Repertorio Americano 269 Igual cosa sucedió con el abledov cen en una sucesión casi invariable. funto, ejerciendo la filantropía a manos (amaranthus spinosa. y por qué desaparecen algunas, sin llenas; y dió dipero a cuantos se lo de.
Ahora deseamos plantearvuestras razón aparente?
mandaban con apariencias de pecesidudas, que son varias, Hay, sin duda, en la vida de las dad; y cuando hubo dado mucho, ob.
En primer lugar. de dónde vienen hierbas de los campos, mucho igno servó que los pobres no disminuías, y tan diversas clases de hierbas?
rado aún y que puede llegar a ser de supo que uno a quieu había entregado Hemos enumerado las variedades suma utilidad para el agricultor cono una suma gorda, porque se decía padre sobresalientes, pero son wiles las que cerlo alguna vez.
de varios hijos que estabau en la indiaparecen.
La fuerza, el poder germinativo, la gencia, fné recogido una noche en la Por otra parte, anosotros no trae. resistencia de estos pequeños vegeta puerta de una casa de juego, borracho mos estiércol ni materia alguna en que. les, averdaderos salvajesø, es tal, que perdido y sin un céntinio.
pudieran vepir semillas al terreno. si el agricultor descuida un momento Cambió entonces de táctica: cerró la Además, aceptando que en el suelo el combate, lo vencer. bolsa a la filantropía y la abrió a la estén las semillas. cuál podrá ser la La mala hierba es el problema que caridad, destinando a los institutos de razón que existe para que no germimás urge resolver.
beneficencia la mitad de sus rentas. nen simultáneamente? Por qué lo haJUAN CARAZO por ese lado se alivió de un gran peso. Pero qué hacer con el resto? Naturalmente, montar una gran casa, con muebles soberbios, y numerosos criados con librea, y cocheras atestadas de De cómo se juzgó recientemente a un muerto magoſficos carruajes, y darfa comidas Pongan atención los vivos.
Uyor y conciertos, y deslumbraría a París con su boato; was es el caso que él había vivido hasta entonces en su di.
or a poner en solfa castellana lo tribuyó aquella enorme fortuna, sig minuta casita de campo, servido por que há poco soñó uno de los re que la caridad vi la filantropía hubie. una cocinera y un criado, tan sųwisos, dactores de uv grau diario parisiense. ran recibido un solo centavo de ese tan cariñosos y leales y su vida había Prefiero hacerlo así, en vez de traducir mercader condecorado. Para los em. corrido siempre tan tranquila y feliz!
fielmente su relato, porque este pro. pleados del almacén que le ayudaron ¿Cómo cambiarla por aquel palacio cedimiento me da la ventaja de poder a acumular su riqueza, una iniseria; lleno de francachelas y de fórmulas, hacer de pasollas observaciones que para los pobres de París, para los ins: hostigado día y noche por el mundo we sugiera mi caletre.
titutos de beneficencia, pada!
vicioso e importuno, que le criticaría Pero antes diré quién era el muerto, De diodo que este infeliz, que vivió más acerbamente mientras más dinero cuya última disposición testamentaria sio lustre y sin gloria, pidió por acto le arrancara?
fué causa de aquel sueña de vana ostentación que lo juzgaran No, mil veces no. Se quedaría en sui Llamóse en vida Chauchard; fué después de su muerte, y la sociedad casita, cuidando amoroso sus cuatro propietario de los grandes almacenes intelectual y el pueblo de París lo han matas del jardín, sólo con su alegría y del Louvre; amasó en ese comercio juzgado. de qué manera! Cuando con la paz de su alma.
una fortuna de ciento cincuenta millo. el convoy fúnebre desfilaba. por las Pero bien podría comprar up autones de fraricos; no se le conocieron calles de la gran ciudad, formado por móvil para correr por las calles, como punca parientes, auoque ahora, des amigos pagados para el caso, las gen un anuocio ambulante que recordara Cpués de muerto, le han resultado algu: tes que lo veían pasar se encoglan de a todos su riqueza. Mas ¿de qué mapos, indudablemente apócrifos; no hombros, y exclamaban con un mobín bera puede divertir a padie eso? Salir fué casado porque nunca tuvo tiempo de desprecio: avoila le cochon; tapta disparado en una máquina como un desocupado para cortejar a pioguna bulla para enterrar a ese marranov. loco, atropellar aquí a un anciano, dama honesta, y además por razones Como juicio póstumo, creo que a asustar más allá a los viños que jue.
de economía; cifró su vanidad en al. nadie se le ha hecho uno tan expresivo gan, aplastar acullá un perro que se canzar la Legión de Honor, que le fué oi tan laconico.
atraviesa, no parece que pueda ser concedida por Loubet en pago de Veamos a hora lo que, con motivo de diversión muy agradable; y en cuanto unos cuadros célebres que regaló al ese acontecimiento, que dió pasto un a tener el automóvil para pasear por el Museo Nacional, y por último, ha dia a la crónica mundana de todo Pa campo, sabido es que eso no sirve sino muerto a principios del mes pasado, rís, soñó el escritor a que me referí al para circular por las carreteras, donde dejando dispuesto en su testamento principio.
lo anico que se encuentra es mucho que su cuerpo, al cual él amb con un Pues soño que había sido uno de los polvo, y muchos transeuntes a quienes egoísmo sin límites, fuese embalsama. legatarios de Chauchard, en capti. se incomoda en su marcha penosa de do, y se le hicieran los funerales y el dad próximamente igual a la que reci. peatones, que van cansados después eptierro más fastuosos que haya pre. bió la dama en recompensa de sus de la brega del trabajo, y agobiados senciado París.
esfuerzos por animar las energías atro. quizá bajo el fardo de sus necesidades En su disposición testamentaria qui: fiadas del amor en aquel viejo valentu. y tristezas. Además, esta máquina sólo so legar a Mr. Loubet siete millones, dinario, una suma así como de cin. puede ser útil a los charlatanes ambuque este austero anciano no acepto; cuenta millones, que se le presentaba lantes, que van de pu blo en pueblo pero a Mr. Leigues, Ministro que fue en monedas relucientes, amontonadas con sus fierros de saca in uelas y sus de Mr. Loubet, y menos delicado que en el suelo de su cuarto, formando una frascos de medicamentos maravillosos, éste, le dejó doce millones que sí acep. colina de oro.
desquijarando a las gentes, y prego.
tó; a una jamopa del mundo galante, Lo primero que hizo fué calcular las pando en las plazas desde lo alto de que en los últimos años trató en vano reotas que eso le produciría. Una enor. su carro de bohemios, sus maravillosos de encender los destellos apagados del midad: imás de doscientos mil francos específicos. Pero para un hombre de amor en el cuerpo de aquel viejo codi. al mes!
juicio y millonario. cioso y tétrico, icincuenta millones. qué iba a hacer él con todo aque Nada de automóvil. Seguirá el como y así, entre la vanidad de su sepelio y llo? Vamos por partes. Empezaría antes paseando libremente por los cani: diversos legados extravagantes, se dis por rectificar el torpe proceder del di. pos, recorriendo los senderos al azar, Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica