Repertorio Americano 85 del silencio, como pliegues y repliegues de sedas sobre sedas, como pliegues y repliegues de sombras sobre sombras, escapándose leremente al vuelo de la fantasía, pasa una casi inimaginada figurilla de mujer.
Esta misma facultad de expresión, como su grado máximo de plenitud, descúbrese también en el poepita que se llama «Fugas: Me buyes? Hasta tú me huyes?
Tu, la que soñé yo ingenua!
Tú, la que imaginé yo blanca!
Tú, la que vine a buscar al corazón de la (selva; Tú, la que extraje de la entraña de la roca, me huyes? Pues no eras tú: es más lejana la que yo buscaba.
sión de lo al parecer isexpresable, En un recodo majestuoso de penumbras, pásase al conocimiento de la natura.
destacándose levemente leza personal, a la conciencia del va este croquis de escenario piponés: propio ser, para entrar luego al domi. Sobre un lago de estancadas pensativas pio de las emociones, a la tranquili(aguas verdes, dad, a esa serenidad poderosa de que mudo espejo silencioso enamorado (sempiterno nos hablan las teologías, y luego sen. de los lotos, tir la influencia de las fuerzas sutiles luz muy vaga de la naturaleza superior, como si se desplegándose entre sombras, como sedas yaporosas tratara de una iniciación. segundo, tras de otras más aún; en cuanto a la forma en que nos está como vuelo de muy leves mariposas presentado el libro de poemas: nume. percibido por un ciego rada de uno a sesenta y dos los poe.
en la honda hiperestesia de su intimo sentir; mas se sucedeu en las páginas, sin como pliegues y repliegues nombre lguno; mientras que, en la de sombras sobre sombras pripera Igina, después del prólogo de sedas sobre sedas, de Morenoménes y la tierna dedicaluz muy vaga toria «Para mi madre. en el indice se desplegándose entre sombras como sedas vaporosas dividen en a Transición. de uno a tras de otras más aún.
veinticinco, y «Postumismos, hasta el sobre esta vaga sinfonía de vaguedades, final, y, frente a cada número romano, como la más grave nota de la más grave el nombre del poema; nombre que sólo escala en el índice aparece y que es la clave del verso, tan hondamente ligado a él, tan indispensable para poseer su pro.
pósito, que el iodice es otro poema; MEDICO, CIRUJANO RADIOLOGO dijéramos, el poema del espíritu de de la Facultad de Medicina de París todo el libro. él deberemos recurrir a cada momento durante nuestra lec. Horas de consulta: de a 1134 a.
tura.
Las Fantasías III y IV nos ofrecen el primer ejemplo de la pipera agru. Solicítense gogia ya otros Estudioso, los «Cuadernos de Pedapación; en ambas se refiere Jel poeta a la mujer ideal; los poetas dicen, de ella, que se publican bajo los auspicios del Personal Docente de Heredia, algo, que es como «no puedo expre. sarlos; Avelino tampoco puede expreYA LISTOS: sar cómo es su mujer ideal; pero obser José Ortega y Gasset: Biologia y Pedagogla.
ya eso, nota que no puede expresarlo, y Brenes Mesén: Las Categorias Literarias.
entonces expresa eso precisamente: la Precio de los cuadernos: 00 sutileza de la imagen escapándose a su imaginación, o po, a su expresión. La EDITOR: GARCIA MONGE III llámase aFantasía Alada. y el Apartado 533 SAN JOSÉ DE COSTA RICA poeta recurre, después de darnos una idea de la mujer, a decirnos que, a pesar de eso, Dr. ODIO DE GRANDA Nos lo descubre el nombre de esta preciosa miniatura. Fuga. De la misma manera que en «Fautasía Alada»
y en «Fantasía Vagax se condensan pensamientos fugaces, que se posan en nuestro cerebro si acaso un jostan.
te, que el poeta ha retenido en su ima.
ginación y descrito, el poemita nos permite recordar ese estado incopfor, me de nuestra mente, inconforme con lo asequible que hemos idealizado has.
ta lo ipasequible, y que es en realidad como la sensación de algo que huye; a esto nos lleva, po el motivo, no el recurso tan delicado del verso, sino su nombre; nos lo da el Iodice. Fuga. La fuga, do como un hecho, sino como la descripción de un estado mental difícil de expresar.
RAFAEL ESTRADA ni aún imaginada en mi pensamiento cabe; de modo que la idea que antes tenía.
mos no es precisamente la que él quie.
re expresarnos, sino otra más sutil, más alada; supone que él mismo pudiera concebirla, y, cristalizándola en el mármol, darle forma vibrante; pero nos dice que aún pudiendo él concebir bien la mujer que concibe, ella po sería, sino otra más sutil, más alada; quedando como enantes mi fantasía alada anhelando una novia.
Asimismo, en la Fantasía IV: tan frágil que su talle se rompa entre la seda del pensamiento mío.
Un poema que dará clara idea de esta facultad de expresar lo que va.
gamente concebimos, es la «Fantasía Vagav; veamos si en verdad, como en las anteriores el poeta nos describía algo alado, en este poema nos describe algo vago: ELLA. Siempre vienes causado de la Cámara, por que?
EL. Porque me resultan muy incómodas las curules pa dormir, hija.
Por GARCIA CABRAL (Excelsior. México, D, Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica