SubversiveViolence

3700 Repertorio Americano Jesús en Buenos Aires. bre; porque sertis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis. Ay de vosotros, ricos. Ay de vosotros los que estáis hartos! Porque tendréis have.
bre. Ay de vosotros, los que ahora sels. A llegada de Jesús de Galilea a Buenos una brutal, interminable, indescriptible car.
Porque lamentaréis y lloraréis.
Aires, paso inadvertida para la mayor cajada. Hipaban y reíau como descosidos.
De cierlo, de cierto os digo que un rico parte de los habitantes de la ciudad. Cierto Dejaban oir a veces palabras ahogadas, fradificilmente entrará en el reino de los cielos.
es que el Buen Rabi, por razones de índole ses incompletas, como es un loco, alorrante, Nás os digo: que más liviano trabajo es paparticular, viajaba de incognito, y que los iqué rico tipo. y otras expresiones de la sar un camello por el ojo de una aguja, que grandes diarios, en la sección que dedican misma clase. El buen Jesús fué sacado de entrar un rico en el reino de Dios.
a la Vida social, po publicaron la noticia. allí a empelloves, y cuando estaba ya lejos, También os digo que el obrero es mereceEsta omisión no causará la medor extrañeza quo oía el coro de burlas y depuestos que dor de su alimento.
si se tiene en cuenta que no se trataba de dejaba a su espalda. Sobre todo, escuchaba No penséis que he venido a la tierra para niogúu acaudalado comerciante de esta pla tras sí, repetida obstinadamente, aquella meter paz. No he tenido para meter paz, za, de ningún subastador enriquecido, de palabra para él incomprensible y extraña: sino espada.
ningún expedicionario al desierto o descen. Atorrante! Atorrante. todo esto, se había reunido en torno de Miente de expedicionario. conste que no Cuando se vio a bastante distancia de los Jesús un coro de gente. Desocupados, em.
igooro que Jesús estuvo en el desierto cua. criados, sacudió sus alpargatas; pues fué el renta días. Pero ¿qué son cuarenta días, qué quien dijo: cualesquiera que no os reci. banlo y escuchaban con gusto sus palabras.
pleados que salían de sus oficinas, rodea.
significan cuarenta días al lado de los meses, biere, ni oyere vuestras palabras, salid de Había también un sacerdote y un banquero.
de los años que han pasado en el casi todos aquella casa y sacudid el polvo de vuestros Jesús siguió hablando: nuestros numerosos generales. En resupies.
Guardaos de los que gustan andar con midas cuentas: se trataba de un viajero in No sabiendo Jesús a dónde dirigirse, echo ropas largas, aman las salutaciones en las significante, de un pobre hombre soñador y a andar como a la ventura hacia los barrios plazas, y las primeras sillas en los templos, mal vestido; de un señor, en fin, con mucho del Sud. Se diría que ejerciesen atracción y los primeros asientos en las cenas, que detalento, pero con muy poco equipaje. no sobre él los lugares en que viven las gentes zoran las casas de las vindas, poniendo por son estas, no, las condiciones que se requie. pobres. Andando, andando, llegó a Riachuepretexto la larga oración. Estos recibirán reo para figurar diguamente en la Vida so. lo, y se detuvo a mirar las faedas de los mainayor castigo.
cial; muy por el contrario.
rineros y de los estibadores. Luego dirigióse Al oir estas palabras, se estremeció el saSegún parece, una vez que Jesús llegó a a un restaurant sobre cuya puerta se leía cerdote, y se alejó de allí, santiguándose. la ciudad, se presentó en un botel aristocrá. este rótulo. The Friendships Open day Jesús, echando una mirada en su torno, tico, es decir, en un hotel caro, con el and nigth. En el cristal de la vidriera había prosiguió: propósito de alojarse en el; pero no bien unas inscripciones extrañas, tan caprichosas ¿Veis todo esto? De cierto os digo que no posó su planta en la mullida alfombra del y complicadas como el rastro de uu caracol sera dejada aqui piedra sobre piedra que no vestíbulo, un lacayo le salió al paso. Era el sobre uu sendero. El dueño, un judio, acce. sea destruida.
tal un jayán, era un hombrós alto y robus dió a dar pension a Jesús una vez que éste El banquero se horrorizo; se puso pálido to, que se distinguía, conio es de rigor en le hubo entregado algunas monedas de pla de estupor y de ira. Porque le pareció que su oficio, por lo bueno de su ropa y lo malo ta, que el buen hombre supuso turcas. Se Jesús señalaba los grandes edificios donde de su educación. Cubría su cabeza una im. lamento de que aquello le obligase a ir a la se guarda el dinero. Inmediatamente corrió ponente gorra de plato en la que resaltaban casa de cambio, expresando de paso su opi. a llauiar a un gendarme.
unas cabalísticas letras en oro, y vestía un nión de que los cambistas son todos unos Vea, agente, le dijo deteuga en se.
traje obscuro ordado con gran profusión de ladrones. También se quejó de lo malos que guida, bajo mi responsablidad, a ese atobotones y de pasamanería, todo ello no me están los tiempos, cosa que tenía costumbre rrante charlatán. Está propalando ideas nos áureo. La sola vista del hombre aquel de decir a todos los nuevos huéspedes. Je subversivas.
intimido a Jesús, que lo supuso militar. Aco sús le dirigió alguuas frases bondadosas, El gendarme se dispuso a hacer lo que se bardado, no se atrevió a dirigirle la palabra. aconsejándole conformidad y paciencia, y le indicaba, pero tropezó con la resistencia El lombre de la gorra de plato, en cambio, luego salió a recorrer de nuevo la ciudad. de algunos del corro. Entonces un grupo de así que vió la pobre indumentaria de Jesús, Llegó el Nazareno en su caminata a la jóvepes bien vestidos que paseaban por una se sintió elocuente. Irritado, increpó al via Plaza de Mayo, y se sentó a descansar eu un calle cercana, vino en ayuda del agente del jero, empleando expresiones que a Jesús le banco, al lado de un loubre astroso y con orden. Se produjo un tumulto. Algunos pre.
eran desconocidas: cara de hambre que leía con gran atención guntabau. iLargo de aquí! decía ¡Largo de aquí, la página de avisos de un periódico. Después. Qué es. Qué pasa?
baragán, atorrante. No sabe que está pro de unos instantes de lectura, el hombre con. Un maximalista, un subversivo! conlibido pedir limosna. Vaya y trabaje! muestras de mal humor, plegó el diario y lo testaba alguien. muchos corrieron Afuera, afuera inmediatamente, si no quie. dejó junto a sí, en tanto que decía irritado: ocultarse en los portales, por miedo a las re que lo haga sacar con el vigilante. Nada! No hay trabajo. Un día más a bombas.
Jesús no se altero, no contestó con pala pan y agua, si hay quieu los de. idaldita Se oían voces de lucra el ruso, muera bras de violencia; porque su natural fué sea. y profirió una fea blasfemia.
el judlo!
siempre de mansedumbre. Se limitó a decir Entonces Jesús lo reprendió dulcemente, Los jóvenes se, adueñaron de Jesús, lò que no iba a pedir limosna, sino que deseaba diciéndole suaves palabras de bieu. El hom. arrastraron, desgarraron sus ropas, quemahospedarse allí por unos días; que no le fal bre se sonreía con aire burlón, y excla. ron sus barbas, Al primer agente se habían taría con qué pagar, pues conservaba algumo: unido ya otros varios, y entre todos lo ronos denarios. En efecto: contra su costum Sí, sí. Todo eso que usted dice, lo dijo dearon, a fin de llevarlo a la Jefatura de Pobre, traía entonces consigo unas cuantas Jesús bace veinte siglos, y ya ve cómo estoy licía. En este momento, pasaba cerca del inonedas de plata, con objeto de darlas a yo; ya ve cómo está el mundo.
lugar de los heclios la señora presidente de los pobres que encontrase en el camino.
Sin darse a conocer, y como se hubiesen la Congregación de Adoradoras del Corazón Cuando Jesús terminó de hablar, ocurrió acercado varios desocupados que se encon de Jesús. vista del tumulto, por conse.
algo bochornoso. Dos, cuatro, seis nuevos traban en los bancos próximos, el Galileo cuencia del cual se paralizó el tráfico. prefámulos, que se habían ido. ubiendo al pri. siguió hablando. decía: guntó al chauffeur de qué se trataba, y mero en tanto hablaba Jesús, estallaron en Bienaventurados los que ahora tenéis han. cuando estuvo informada, y vio que los Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica 11