2221 Repertorio Americano 221.
y elevásemos el espíritu, a la pura con ca como la de Shakespeare o la de Frase un hombre a una nariz pegado. templación, bada sería monstruoso, oi Cervantes; pero deja en el alma con la iSuaves o terribles opiniones del el sol ni la araña, vi el pigmeo ni el pepa, un sentimiento sagrado, limpio Arte sobre la vida y el mundo! Carigigapte. El epte es bueno en sío como de toda contaminación.
caturas musicales, poéticas o pictóridijo Santo Tomás. Todo reviste her También la música suele reir. Es en cas! Nuestro siglo gusta, sobre todas mosura y sentido profundo para quien los más grandes, en los mayores de las cosas, del arte caricaturesco, pode.
sabe ser como el espejo del Vinci que todos los músicos, donde el poble arte rosamente expresivo y maldiciente. se trasmuta en tantos colores como se del Amor y la Esperanza insondables Difúndelo y complácese en sus claros le ponen delante. se atreve a reir. No me refiero, por su: puesto, a las operetas de Offembach; ciables que nunca. La risa, al decir de efectos. Es, quizá, que somos más so.
II ni siquiera al genial humorismo de los filósofos implica y presupone la El caricaturista difiere del pintor en Schumann Berlioz. Refiérome sociabilidad. Acaso también sea que un solo aspecto no más; pero decisivo, la terrible Marcha de los Reyes del como nunca gustamos de lo que supo.
fundamental. No solamente ve, sino Parsifal (que evoca en mi recuerdo, nemos implicar cierta fundamental in.
que opina sobre lo que mira. No es irresistiblemente, los versículos de coherencia de las cosas. De todos mo.
imparcial; colabora con su propia inSansón, merced a sus firmes notas dos, la esencia de la caricatura es tuición y dice qué piensa de lo que ha cortadas y su ley molivo imperioso que siempre ésta: por un lado; intuición visto. De aquí que provoque, ipso facto, cojea, cojea como un monstruo vale.
desinteresada de la vida; por otro, des.
el deseo de reir.
tudinario. o a la octava sinfonía de piadada crítica de lo real. El Arte reSuponed una linda muchacha frente Beethoven, de la que dice Weingart. sulta, a mi ver, más humano con caal lápiz de un caricaturista de talento.
ner que reproduce en su imaginación ricaturas que sin ellas. Sip ambajes lo No será tan perfecto el modelo que el cuento de Hoffmann, en que, mienconfesó así Rabelais, un insigne cari.
cifre el ideal. Si así fuere, el artista tras se resuelve cierta amistosa charla caturista de genio, al exclamar: insistirá, en las exiguas dimen. de sobremesa entre amigos íntimos, a siones de los ojos o en lo diminuto de uno de los comensales crécele la da. Pour ce que rire est le propre de hommes.
la boca. La caricatura pooderará el riz descomunal ante sus afectuosos defecto. Volverá insigoificantes los contertulios hasta realizar casi el verso ANTONIO CASO ojillos, y la boca, si diminata en el no. de Quevedo. Revista de Revistas, México, delo, tornaráse un leve punto. aquel trasunto de Friné exbibirá con descaro sus gentiles imperfecciones en su ex.
presión caricaturesca. El lápiz agudo y malévolo opinó ya que, a pesar de ser bellos, los labios son poquita cosa para concordar con la perfección del Ellas manejan el látigo, la hooda y conjunto, y que los ojos resultan dos líricas que en el rezo son palmas la fecha, con que el hombre aterromanchas irreales veladas increíblevotivas, y en la caricia, rito pagano. riza a las bestias salvajes y las somete mente por las cejas y como perdidas Tibias, largas, finas como lirios con a su dominio.
bajo la desmesurada extensión de la venas azules y marfil en las uñas ro. Con las manos el hombre labra sus frente. La caricatura insinúa con so. sadas. Cuando ellas se hunden entre primeras cavernas; construye las pri.
carronería. Es bella, en efecto; pero mis cabellos huye la inquietud que meras piraguas para surcar los ríos y acaso no le habríao sentado mal upa me afiebra y me acaricia un soplo de, los mares; aprisiona al fuego con el boca menos pequeña y unos ojos en ternura y de paz.
roce de dos piedras; y aprende a labó.
arr nía con la frentep. De aquí que Adoro tus manos expresivas y mi. rar la tierra para cosechar sus frutos.
ríamos al contemplar la obra de arte.
mosas, porque tiemblan y vibran sobre Benditas las manos! ioh pensadores, También en la literatura existen ca el teclado de marfil. Porque a su copi poetas y artistas! porque ellas vacia.
ritaturas de genio. Recordaa, entre juro pervioso, surge del silencio un run sobre la piedra y dejaron escrita otros, al sutil ironista y humorista paraíso encantado de armonías, donde para la humanidad, sobre los pergafrancés Jules Renard, uno de los más mi espíritu se pierde acariciando fic minos milenarios, la herencia inmor.
astutos auscultadores de la vida silen.
ciones y ensueños.
tal del pensamiento.
ciosa de las cosas. Examinad este breve Déjame besarlas y que les rece mi Al silencio, ellas le arrancaron el dialogo profundo: oración pagada, porque ellas son el divino secreto de la armonía. Las flores. Hará sol hoy. emblema de la nobleza y de la majes El Hombre no pudo adorar a Dios 1Rl girasol. Sí, queriéndolo you.
tad del Hombre sobre todo lo creado. con todo el exaltado sentimiento de (La regadera. Os pido perdón, queriéndolo Instrumento admirable de esa má. su corazón, sio las manos, que levan.
yo, lloverá. quina portentosa que es el cerebro, taron el templo de Salomón en Jeru. este otro, estupendo de síntesis e por ellas el hombre ha conocido la salén; las catedrales cristianas de Je.
intuición: grandeza y el poder, y ha afianzado sás y las fantásticas mezquitas de su dominio y su señorío sobre la tierra. Mahoma. La pared: no sé qué calofrío siento por la Las manos del Hombre forjaron los espaldas, La lagartija: Soy you.
monstruos de acero que ruedan por En las edades primitivas, son las los lomos de las montañas, trasladan. veces la caricatura literaria alcan.
manos las que bieren y vencen al do pueblos, vinculando razas y sem.
za proporciones trágicas. Leed el epi.
mopstruo salvaje y encadenan a las brando ideas.
sodio de Sansón en la Biblia. iQué tefieras de los bosques.
Es la mano quien conduce sabia y rriblemente ridículo es el amante ciego serena el timón de la nave frágil en ante la pérfida Dalila. Cuán hondo Doctor EDUARDO MONTEALEGRE la hostil inmensidad del Océano enfudolor; qué risa tan extraña brotan de recido.
puestro corazón ante sus desventuras!
Ellas trazaron los planos, inventa.
La risa de la Escritura intimida y ofus. Despacho: 24 avenida y calle ron las máquinas y combiparon un ΕΙ simbolismo de tus manos Por qué adoro tus manos? Manos Cirujano Dostiuta Amoricano Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica