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382 Repertorio Americano El enemigo de la plujer, el principal realidad, a la mujer es un trabajo dete reflexión, la escrupulosidad, el espí.
enemigo, es el ocio. Quien no hace nido y reflexivo de crítica. Se publica ritu crítico que compara y analiza, el pada, no tiede tiempo para nada. dice un libro importante; leerlo con anhelo de orden, de simetría, de cla.
aiQuién no sabe, por propia experien cuidado y bacer por escrito un examen ridad y de limpieza. Es que al aso.
cia y por observación de los demás, crítico y al detalle es cosa que incon. marse al mundo de las grandes cuesque las personas más entregadas a la testablemente ejercita mucho al espíri tiones espirituales, la mujer se percata harovla son precisamente las que no tu, y acostumbra areflexionar en tantose de la trascendencia y gravedad de las tienen tiempo para pada. La mujer lee, y a comparar a un autor con otros. responsabilidades que sobre ella pesan.
debe combatir el ocio con el trabajo y todavía, en la página 109, nuestro su gesto, sus decisiones, serán más intelectual. Al cabo de dos horas de autor vuelve sobre su tema de la lec. reflexivos, fervorosos y lentos. Prelecturas interesantes y de trabajo útil, tura. Yo quisiera dice que, aparte cisamente dice nuestro autor, página cualesquiera que sean puestras preo. de las obras que la mujer estudie más 129 para hacer al marido y a los hi.
cupaciones, nos sentimos de mejor de cerca, ella tuviera siempre sobre su jos buenos y dichosos abace falta mu.
humor, con el corazón tranquilo, con mesa un libro, ameno o serio, que se jeres fuertes por la inteligencia, fuerel juicio más serenor (página 28 del pueda tomar y dejar sin inconveniente, tes por el juicio y por el carácter, libro que luego citaremos. el autor, y en el cual ella leyera diariamente aplicadas, laboriosas, atentas. llevado de su fe en el trabajo iptectual, algo, poco o mucho, según las exi. Nos hallamos en presencia de tal añade página 166 alguuasotras pala. gencias de los quehaceres inevitables doctrina feminista, muy lejos de la bras, profundamente sigoificativas, de una madre de familia y de una ser tradición. En 1687, un obispo (por pero un tanto audaces, que nos permi. ñora de su casa. cierto uno de los más liberales espíri.
tiremos copiar. Se habla de los ejerci. claro está que la lectura no puede tus de su tiempo. Fenelón, escribía cios de piedad para lograr, en ciertos ser la única ocupación intelectual de en su Tratado de la educación de las momentos, la confortación de puestro la mujer. No hay inconveniente en jóvenes, capítulo XII: aCréese ordina.
espíritu abatido. Pero la piedad en que la mujer escriba. Puede y deberiamente que una joven distioguida a algunos mementos no basta; es el tra. escribir. cuando se trate de un libro la que se quiere educar bien debe aprenbajo intelectual lo único que puede ser extranjero potable, si gusta, puede der el italiano y el español; pero yo eficaz. Dice nuestro autor en la página ejercitarse trasladándolo a la lengua no veo nada más inútil que este estuconsigoada: Es preciso confesar iy nativa. Nuestro autor, en páginas de dio, a menos que la tal joven se encuántas experiencias: han venido a crítica delicada, pasa revista a las ma cuentre agregada a alguna priocesa fortalecer mi convicción en este res terias que pueden servir de lectura a española o italiana, como nuestras Reipecto! que hay horas en que la misma la mujer: literatura, historia, derecho, Das de Austria y de Médicis. Por otra piedad, la piedad ordinaria, no basta. filosofía. En realidad ya queda di parte, estas dos lenguas no sirven de Hace falta el trabajo, y inuchas veces cho. no hay nada que deba ser ve otra cosa sino para leer libros muy el más serio trabajo del espíritun. dado a la mujer. Habláis de lo más peligrosos y capaces de aumentar los ¿Cuál será en la mujer la base del abscondido e intriocado. Habláis de defectos de las mujeres; se puede pertrabajo intelectual? La lectura. aña. la filosofía? Aun estas materias deben der más que ganar en este estudios.
direnios: toda clase de lecturas. En ser familiares a las mujeres. Yo no Compare el lector estas palabras con lo referente a las lecturas y estudios hablo, no es preciso decirlo escribe la doctrina expuesta. Pero ¿de quién dice nuestro autor, página 35 puede nuestro autor, página 56 de las suti. es la doctrina expuesta? Las palabras haber preferencias; pero no hay, a mi lezas metafísicas ni de las superflui. últimamente copiadas, lo hemos dicho, parecer, di especialidades rigurosas dades científicas; hablo de los grandes son de un obispo Fenelon caído en para las mujeres vi exclusiones absolu aspectos y de las pobles cuestiones, desgracia por su liberalismo, condenatas. El autor 110 prohibiría a la mujer digo que son perfectamente acce dor ardiente de la gaerra, apologista Dipguna lectura. a Yo lo repito dice, sibles para las mujeres, y veo para en el Telémaco del comunismo. La página 36. no le prohibiría vinguda ellas en tales estudios ventajas reales. doctrina expuesta en todo este artículo de un modo absoluto; y, cualquiera que Pero no se trata simplemente de un es. de otro obispo. De Dupaoloup. fuese el trabajo intelectual hacia el derecho de la mujer a la cultura. Se obispo párroco de Orleans. el libro cual una mujer seria se sintiese atraída, trata de algo más; se trata de un deber. de que hemos copiado tantos fragmeny. al cual quisiera pedir el útil empleo La doctrina de nuestro autor adquiere tos es La femme studieuse (París, 1870; de sus ocios. yo la dejaría de buen un carácter más radical y extremado. anteriormente se habían publicado va.
grado seguir sus aptitudes reales y sus a Pero los derechos de la mujer a la rias ediciones de uno de los más imgustos reflexivos. cultura intelectual dite, página 151 portantes capítulos de este libro. Es preciso que la mujer lea y, sobre uoson sólo derechos; son al mismo ¿No podría pasar por radical y revo.
todo, que relea. es preciso que lean tiempo deberes. eso es lo que los lucionaria en España esta doctrina de y relean con la pluma en la mano. Es bace ipalienables. Si no fueran más un obispo francés. Cuántos tradicio.
necesario escribe nuestro autor, pági. que derechos las mujeres podrían sa nalistas y conservadores españoles po.
na 48 que las mujeres lean siemprecon crifcarlos; pero son deberes. el sa. drían suscribir esas palabras?
atención, y siempre que se pueda, con crificio no es posible; el sacrificio sería AZORIN la pluma en la mano. Sin este requisi. la ruivav. iBellas, nobles, dignas pa (A. Madrid. to, las más serias lecturas corren peli. labras! El sacrificio de los deberes in.
gro de resultar vanas. Nada queda de telectuales sería la ruina, porque pre.
Deben considerarse como inédlros, y reellas. No abandonar jamás up libro cisamente en esa intelectualidad de la mlıldos por sus autores, los artículos que sio haberlo acabado, y no acabar. mujer estriba la formación de los hijos no llevan al ple la indicación de donde lo sin baberlo resumido, y haberlo y la solidez de la familia. Todo el am. proceden.
resumido por escrito: he aquí la gran biente familiar depende de ese trabajo norma. Nunca nos cansaremos de re.
intelectual de la mujer. No es que cror amigo: da usted de peras le gusta petirlos. más adelante páginas 98 porque lea o no lea la mujer será me.
y 99 el autor ipsiste en su recomenda jor o peor la familia. No miremos así, suscritor más, un aviso más. Es el mejor ción de que la mujer lea y vaya poco a pedestre y grotescamente, la cuestión. servicio que puede hacerle. Como también poco apotando, resumiendo, sus lectu. Es que el hábito del trabajo intelec indicarle las personas que podrían recibirlo.
ras. Lo que puestro feminista pide, en tual crea y fowenta en la mujer la Nos cabe el derecho de tanteo con ellas. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica