378 Repertorio Americano.
de los casos, el derecho de elegir candidatos escolar, gratuito, para los pobres. De esta y en que poniendo mi ambición a raya para las jefaturas de departamentos y di mauera, lo que ahorramos en médicos lo herido y solo me quedé en la playa viendo el límite azul del horizonte!
rección de escuelas; pues hemos juzgado gastamos en pan; le experiencia nos ba que si nos proponemos éducar honbres li demostrado que una buena ración matinal bres, debemos empezar por bacer maestros es mucho más eficaz que el médico para cu Eu «Los ojos de los niñosa, se lee libres. Lo que equivale a decir: páguese a rar la debilidad del carácter y la lentitud lo siguiente: los maestros lo más que sea posible y per del pensamiento. Subsiste, por supuesto, el mítaseles que se organicen seguo su propi servicio médico, que practica visitas perió.
Mas dicen los ojos con un elocuente silencio: saber y experiencia; un saber y experiencia dicas a las escuelas; pero tratamos de hacer. iQué opaco y marchito es el mundo que será superior, por lo menos, al criterio compreuder a los médicos que no nos im que nosotros vemos!
del político o de los Consejos Ejecutivos que porta mucho que aconsejen a los niños ni ¡Felices los hombres que nacen a la vida ciegos!
en otras partes manejan los colegios.
que vos remitan largos informes escritos, sino que la Nación les paga para que curen. Entonces la Muerte, EL PROBLEMA DE LA El médico, antiguamente, se ocupaba de que se halla en acecho, INFANCIA recetar drogas que, en la generalidad de los se acerca de pronto a los niños, que la ven sonriendo, casos, el niño no podía comprar: hoy aplica JUNTO con la necesidad de mejorar las y cierra de un golpe sus cándidos ojos directamente el tratamiento, y el resultado con la punta glacial de sus dedos.
condiciones económicas y sociales de los es que estamos a punto de desterrar las en.
maestros, bemos tenido que afrontar el profermedades de la piel, que antes se consi. El poema titulado «Eu alta noche blema de las necesidades del niño. Naturalderó imposible combatir dentro de la es. es notablemente romántico. En él enmente no nos hemos preocupado mucho por cuela. Nuestro servicio dental gratuito se contramos palabras tales como mur.
los hijos de los ricos, puesto que sus padres está extendiendo a todas las escuelas, y, a ciélago, que es una de las favoritas pueden atenderlos, y el deber del Estado medida que disponemos de fondos, estable de la escuela del romanticismo; consiste en ayudar a los que lo necesiten, cemos en cada escuela, también gratuita ataúd y capuz. Veamos ahora su poe.
mostrándoles preferencia. Nuestras antiguas mente, baños, estanques de natación y cam ma «En la alta nochev: instituciones educativas, aunque limitadas pos de recreo. Eu realidad nuestros planes en número, se hallaban perfectamente orgaEn la alta noche, cuando el mundo duerme son tan amplios, que acaso sean censurados Dizadas conforme a los más modernos métoen completa quietud, por pretender abarcar demasiado; pero de cuando los foscos genios de las sombras, dos pedagógicos; pero en nuestro esfuerzo todas maneras debo hacer constar que los que aborrecen la luz, de reconstrucción la realidad nos ha obligamaestros hombres y mujeres que particisus membranosas alas de murciélago?
do a hacer a un lado un siouúmero de beabren bajo el capuz, pan en nuestra obra, tienen la convicción llas teorías.
que encierra este planeta miserable de que no sólo desempeñan una función cicomo en un ataúd: Por ejemplo: teníamos escuelas de niños vica, sivo que trabajan en una especie de cuando el insomnio irrita nuestros ojos anormales en las que se practicaban exámeinoderna cruzada para la elevación y libecargados de sopor, Des cuidadosos, apotados en registros que ración de los espíritus y el mejoramiento de cuando parece caminar muy lenta la aguja del reloj; después servían para formar conclusiones los cuerpos de sus semejantes; por eso el cuando en el aire de repente dice generales más o menos triviales. Tuviinos fervor que ponen en su obra es un fervor nuestro nombre una voz; que acabar con estos lujos de dudosa utilicuando nos tienta una invisible mano religioso, y la recompensa que reciben no dad inmediata, y con excepción, por supuescausándonos terror: está en el dinero pi eu los ascensos, sino en cuando la sangre a la menor sorpresa to, de los sordomudos y ciegos, que asisten el entusiasmo apostólico, en el goce místico golpea nuestra, sien. planteles especiales, reunimos a todos los que los anima y sostiene.
y contenemos nuestro aliento tímido niños en el mismo tipo de escuela primaria, ignorando por qué. Concluirá en el y en todas ellas establecimos el desayuno cuando una negra turba de recuerdos número grd. rimo. nos hostiga cruel y auovadarse sin dolor sentimos nuestro embotado ser: cuando la orquesta de los grillos lanza 4)
su chirrido sin fin, Juan Ramón Molina Por CHANEY (Concluye. Vlanse los números 23, 26, 27 del lomo en curso)
La nota melancólica de los versos Entonces, oh mar, oh sol, ob viende Molina es indicio de su romanti to, habría cantado en el grandioso cismo: ritmo belénico, acompañándome de la «Siento la nostalgia de un mundo lira de tres cuerdas de Orfeo. un himmuerto, y, como el dulce Musset, creo no religioso y sereno, que tal vez hu.
que he nacido tarde, que esta época biera sido propicio a los amados dioses no es la mía, que son otros mis tiem. inmortales. 1)
pos. Porque yo, hijo eu fermo de este si.
ANHELO glo, producto de una civilización sin ¡Viviese yo eu los tiempos esforzados ideales, fruto de un árbol ya viejo, de amores, de conquistas y de guerras, semibárbaro del Nuevo Mundo, debí en que frailes, bandidos y soldados a través de los mares irritados haber venido en los albores de la hu.
iban en busca de renuotas tierras!
manidad, en la aurora del paganismo, en la riente mañana de la Tierra, No en esta triste edad en que desmaya todo anlielo eucumbrado como un moute cuando Jove era fuerte con su haz de olímpicos rayos y Juno dejaba escapar (1) Para la teoría esencialuiente moderde si seno divino una cascada de go nista de Molina, véanse ta pibiéa Prosas, tas de leche.
pp. 97, 157, 210, 225.
Estando sentado en el Parque Bolivar, en presencia del poeta Alvarez Magaña, compuso Molina «Los cuatro bueyes. quizá el más sugestivo de sus poemas. Describe cuatro bueyes eoyu.
gados que arrastran carretas excesiva.
mente cargadas, a las que están siempre sujetos sin poder punca libertarse.
Están cerca del parque, que para Mo.
lina es un cenienterio cerrado hace muchísimo tiempo. Capsados de su penoso trabajo, duermen los bueyes y sueñan con los campos fioridos, los prados verdes, las fuentes wurmura.
doras y las aves canoras.
Hermano soy en la pena míseros bueyes, hermano; mas es en balde que sueñe como vosotros. Tirando siempre estareinos. Vosotros de uva carreta con fardos, y yo del orbe sombrío de mi espíritu fantástico. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica