124 Repertorio Americano Mira, Hernanita: el mar galante, tus liudos pies quiere besar.
Con tus manos maravillosas arrójale besos al mar. forece una esperanza en el secreto mío y está brotando una ilusión.
Rosas te ofrenden todos, Hermanita, y que tus ojos donde el bien asombra, rieguen la luz de tu alma infinita en toda alma que muera en la sombra.
14 La misma mano aquella de aquel adiós sin llanto, te está llamando sin cesar.
En el jardín se abrieron las flores de amaranto, y hay un perfume de azahar.
Coge estrellas con tu mauo de estrella, y rie el mundo de tà luz. Asume la divina actitud, la noble y bella Por donde va la vida y no retorna nada iremos juntos: saludareinos a algun muerto amado en su sepulcro.
actitud de tu alma conmovida, e inundame de luz y de perfume, astro y flor en mi vida!
Hermano: muy buenos días. Hemos venido de la mentira del mundo a la verdad de tu lecho sagrado donde el amor germina oculto.
Desde lejanas tierras, y sobre viento blando, me llega uo dulce musitar.
El corazón se muere porque no sabe cuándo bas de llegar.
CUENTO ROSAL Clama por ti en la sombra de sus angustias leptas, de su aislamiento y de su amor.
Se pruebas el zapato porfiadas Cenicientas, y les sonríe mi dolor.
Blanca y como de oro, en la tarde de oro, el sol te presta su mentira, su mentira de oro. envuelta en oro mi ilusión te mira Tú amaste también en la tierra, y hoy está mudo el ruiseñor que dijo tus palabras mejores y tu recuerdo último.
Hoy está mudo, pero tú lo escuchas. y yo también lo escucho)
porque es el mismo siempre, que nace, vive. canta.
Oh ven, ob ven, monjita, a mi árido (coorento, que tengo ganas de rezar. Mira que estoy más solo que un águila en el (viento y me debes acompañar.
atravesar los prados donde al fuerte beso del ídolo fecundo te vas burlando de la muerte ya tu paso sembrando el consuelo del (mundo. norirá cuando todo se acabe en el mundo, y ya no queden flores que perfumen la soledad de los sepulcros.
Eres un cuento que quedo olvidado en una absurda biblioteca de Geología.
un rosal que dejaron, mustio y abandonado, en el jardín de una casa vacía.
Todo te está llamando, mi pena, mi ternura, mi voluntaria esclavitud: porque sin ti se muere, ascética y obsculia, mi juventud.
El cuento tiene una dulce enseñanza, el rosal sólo tiene una flor.
Con el cuento divino vino a mila esperanza, el rosal me ha brindado su flor.
Adiós, hermato; hacia la vida vuelve nuestro espíritu iluso.
Adiós, hermano. Que te llegue puestra emoción como un tributo. 24 La brisa anuncia su llegada, joh qué alegría. Verla tan luz y tan perfume bajo el divino azul del día. así, cuento y rosal, a mis dolores fué como bendición tu advenimiento, que síntesis de todos mis amores, tengo un jardín azul para mis flores y una caja de púrpura para guardar mi cuento. Alma que me acompañas y que me quieres. dame tu mano luminosa, que es mi guía y mi (escudo.
Tú también visitaste a mi alma cuando ella estaba en su sepulcro.
Pájaros de cabeza enorme, que yo nunca visto, gorjean sobre los árboles.
Amigos: todo está previsto!
VAN TODAS LAS SENDAS TI.
Yo he abierto todas mis ventanas, porque ella es múltiple y yo quiero que no se pierda en el vacío su fragancia limonero.
Amor, amor: el mundo está en flor.
Revienta en el prado la flor, amor es en beso una flor. Amor, amor!
15 Estoy a ciegas.
Dame la luz, aurora mía: estoy a ciegas!
Todas las hojas son banderas; son arcos todos los boscajes; todos los campos son alfombras y son poemas los paisajes. Qué vientos me llevan a ti. Qué ritmo secreto me encanta?
Equivocamos el camino: joh qué tinieblas!
Todo era áspero, y un día brotó una flor entre las piedras.
Van todas las sendas a ti apenas las huella mi planta!
Pero, aunque todo fuera negro, cuando ella llega es advertida, porque lo que es muerte en el alma recobra el sueño de la vida. Tus labios ben el secreto de rosas rojas y de abejas.
Tus manos saben de los lirios y tus ojos de las mareas. si no viene? ou claro cielo, oh mi luminoso testigo. Tú sabes, hace mucho tiempo, que ella en esencia está conmigo. De dónde viniste?
Sombría era el alma, dramática y triste; y fué, porque tú lo quisiste, risueña y jovial; habló con los pájaros, cantó con el río, y todo fué un cálido estío llegada tu esencia inmortal. Dame la luz, aurora mía, que estoy a ciegas. 30 Amor, amor!
El beso está en flor y quiere prender en tu boca su flor, 17 Todo te está llamando; mi soledad, mi hastío, mi lastimado corazón; Soles te nimben, plácida Hermanita; tejan mis lirios a tus pies su alfombra, que tú eres la blanca y la exquisita hada en viaje de luz por la alta sombra.
Las noches de ahora conocen tu auspicio Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica