Repertorio Americano 169 de escuela, a quienes consideraba veinte años, de que nos habla el in general, y acaso como una manifesta.
como altos funcionarios del Estado; sigoe Lamartine, en que los hombres ción de la gratitud del poeta hacia el verdaderos sacerdotes del bien y obre. son todo corazón, comprendiendo la Presidente, en más de una ocasión ros infatigables del progreso nacional, alteza de sentimientos del Presidente, dedicó a Teresa inspiradas estrofas de merecedores de la mayor estimación y hizo cansa común con él en una labor su admirable numen.
del más elevado reconocimiento. proficua por la patria. continuación reproducimos una Fué militar; pero un militar pundo. Se vió entonces conformidad, atrai de esas composiciones: noroso, caballero de la libertad, sin dos por los mismos generosos anhelos, miedo y sio tacha. En un banquete del valor con el genio; de la poesía EN EL ÁLBUM DR TERESA MENÉNDEZ que se le ofreció, en recuerdo del con la austeridad republicana. El ditriunfo de la revolución que había en. vino Platón no habría encontrado mio.
Yo saludo a la aurora, al ave, al astro, cabezado, brindó con las siguientes tivo entonces para renegar de los la rosa de inefable resplandor; palabras, sigoificativas y elocuentes, poetas y pedir su destierro. Darío re. al lirio cincelado en alabastro, Dacidas de su corazón de patriota: presentaba la gloria de la literatura y cuya corola es bido del amor. Brindo por la espada; pero no por la Menéndez la de la depiocracia.
espada que humilla y despotiza, sino Este vivía para servir a su patria Saludo al ángel de alas soprosadas, que crea un universo con mirar, por la espada que redime. desinteresamente.
pues tienen, por divinas, sus miradas, En esas palabras está condensada la Pero también ocupaba en su cora de dicha un cielo y de esperanza un nar.
historia de los libertadores de la hu.
manidad, y también la de los opreGloria del sol, estrella bendecida, dulce princesa, corazón triunfal, sores y tiranos. Desprecio y oprobio tú estás en la alegría de la vida para los que oprimen y honor y glo.
como una perla en vaso de cristal.
ria para los redentores, para los buepos, para los que batallan por la Perla oriental, espíritu de fuego, que vas volando de la dicha en pos, justicia y el derecho.
Dios llenará con su bondad tu ruego Allí se nos presentan las figuras porque eres digoa del amor de Dios.
resplandecientes de los proceres y de los héroes.
El pueblo de El Salvador se sentía Simón Bolívar, con su aureola de satisfecho de su mandatario, cuya gepio, uogido de la gloria; semidiós actuación administrativa le había de las naciones de este hemisferio.
hecho palpar los benéficos resulta.
Washington, padre y libertador dos del respeto y acatamiento a las del gran pueblo americano; el más jostituciones.
equilibrado en la grandeza; bene.
Se acercaba ya el tiempo en que factor de los hombres.
debía elegirse el sucesor del General San Martín, el General de los An.
Menéndez en la Presidencia, y mu.
des; héroe de la independencia; tam.
cha agitación se experimentaba en bién padre y libertador de paciones.
el país, a causa de algunas ambiBenito Juárez, el más grande re.
ciones que se habían despertado.
presentativo de la raza de los Mon.
Por distintos medios fué ipfor.
tezuma y los Guatimocín; luchador mado el Jefe del Ejecutivo de un por los derechos humanos.
complot que fraguaba el Inspector Sucre, el Bayardo de la libertad, General del Ejército, a quien el, paladín de las instituciones libres.
General Menéndez quería y distipKousciusko y todos los que han guía como a un hijo. Imposible le blandido su espada en bien de la hu.
RUBÉN DARÍO era creer en semejante deslealtad; manidad, van pasando apte la evo. En 1892)
pero los hechos vinieron a demos.
cación del brindis del ex. Presidente trar la certeza de los informes.
Menéndez.
zón lugar preferente una mujer, que En la mañana del 22 de junio de éste que abrigaba tales ideas en era muy bella y virtuosa: era su hija 1890, se había verificado una revista su mente y tales principios en su cora.
Teresa.
militar, en celebración del aniversario zón, practicó esas ideas y esos princi. Los grandes hombres tienen que de la entrada triunfal del ejército a pios, cuando dirigió los destinos del rendir sus afecciones a una mujer, ya San Salvador, comandada por el pro: pueblo salvadoreño.
sea madre, esposa, hija o hermana, y pio Inspector General, de las fuerzas.
Nunca dispuso a su antojo del te. el general Menéndez, que fué grande formadas por un batallóu que él había soro nacional; sus manos jamás se por sus merecimientos, adoraba a su traído de Santa Ana, y de otros cuermancharon con el peculado, pues ma hija Teresa: pos de tropa de las guarniciones de la Dejó con pureza los caudales públicos. ella era la que llevaba la repre. capital.
Pero ocupaba en provecho de la na. sentación de la Presidencia socialmen. en la noche del mismo día se ción las aptitudes de los individuos; y te, y la que hacía los honores en las efectuaba un baile en la casa presiden.
más aún de los jóvenes talentosos y fiestas que se efectuaban en la Man cial con el mismo motivo. La concu.
honrados, a quienes atraía con bene. sión Presidencial. cuando se hacía rrencia era numerosa y se entregaba volencia.
más digoa de estimación, era en las a la alegría más completa.
El genial poeta Rubén Darío tuvo fiestas íntimas de aquella casa.
Eran las últimas horas de esa noche que recibir la decidida protección del algunas de estas fiestas asistió cuando se presentó el batallón venido gobernante salvadoreño, para empren Rubén Darío, que fué siempre suma. de Santa Ana, frente a la casa presi.
der trabajos literarios y periodísticos, mente afable y cariñoso con la hija deocial, en actitud rebelde, descono.
relativos a los grandes ideales patrió. del general Menéndez.
ciendo la autoridad del gobernante y ticos que el Presidente acariciaba. tanto por las cualidades que dis. proclamando como tal al Inspector del Este se distinguió por su patriotis. tioguían a ésta, como por el aprecio y Ejército ya mencionado.
mo, y Darío en la juvenil edad de los consideraciones a que era acreedor el El General Menéndez se encontraba Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica