Socialism

Repertorio Americano dar. dor, condenado por inmoral y por se entusiasmo con las publicaciones Uno de los buenos maestros chile.
blasfemo y que antes de los cuatro de Lamenpais y se propuso desarro. nos de Bilbao, Lastarria, traza de su lustros de existencia se había familia. llar sus teorías y aplicarlas a puestra compatriota una biografía que podría rizado con las obras de los sociólogos América. Nótase la influencia de las ser la de Lamennais, a quien acusan Vico, Herder, Rousseau, Volney y ideas y del estilo del maestro en pá. de veleidoso en sus opiniones los que Cousin, llegó a París en la época de rrafos como éste. He aquí ese Nuevo Do profundizan bien su obra, que fué sus entusiasmos juveniles, no para Mundo que sólo ha dado dos veces en un continuo desenvolvimiento lógico entregarse a los placeres fácileso a la historia. En la primera es mostrado de su propio devenir. Escribe Lasta.
las vanas amistades de personajes cé a la humanidad, en la segunda es él rria. Tenía un amor que lo domina.
lebres, sino para lo que consideraba que se muestra. Primeramente se ve a ba, el del pueblo, cuya salvación y re.
su ideal de hombre de letras junto a ese mundo y se le entierra, después generación colocaba en la soberanía.
sus waestros Lamepoais, Michelet y se le ve enterrando a sus conquista Quería el soberano colectivo, admiQuinet.
dores. Nace, y afirma el equilibrio de distrando sus negocios, dominando; a Salí de allí de casa del filósofo la tierra; habla, y rejuvenece la espe detestaba la individualidad como elebretón, cuenta Bilbao. como el pro ranza de la humanidad en sus repu. mento disolvente. Tenía un odio que feta, amando a mis semejantes, pero blicas. En su primer paso, extiende lo cegaba, el del despotismo, y por indiferente al mundo. Mi alma reno el mundo que pisamos; en el segundo, eso trabajaba por la emancipación del vada como en la esencia divina, en la el mundo en que pensamos. Se le vió hombre en todo sentido y se irritaba contemplación del bien que quiero para joven, flotando al viento del porvenir contra toda opresión. Estos dos senti.
todos, en el amor que deseo, agran. aparecer sobre la tierra como una evo. mientos resaltaban y lo dominaban en cación de la libertad, brillante de ilu. la época a que me refiero (1844. lo Por una feliz casualidad, el maestro siones, combatir como héroe y orga hacían aparecer enemigo de toda au.
amado y admirado a la distancia. 10 pizar repúblicas a los acentos del toridad, sin embargo de que amaba el quitó una ilusión al discípulo. En su Contrato Social. Mas después de la orden y deploraba los males de las remodesta casa de la rue Tronchet iba a victoria sintió entonces el combate in beliones; como enemigo de la Religión, seguir guiandolo cual a menudo lo terno del enemigo impregnado, sintió sin embargo, de que era profunda.
hiciera con proscriptos de Irlanda, el peso del antiguo dominio que que mente religioso y amaba el Evan.
de Polonia, de Italia despedazadas, daba. Sentencia de forma lamene. gelio. Como tipo representativo de sus ad siapa y, síntesis exacta del estado en En la hora en que la que «el hom.
miradores o de sus entusiastas, sobre que se hallaban los espíritus cuando, brecillo casi imperceptible o, mejor, los que el viejo sacerdote ejerció una tras el triunfo de nuestra Revolución, la llama que el viento de su propia influencia durable, se puede citar a surgieron, por un lado, los caudillos inquietud movía de un extremo a otro Francisco Bilbao. Vino a París en fe. y, por otro, la fuerza de la iglesia ca. de su cuarto. dejó de alumbrar a sus brero de 1845, con el fervor de sus tólica, reconocida como única posible prosélitos, Bilbao andaba por el Ecua: veiptidós años por la civilización y en las constituciones de las nuevas dor, vipiendo del Perú, del que un por la literatura francesas. Desde su repúblicas latino americanas.
gobernante despótico, temeroso de la segunda conversación el abate enseño si, al fin y a la postre, la propa.
influencia moral del propagandista, a su discípulo el cristianismo nuevo y ganda de Bilbao no triunfó siquiera acababa de desterrarlo. Ambos, al verle dijo refiriéndose al clero: el pasado en su propio país. como tampoco se ante la muerte, tuvieron la misma ha muerto y no resucitará jamás. Pos. triunfara la de Lamenpais en Francia, frase tranquila que el primero en pro.
teriormente, el maestro precavió al cabe reconocer que ambos, maestro y nunciarla legó, generoso, a su here, joven contra los desórdenes de la ado discípulo, contribuyeron de manera dero de América. Mis amigos repilescencia. Una vez que Bilbao le pre eficaz a formar la opinión pública, tieron estos son los bellos momentosx.
guntó si la castidad era un deber moral elemento principal de las sociedades si bellos no fueron los últimos mo.
o un precepto de higiene, el viejo clé. modernas, base de todo núcleo que mentos del chileno, abatido por una rigo le respondió con tacto y como aspira a legislar para el mayor bien terrible enfermedad incurable, bello hombre experimentado que une a la del mayor número. De las reformas fué siempre su gesto impregoado de indulgencia de las palabras la austeri sociales anunciadas y pregonadas por entusiasmo y de socrática resignación.
dad de los consejos: haga ejercicios, Lameonais, se han obtenido: el sufraevite el largo sueño, no esté nunca ocio gio universal, la libertad de la prensa, Hugo BARBAGELATA so. Luego su discurso se volvió suave la libertad de asociación, la libertad y lleno de autoridad; su cara, pareció de la enseñanza y la libertad de con.
París, octubre de 1922.
ser la del mismo Cristo a los ojos de ciencia, con la separación de la Igle(Pegaso, Montevideo. sui oyente emocionadox (2. Sin jura. sia y del Estado. No todo lo exigido mentos y sin promesas, se selló enton. por Bilbao se ha conquistado en Chile, ces upa amistad fiel hasta la muerte, en el que aquél reclamara en temprana (1) Bilbao, op. cit. pág. XLI.
ante la que se inclinó reconocido el hora la natural y sapa ley del diyor.
Gltimo en sometérsele.
cio. Pero, suis ideas, no siempre oriDesde Saint Beuve y Scherer, hasta ginales, han hecho ya buen camino, Club de muebles Brunetiére y Faguet, pasando por Re. especialmente en el Uruguay, donde nán, los más grandes críticos france. Bilbao ha contado siempre con verdases han considerado a Lamenpais gran deros admiradores. Su socialismo cris.
escritor y uno de los mejores estilistas tiano encontró adeptos en casi todas de la lengua de Racine y de Moliére. las repúblicas del Pacífico, cuando la Eligió bien, pues, aquel que desde sus falta de comunicaciones rápidas y la primeros trabajos literario. sociológicos ignorancia de las poblaciones hacían difícil la divulgación de doctrinas Por 50 se le obavanzadas, un tanto envejecidas al pre. sequia un juego de (1. Manuel Bilbao, Vida de Francisco sente, Bilbao. pág. XLIX.
muebles de 225. 00. 2) F, Duine. Lamennais. Sa vie, ses ouvrages. pág. 335. 1) Bilbao, op. cit. pág. 76.
doM. Campos y Hnos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica