154 Repertorio Americano Página lírica de Luis Franco donde pastor me abrevo como en un (manantial; y tus pechos que sacas para mí del corpiño, tímida, y que me poden contento como un (niño; y tus codos lo mismo que huevos de paloma; tus rodillap lo mismo que pecho de paloma; tu vientre, aun en gracia de doncellez. pulido como una guija, y como fina arena, mullido (su ombligo es un hoyuelo de agua de (arroyuelo. y tu sexo amoroso y tibio como un pido.
LA SONRISA DEL SOL LA RISA DEL AGUA (Esconde un misterio de alba tu vieutre.
Tu ombligo es el puro lucero del alba. Misterio. Lo mismo que un corazón late, pálido, tu vientre, de emoción sagrada.
Regalo de la tierra que huele a viña y rosa.
Del crespo rumor de agua. Del dia cristalino como tu trino, ob pájaro, que en esa (melodiosa invitación al gozo y al canto estás divino.
La luna es abora benigna contigo; te besa y te vuelve más suave y más blanca.
SIESTA Como si en tus venas hubiese instilado su miel, una pura delicia te embriaga.
Echado bajo un joven limonero copudo, con la cabeza puesta sobre el brazo desnudo.
Maravilloso polen de oro es el sol. Del Este alienta un soplo pánico. En intrincado vuelo las golondridas dicen su alegría celeste, y es como si el paisaje se impregoara de (cielo.
La leche que afluye dichosa a tus senos todo el sér te llena de dulzura candida.
La acequia arrulla; el aire se ba dormido. el sol tuesta.
Oh, quieta maravilla profunda de la siesta.
Otras veces tienes rubores de novia, o dengues y antojos de niña mimada.
Juguetean dos pájaros entre medio una rama, sesga una libélula con ruidito de llama.
La inocencia del campo purifica. Cou brío ritual una cigarra vibra su caracol.
La soledad virginea calla. Soorío y río, oli agua, con tu risa, con tu risa, oh sol. Te obsede el Pesebre. La estrella. los (magos.
El Niño sonriente. la Madre beata.
Sea como tu joven follaje, oh limonero, mi sueño: fresco, plácido, armonioso. ligero.
AMANECER Tu sonrisa tiene la clara inocencia con que él en tus brazos sobreirá mañana.
JUVENCIA Palidece la lupa, se aclaran los confines, y es garrula como una calandria la esquila que toca a maitines.
ANOCHECER Se ensombrece el valle; pero el cielo puro mira aún con dulces ojos de paloma. el lucero brilla ya en el horizonte que se aclara en pimbo: y el azul y oscuro y enorme y cenudo misterio del monte va transfigurándose: y, la lupa asoma.
Locos, en los setos, tañen sus flautillos los grillos, los grillos, los grillos, los grillos.
La aldea se duerme como una paloma.
PUBERTAS Esta moza es de todas la más blanca y la más garrula. la más arisca.
Ya canta igual que una calandria. trisca esbelta y ágil como una potranca.
Hay un lento ritmo de cuna en tus pasos. Está en la infanciu o en la juventud Sólo para él vives ya en cuerpo y en alma! la dicha. Quién sabe! Lucha cada día por la plenitud Ave, llena eres de gracia. Así sea de tu originalidad, tu fuerza y tu alegría: y bendito el fruto que guarda tu entrafia. más atento, más seguro, más en plio, más lúcido, más puro.
EPITALAMIO RUSTICO Conquista tu verdadera juventud!
Viene ya. Su andar llena de gracia los caminos: LOA DEL CUERPO SANO sus caderas redondas y sus tobillos finos.
Llega sonriendo. La hago sentar en mis Las bestias y las plantas te der el buen (rodillas. consejo: Me abraza, estremeciéndose hasta en sus contémplate en tu cuerpo tal como en un (pantorrillas. espejo. para demostrarme que ella por mí está Para tu gloria de hombre, prolongada en la loca. casta, su beso cruel y dulce me ba mordido la boca.
desnúdese tu cuerpo en la gimnasia casta, es cosquillosa y ríe por todo. Sus encías como una estatua. Puro y audaz tu cuerpo más frescas que la fresca pulpa de las entrega (sandías. a la gracia del aire y el sol. La diosa griega. Como una rama al peso de su fruta te upje con su bleo. El juego armonioso y (madura. diverso entre mis brazos fuertes la ripde la dulzura, de tus músculos plázcate como el más bello Como pintar abora, ni quién lo puede hacer. verso.
el divino paisaje de tu cuerpo, mujer.
No así como el asceta ni como la ramera, Bl mirar de tus ojos anegados de amor.
sé dueño de tu cuerpo, que ésta es la ley El temblor con que tiemblan tus párpados (primera. en flor. Un cuerpo hermoso, fuerte, sano, qué noble Tus cabellos que huelen. a qué sé yo. a (palma. follaje Pero sirve a tu cuerpo para servir a tu alma.
de nísperos, a parvas, a acequia, a miel no des uno al diablo ni la otra des a Dios. salvaje.
y ojalá te tuvieran sin cuidado estos dos!
Tu risa, entre las risas clarísima y cordial, Cuerpo, loado seas en tu carne y tu hueso, tus nervios y tu sangre, tu semen y tu seso, Doctor EDUARDO MONTEALEGRE Cirujano Dentiota Americano (Del tomo Libro del Gay Vivir.
por Luis Franco, Despacho: 28 avenida y calle 49 Buenos Aires, 1923. LA GOTA DE MIEL Ya no esperaba pada de tu avaro querer, cuando hoy, al fin, me bas dado tu gotita de miel: con la boquita abierta, como besan los niños, con la boquita abierta, me has besado, cariño.
AVE Ave, llena eres de gracia por gracia del secreto vivo que esconde tu entraña. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica