauta ¡Hijo nío, no estás solo ni en el dolor ni en la alegría!
Tu hermano del Brasil tiene los ojos puestos en ti!
nunció ante el cadáver de de mares desconocidos, des.
Stéphane Mallarmé. Cuánto cuajador de la selva retórica, RONaĻD DE CARVALEO. tiempo gastará. la. Daturale.
exquisito, irónico, refinado, en moldear up cerebro merecería por su audaz originalidad y Su esfueszo juvenil, cristalizado de semejantelo por su armonioso temperamento niedi. finitivamente en «Epigrammas ironiMARIO SANTACRUZ terráneo, figurar entre aquellos (PRÍN. cos e sentimentales, obra que cons (El Heraldo de Mixico, México. D, za primores éticos. La cuestión estética, GAUGUIN, EL PINTOR tura, como empezara en la figura de la de la belleza o fealdad, están ya Paál Gauguin, caso extremo y cousu.
lejos; déjase de lado la misma cues.
Nos acercados al que debe ser, hoy mación de la pintura romántica, filtitión de la jerarquía intelectual. A1 por hoy, término y límite de puestra mo gran barroco, abeja loca de tanto llegar la cultura a momentos así, úpi.
historia. Conviene que abreviemos. sorber las mieles, que fueron venenos, camente la bondad conserva ya precio. Nuestra ligefa enumeración olvidará de la Decadencia y del Fio. de. Siglo.
Cuando el efecto de La cabaña del Tio a todos los folletinistas de lo exótico, Hay probablemente en cada uno de Tom repercute en las conciencias, ya desde Mayne Reid y Julio Verne a nosotros nostalgias hereditarias, nos.
la nostalgia del Paraíso perdido parece Loti, y también a algunos de sus ena. talgias arrastradas, quizá muy remoincluso indiferente a cualquier interés morados más poderosos, cuya actitud tas, al lado de aquellas otras que pue.
de felicidad. La inocencia es entonces de desdéu hacia los elementos étnicos den encontrar anecdótica explicación sentida como valor en sí, independiente inferiores prenietzscheana en el con en nuestra biografía personal. No po.
hasta de la beatitud paradisíaca. Ade de Gobineau, imperialista en Rud. denios dejar de ver en Gauguio un cambio del bien de la inocencia re. yard Kipling no encubre del todo la nostálgico de ultramar cuando conoceconquistado, sonríese con resignación intensa pasión que por ellas sienten. mos sus orígenes limeños y sabemos ante las mismas miserias de la igno. Sólo se detendrá un momento para de su ascendencia de virreyes. La rancia, de la fealdad, del balbuceo. terminar en los dominios de la pin atracción de este pasado obscuro deci. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica