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Repertorio Americano Poemas en prosa sobre la mujer Mujer madre; tiéndete sobre la Teoría salvadora ferir en el púmero de enero de su cuencia. Ha pedido, conso Verlaine, tra. Allí está Mussolini que satisface revista Jerarqula, que llega para la que se le tuerza el cuello en tierra de esa terrible esperanza. Es el aprín.
revolución triunfante el atempo se. tradición ciceropiapa. Para él, se con cipen de Maquiavelo, el duce tran.
condo. una segunda faz en que avan. vierte el discurso en breve comentario quilo, porque es fuerte, a la cabeza de zará por grados, sin temores de seriec. de qua intensa acción. En silencio un pueblo que cree siempre no, en la tud pi impaciencia de mocedad. Ha prepara planes de combate, y pone, al sumisión sino en el poder, en la virtú terminado ciertamente el reioo de los ejecutarlos, una rectilínea voluntad, cruel, altiva y segura de los hombres dioses menores; de Giolitti, de Nitti, sia remordimienio y sin fatiga. En el del Renacimiento.
de Orlando, viejos capitapes fatigados, duelo hermano y cotidiano de la pa. La Nación, Buenos Aires. pero los hombres nuevos:prefieren «la sión y de la razón, del instinto y del marcha romana de cuadradas legiones deber, el duce se inclioa resuelta.
a los saltos mortales de Moscú. Pro. mente a un orden en que triunfan gresar sio destruir: anulla dies sine» ideas claras y normas precisas. Se ade.
línea, es el lema fascista; a cada día lantó a él Napoleon declarando que de corresponde una tarea peculiar. El tiempo consolida estas operosas y len.
tas construcciones.
El duce es capaz de esperar, de Por BAGARIA tierra y hazte tierra; saptificate.
contemporizar; puede, como el Fabio lávate de tus viejos prcados cou la san.
de la antigua Roma, sentir proclividad gre de tu dolor al bifurcarte.
hacia soluciones prudentes, atribuir al Mujer madre, entrégate a tu bijo tiempo una función esencial en su hasta olvidarte de ti misma. Mujer obra excelente. Ante algunos de sus madre, cuando llegues al fo de tu gestos teatrales, ante la violencia de amor y de tu ardor, ya no eres tú, ya determinados discursos, declararon sus no vas a vivir para ti. Mujer madre, émulos que le arruinaría un salvaje tú no debes ser egoísta.
impetu, que faltaría siempre a sus ac.
Recibe al hijo con veneración, reci.
tos la mesura, Mussolini había escrito be en él el perdón de tu culpa, y cuinque Kerenski era un dictador de car.
ple, con el último de tus servicios, tu tón. Para abrumarlo los socialistas le condena por haber sido impura.
llamaron Kerenski, capitáo locuaz que Mujer, hazte un rizoma, y da lirios; de taba su energía en arengas.
levai sobre ti, ya que te has enterraEl jefe del fascismo ha sorprendido do en el polvo, un cepo de lirios.
a sus enemigos porque sabe esperar.
Mujer madre, educa a tus hijos con Giuseppe Prezzolini, que ejerce tan el ardor con que te entregaste al amor; sutil influencia sobre las nuevas genepon en tu diaria paciencia, el tesón que raciones italianas, me dice que conoce ponías en tus horas para buscar al a: Mussolini desde hace veinte años, amado. Muestra que tu empeño en desde que dirigía, en Florencia, la hundirte hasta el corazón oscuro de la Voce; y que sabe cómo reune a una MUSSOLINI. Per a sere bono gober. tierra, fué el enipeño tembloroso de formidable voluntad un entendimiento nante hay que amordazare a tutto enemico hacerte raíz. Muestra que po eres ciega que calcula, una lógica fría. Puede di gobernanti, que sono il giornale, il pollevar a terribles extremos la lucha y Italia.
pulo, la famiglia; en y sin conciencia, como un animalito, una parole, tutta sino que tu voluntad guía tus pasos.
detenerse luego para evitar ruinas. EI Sol, Madrid. Prueba que sabías lo que buscabas a obedeciendo a un firme sentido de la través de las sedas del beso, y que no mesura. Autoritario, a menudo ego vivir en su época Corneille creador de rehuyes la espina, que sabes sacrificarte céotrico, segúo su biógráfo Pietro Gor. héroes completos, le elevaría a la dig. porque supiste amar.
golini, se rodea de hábiles consejeros, pidad de príncipe. También, bajo la Mujer, recibe la waterpidad como busca activos ministros.
dictadura fascista, se vuelye a Leopardi una corona; como una corona tejida de Fácilmente se convierte en ditirambo en literatura; en arte, a Cánova, como lirios y de espivas. Lleva con orgullo el elogio de sus partidarios, tan fuerte si se sintiera la fatiga de lo desmesu.
tu pecado, porque llevas en tus brazos es la acción que sobre las voluntades rado y atormentado.
la redención.
circunstantes ejerce esta individuali. Es un clásico, ha dicho de Musso.
dad soberana. En torno a él, escribe el Bendición lipi un escritor que le estudia sin ex.
señor Emilio Settimelli, al trazar el cesivo entusiasmo, Mario Missiroli, MADRE, mi árbol, mi brazo duro te retrato del Animador, todas las cosas porque «sabe interpretar las pasiones refleja; mi carne pueya te répite; wa.
parecen frágiles y transitorias, los sin sentirlass. Crea emociones colecti. dre, lejana madre de mi madre, vives hombres criaturas de una raza infe vas y las domina; levanta mitos sobre aún. Tus párpados deshechos miran en rior. Aun quienes le discuten recono. la apgustia humana; y, mientras deja la tierra, todavía la gloria del señor.
cen que es un «gran artista de la ac a otros el romántico frenesí, impertur. Tu carne tiembla, tu pasión vive; ción. Se le ha comparado con Cavour bable, conserva una desencaptada lu. tu pensamiento no se ha esfumado dei y con Crispi, con los grandes estadis. cidez en su actitud.
todo.
tas italianos desde la época del «Risor: Hace treinta años, estudiando la Tus manos tejen aúo al atardecer gimento, grandeza y la miseria de los Aurispa, mirando los caminos.
Rasgos popoleópicos dar a su fiso familia señorial, Annunzio se la. Madre lejana de mi madre, tus lapomía moral singular prestancia en mentaba evocando a las razas decrépi. bios callan, pero los míos hablan por tiempos de desencanto y de flaqueza. tas ¿Dónde está, preguntaba, el «do. ti.
Creo que no ama a los ideólogos. En minador fuerte y tiránico) que por ala Se hace palabra en mi lengua, lo que el principio de toda grandeza está la energía de su voluntad podrá elevarse tembló como un aleteo doloroso en tu acción, diría él, como el Fausto. Le sobre el Bieu y sobre el Mal. Para él pecho; se hace realidad para mis ojos, inspira «irresistible fastidios la elo quería la corona de rosas de Zaratus lo que fué éxtasis en los tuyos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica