Repertorio Americano 219 pobre y por pequeñá. Si lo que se en el más inmundo de los estercoleros; prefiramos los más brutales déspotas desea es dar a nuestros conciudadanos aunque los centroamericanos dignos en el Poder Público de Honduras; los una educación práctica diferente a la vaguen como parias por los duros exi. Gobernantes más ladrones, y más es.
que se recibe en países de nuestra lios, sin amor y sin hogar, escupidos túpidos, y más sanguinarios, los peoraza, que se les envíe a Inglaterra, y vejados por los sayones de la con. res entre los peores de los hombres, pación que no constituye una amena quista.
siendo hondureños, es decir, herma.
za para nuestra autonomía y en donde XVII. Si el Congreso resolviera dos nuestros, al sedoso e hipócrita se forjan los hombres de negocios y someter a un plebiscito los tratados Gobernador norteamericano, de mano los caballeros.
que se discuteu, y que constituyen el blanca y fina y enguaptada, altanero XIII. Es tiempo ya de que se pon asunto más grave y trascendental de y sonriente y despectivo en lo alto del ga término a las escaudalosas conce. que han tenido conocimiento las cá. Palacio de hierre, imperando sobre siones de tierras, parcialmente acorda maras hondureñas en el lapso de un mapadas de esclavos, sin honor y sin das en favor de personas en lo general siglo, tengo absoluta certeza de que bandera. y ya sin esperanza, oi la ávidas de hacer fortuna a toda costa; serían rechazados con 999 votos por más remota, de rehabilitación en el o que se exprese, de manera terori millar en la votación libre de toda la mañana.
pante, que dichas concesiones no po. República. Antes que esto sucediera seria mejor drán punca ser traspasadas a compa. Ese por millar es el que pone un que un súbito terremoto borrara del filas extranjeras. Tal como reza la ley amargo dolor en mi corazón. Cómo mapa, en un pavoroso segundo, la tierra mexicana.
es posible que haya hondureños que de Centro América. XIV. Los hondureños que, sin deseen la muerte de Honduras como Compatriotas que ocupáis asiento piogúo propósito de explotarlas per nación soberana. Cómo es posible que en el Congreso de la República, en sonalmente, solicitaron y obtuvieron apheleu para la madre, empobrecida y esta hora suprema en el cuadrante de grandes extensiones de terrenos para angustiada, el látigo del extranjero? nuestro Destino; una grave responsa.
venderlas al futuro conquistador, ban Es doloroso, es horrible. pensar en bilidad pesa sobre vosotros: meditad cometido un delito de lesa patria. esto, compatriotas; pero es cierto, con bien lo que hacéis. autonomistas o XV. Conozco algunos hombres pue! certidumbre que espanta, que ya ger.
traidores: así quedaréis señalados para riles en los cioco fragmentos centro mina en nuestro país la waldita semi siempre. Escoged. Os lo demando por americanos, hombres pueriles ya con lla de la traición que tan tremendos lo que hay de más sagrado en el corataminados con el venero de la traición, frutos de oprobio ha dado en Nicara. zón de los hombres: no dejéis sin papara quienes todo nuestro porvenir gua. Yo no pediría, en la serenidad de tria a las generaciones del mañana.
colectivo está concentrado en los pro mi experiencia, como el griego legen. No expoogáis, por falsos mirajes, a gresos materiales, en la transforma. dario, que se a horcara en la plaza pú nuestra querida Honduras, a ser pasto ción mecánica de estos países por blica a los convictos, plenamente, de de la rapacidad extranjera. Evitando medio del oro del Norte; sin darles traición a la patria. No! Son nues. así que caigan sobre vuestros nombres importancia alguna a los grandes va. tros hermanos, caídos en el más ver como caen y caerán sobre los trai.
lores humanos, la soberanía, la liber. gonzoso de los errores; pero aun pue. dores nicaragüenses las tremendas tad, el derecho, que estarán siempre, den alzarse iluminados por la Verdad. maldiciones de la Historia.
pese a los malvados, por encima de Que abran los ojos, que abran el co XIX. Centroamericanos: toda finalidad grosera y egoísta. De razón endurecido antes de que el te. Enderecemos hacia las máximas alsearían cambiar lo que nos es más rrible mal sea irremediable; antes de turas puestras más vibrantes energías caro, la autonomía de la República, que marcille nuestra tierra la ferrada de hombres libres; execrando a los por esos ilusorios adelantos prácticos bota del invasor, antes de que veamos pesimistas antipatriotas, que carecen de los que ni siquiera se beneficiarían. puestro amado pabellón azul y blanco de vergüenza cívica; y uniéndonos Pues las fábricas, y caminos férreos y abatido humildemente ante el orgu con los fuertes, con los constructores compañías de vapores y construcción lloso flamear de una bandera conquis. de voluntad, con los varones íntegros de ciudades y todo lo que constituye, tadora.
por el valor y por el carácter. No poren sy base primordial, el progreso mo XVIII. No permitamos semejantes gamos jamás el más pequeño grado de derno, sería del conquistador. ¿qué ignominias. Levantémonos, en pode. arena en la obra oprobiosa que intenta ganaríamos, aún materialmente, aún deroso y unánime ímpetu, hoy, que levantar en nuestra tierra el invasor.
olvidando el negro origen de la trans. aun es tiempo, en defensa de Hondu No cometamos la infania de tender el formación, qué ganaríamos, por ejem. ras.
cuello para que nos remache la cadena plo, con ver nuestras perdidas tierras Sigamos, si así lo quiere el adverso del esclavo.
repletas de hombres rubios, con, ver destino, eu nuestras abominables lu. Si la artera Conquista avanza ciegasustituidas las viejas casas humildes chas fratricidas, antes que acogernos, mente sobre nosotros con su prepo de Tegucigalpa por imponeutes pala. mansamente, vilmente, a una paz teocia arrolladora, que nos halle de cios de hierro, por fastuosas residen afrentosa, al amparo de un pabellón pie, altivos sobre el pedestal de nues.
cias de mármol, si no son vuestros, si extraño. Prefiramos, un millón de ve tro derecho; y que pase como un bu.
son del orgulloso magpate extranjero ces, nuestro atraso, nuestrą abulia, racán de fuego, sembrando para siem.
que a puotapiés bará arrojar de su todo lo obscuro de nuestro porvenir, pre la muerte sobre nuestros campos puerta al mendigo hondureño que so. a perder, por up fementido progreso, y ciudades, sin que nuestras manos se licite un meddrugo. el don supremo, el mayor y más ines tiendan implorantes y sin que marque XVI. Qué haya pazl gritau esos timable de los dones, el divino don de nuestra conciencia el sello de la igno.
espíritus superficiales, aunque sea la la Libertad, gozado ampliamente en minia por haber cedido, eo dioguda paz de la inuerte, la paz de la ver. plena patria luminosa y bella.
forma, a las dádivas malditas del ingüenza pública, la paz del esclavo que Prefiramos un millón de veces per vasor y haber pactado sobre la eterna no levanta la voz ante su verdugo, la witid esta hipérbole a mi patriotismo ruina moral de nuestra Patria.
paz bumlilante más oprobiosa mil ve. Abajo los Tratados, compatriotas!
ces que la más sangrienta de nuestras Doctor EDUARDO MONTEALEGRE ¡Viva Centro América libre!
revoluciones. Que haya oro y paz desean esos wiserables; auoque la autoCirujano Dentista Americano FROYLÁN TURCIOS nomía patria se bunda para siempre Despacho: 2a Avenida y calle 48 Hispano América, Togucigalpa. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica