Repertorio Americano 153. 1 UD2 de la distracción o el alivio y, des de la absorbente y autoritaria pasión. de compañía seráu úpicamente unas pués, las gentes que por razones de Los amantes elevan su ímpetu senti. angustiosas jornadas de epferinero.
profesión giran en torno de estas com mental hasta aquel punto de perfec. Nuera cita para el agosto que viene.
pañías errantes. forman un mundo ción y de dignidad acabada, eu que, Este agosto es el agosto de la gran cuyo existir difícilmente se compa. ya el nombre de amante ba de ceder guerra. Unas pocas cartas trágicas al dece con ninguna de las fidelidades plaza a aquel otro, mucho más raro, principio. Cuatro años mortales siri abiocadas de la localización sentimen. mucho más difícil para aplicado con comunicación, sin noticias, Cuando tal. En este mundo, los incendios exquisita propiedad basta el nombre el armisticio, ya los dos amantes han de la pasión son frecuentemente cosa de anzigos.
perdido recíprocamente el rastro. Dos fugaz y ligera. No hay razón, sin em. Un amor que se educa en las rigu. años más se necesitan para que vuelen bargo, para que hayan de serlo siem rosas disciplinas de la ausencia para otra vez upas palabras de ella hasta pre. Quiere decir que debe proveerse convertirse en amistad: esto es, en él. Estas palabras cuentan la historia a la manera de hacer compatibles en rigor, el amor anastrófico.
de un período. Ella se ha casado, le algupas sensibilidades delicadas la au.
ha pacido un hijo de la guerra. Le tenticidad, la seriedad y aun la pro.
ESPEJO DE ANASTRO espera a él, el verano próximo, en fundidad del afecto con la intermiten. FEROTAS.
una estación alpida del centro de Eu.
cia de sus manifestaciones de intiropa.
midad, Dos breves historias, nada más, Otra historia verídica, El, el gran. Aquí interviene la teoría del amor para iluminar un poco, con el ejemplo, violoncelista inglés, de arte austero y anastrófico. Propongo que se llame así la doctrina de la anastroferotia. Dos profuodo, daba uo concierto en con una fórmula verbal cuya pedan. anécdotas, a beneficio de la fijación ciudad del mediodía. Desde un palco tería sea precisamente la garantía y el de una categoría.
proscenio, una dama le oía, fijos! en escudo de su pureza ideológica, a En la promiscuidad de un balpeario él udos grandes ojos, muy tristes, esta forma característica del amar mo. elegante, en el centro de Europa, una adonde inconscientemente se asomaba derno, en que la fidelidad se ha vuel. afioidad electiva que se ilumina y en. una especie de súplica. Terminó el to independiente de la continuidad. ciende. Solicita él; ella po resiste, concierto; al día siguiente abandonaba Anastrofe, trae, en griego, idea de pero aplaza. Aquí, viviendo casi en el músico aquella población. Nada vuella o de relorno; puede este retorno familia y entre familias. dice cop in más? Nada más. Nada más, sino que ser periódico y regular, o do serlo; en periosa delicadeza y valiéndose de dos años después, estando aquél en el espacio, o en el tiempo, o en el es. símbolos. froidianos, un abandono Londres, después de una temporada pacio y en el tiempo a la vez. Un había de traerpos casi las repugnan de enfermedad, de que dieron cuenta anastroférota mote feo, lioda virtud. cias del complejo de Edipon. Viene, los periódicos del mundo, recibió una es up amante que vuelve. Un amante, con el otoño, la separación. Una cita, mañana un telegrama casi sin señas por ejemplo, que sabe que cada otoño para la próxima primavera, que exi. y sin pinguna firma, que decía, eu encontrará durante un mes a su am2 girá un viaje algo largo por parte de francés. Je pars samedi. Empusda en el Lido o que arbitra el modo cada uno. Cumplido el tiempo, la oca. jado por mágicas seguridades de adivide realizar de tiempo en tiempo con sión se aproxima. Pero be aquí que ella pación, dejó el artista Londres, atra.
ella, una emocionada travesía en un ha llegado a los brazos de él mancha. vesó el Canal, y el domiogo por la transatlántico. da de sangre y sin sentido. Se ha mañana esperaba en los andenes del Entre otoño y otoño, entre travesía herido en el viaje. Ya para él los días Quai Orsay. Minutos más tarde, siu y travesía o entre encuentro y en.
poder hablar él, rendido por la emo.
cuentro en las ciudades del mundo ción, sin poder hablar ella, él besaba frías y temblorosas de la dama del palco proscenio.
MEDICO CIRUJANO de la Universidad Real de Roma.
EUGENIO Ors.
Horas de consulta: de a p. in. A, B, Madrid. Si pesca neario o entre visita y visita al paso de un treo. qué exigencias recípro.
cas, qué normas para la conducta?
Mucho lugar queda aquí, debe quedar inevitablemente, para las gracias y las diferencias del matiz. El amor anas.
trófico prescinde, lo más frecuentemente, de buena gana, de reminiscen.
cias de la caballería medieval o de la lírica trovadoresca. Ni el caballero que parte a la cruzada encierra a su dama en la soledad de una torre con puertas de hierro, Di Dulcinea exige a su Don Quijote esquivez arisca cuando la aventura le trajere a casa de unos duques, donde las noches brindan regocijadas coyuuturas de sorpre.
sa y solaz, Crece en las pruebas la nobleza de la devoción; en el paso y cadena de los años, se acrisola; en la discontiouidad se eterniza. Si se pla.
topiza, es por evolución, poco a poco.
Una especie de conyugalidad dulce, cop poesía muy segura por lo emanci.
pada de los peligros de la cotidiani.
dad, substituye sin desventaja para el espíritu, las perentoriedades tal vez por lo mismo que brutales, pasajerasun dolor de cabeza tome Obleas Cefálicas Tienen cafeina Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica