264 Repertorio Americano los tiempos sintió a través de su de compasiva de Jesús ante la pobre mu. nado con magnanimidad. Homero, a chado el. paladin helénico. Pues aquí jer lapidada por el populacho.
su vez, lo hizo, confiriéndole como debo recordar otra consecuencia im. Aceptando como lo quiere la Igle símbolo de principalia familiar los bo.
portante de la civilización poética, con sia, que todos los actos de aquél tu. nores de la rueca.
el fin de autorizar más aún, si cabe, vieran una significación trascendental, Pues el mauejo del huso caracteri.
su estudio.
es indudable que el Galileo simbolizo zaba, en efecto, a la señora helénica.
La Edad Media fué un largo conen tal forma dos cosas perfectamente El huso era el cetro femenino, lo mis.
flicto entre la barbarie del Norte que concordes, por lo demás, con su doc. mo para las diosas que para las reigas.
sostenía al cristiapismo absolutista del trina: la falencia de la justicia huma. Atena fué, por excelencia. la teje.
degüello y de la hoguera, y el paga.
na y el carácter privado de esa falta, dora. Arete, la reina de los feacios, nismo meridional que intentaba re.
que así resulta entregada a la sola mi. distinguíase como hilandera en aquel nacer. El agente de esta última ten sericordia de Dios. La vipmoralidado pueblo famoso por los telares de sus dencia, que por fin predominó, al pagana obtiene, pues, una justificación mujeres. Penélope defendió su casti.
desquiciarse la sociedad medioeval con tao inesperada como insospechable. dad con el tejido interminable. Las la guerra de Cien Años, fué el caba. Esta disculpa de Helena, con que mismas diosas lascivas como Circe y llero de las Cruzadas, de las Cortes de yo intento restablecer el juicio de la Calipso, ocupábanse en tales labores; Awor, del culto a la dama y de las Antigüedad, fué tan completa, que la siendo del caso recordar, para que se andaozas por la justicia. La caballería heroína acabó por inspirar un pauegi. vea hasta qué punto es Homero etererrante o instituida en orden, tuvo rico al más perfecto de los escritores pamente humano, que los únicos tra.
este objeto sublime: realizar las crea. griegos: y lo fué el de Isocrates en su bajos aceptados por las cortesanas de ciones de la poesía, convirtiendo el escuela de Atenas. La predilección de todos los tiempos, son esos precisa.
heroísmo en estado normal. Ahora los dioses habríase manifestado sobre mente.
bies: todos los poemas que constitu aquélla por el sino infausto y por Tan honroso era para Homero el yeron su código y le suministraron el perdón con que la distinguieron; trabajo del huso, que la tradición atri.
sus prototipos, procedían de la Ilíada pues, retornada a su hogar, acabó sus buſale la dedicatoria de tres versos y la Odisea, cuyas traducciones y días como honesta esposa. Del propio celebérrimos de la Ilíada a su propia adaptaciones legendarias iniciaron el modo, María de Magdalo, favorecida madre. Son aquellos del canto XII género por doquier. No hay elemento por el divino perdón, es Santa María (433 435) con los cuales resume por de la literatura caballeresca que no Magdalena.
medio de una imagen familiar, bus.
esté en los poemas homéricos y no sea cando el interés en el contraste, según su imitación. El paladín medioeval La mujer es la causa de toda guerra acostumbra para los casos apálogos, fué hijo del caballero heleno. Así se el equilibrio del combate entre aqueos No existía la reclusión del gineceo; explica que en la primera grande em. y el matrimonio monogánico era el y troyanos; presa de renacimiento pagano: la he.
estado habitual de los héroes, sio un. Como una mujer justa que en su labor regía albigense de las democracias solo divorcio o repudio mencionado (mauual, provenzales, los caballeros estuvieran por los poemas. Sólo hay un caso de con la lana y la pesa la balanza igualando, con los herejes; así la persecución poligamia: el de Príamo, que denungana para sus hijos miserable jornal.
eclesiástica contra la novela caballe.
cia ya las costumbres del Oriente en resca enteramente despreocupada de Troya, ciudad asiática. El amor famiPues decíase que la madre de Horeligión; así el laicismo de los paladi liar era grande, así como la influencia mero había sido una pobre hilandera.
nes, que tipifican como términos ex.
de la esposa y la consideración en que Mas, sin perjuicio del cariñoso re.
tremos, las imposiciones del Cid al citerdo que así dejaría permanente, se la tenía. Basta recordar a Penélope papa y la indiferencia racionalista de hay en la intención del poeta un sig.
ya Andronaca.
Don Quijote.
nificado trascendental. Lo que quiere Nada lo prueba mejor, repito, que decir con esas imágenes y con el pa.
Aquella Provenza de los paladines la cortesía caballeresca, elogiada como hijos de Aquiles y Héctor, engendró pel respectivo de esas heroínas, pues va a verse por la misma Helena cuan.
después a los más nobles autores de la do llora a Héctor difunto en el capno se olvide que la Ilíada canta la Revolución Francesa que nos dió a to XXIV de la Ilíada: guerra por Helena y la Odisea la pere.
todos la libertad, y cuyo himno, ya grinación por Penélope, es esta cosa Héctor, el más querido de todos mis humano, recuerda por el nombre la terrible: que la mujer es la causa de cuñados, toda guerra.
república griega de Marsella, donde puesto que es Alejandro deiforme mi marido subsistieron durante más tiempo la que a Troya me trajo (antes yo hubiera. Efectivamente, esta calamidad, de.
tradición y las institucioues pagaoas. perecido. finida por su objeto, no busca otra veinte años ha que desde mi patria bube cosa que la rapiña violenta llamada El cristianismo eclesiástico abominó llegado, de la mujer, tercer enemigo del alma, sin que una expresión áspera o vil de ti conquista. La sed. de riquezas y de coincidiendo en esto, una vez más. haya oído. poderío, que el trabajo no alcanza a Antes, si eu casa alguno de aquéllos me satisfacer, engendra la guerra. Pero con la barbarie germánica que la con increpaba, el hombre que guerrea, no quiere ri.
sideraba perpetuamente menor. La o cuñadas, o esbeltas concuñadas, o suegra despiadada condenación de la adúltera (que el suegro, siempre, como buen padre quezas pi poderío sino para la mujer. me trataba) Los palacios que construye, las joyas tiene ese origen, comportando en el tú al punto reprimíaslo y su enojo calmabas y los priwores que acumula, las fiesfondo, una sórdida venganza del va con la amable palabra que persuade y alegra.
tas en que derrocha, los honores que rón, que así castiga sobre otro su pro Por eso, desdichada, de corazóu te lloro, pia incapacidad para hacerse amar: el que eu la applia Troya uadie se me procura, las vanidades que costea, son eterno dogma de obediencia, siempre mostrará blando, para la inujer. Toda gran guerra está pues lan de odiarwe todos. antecedida por un exceso de lujo y un injusto con el débil a quien echa la tremenda responsabilidad de los juraAsí dijo llorando, desbordamiento de lujuria. Por esto y el pueblo, en tanto, alzaba llanto indienso parece superficialmente contradictoria mentos irrevocables. y sonoro. con la prosperidad y la paz que revela Mas también es del caso recordar (762 776. ese mismo lujo. Es que la iasaciable que el perdón caballeresco del poeta El héroe cumplido, el esposo fiel desea y exige siempre más; y como el griego, coincide con la salvaguardia por excelencia, habíala, pues, perdo. trabajo no basta al fin para producir Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica