Repertorio Americano 331 México y América Central, dos calles de la Asunción, Paraguay La religión tio puede colmar mi inteli(gencia.
La poesía me engaña con su ritmo sin vida.
El Ideal se estrega en cualquier emergencia y nuestra su esqueleto de ambición corrom(pida.
La miseria es tan grande sobre toda la (Tierra. La miseria del alma, que no tiene remedio.
Quién te diera la Gracia de saber que se encierra una perla siquiera en este mar de tedio. Oh Jesús. Si tu inpienso sacrificio fue vano y la humanidad sigue con su cruz a la (espalda. qué puede bacer la buena voluntad, de mi (mano si tu divina Muerte sus miserias no salda. Qué Redención, si fué tu Redención inútil. Qué Pasión si la tuya no ha dado fruto (alguno. Oh Jesús! Qué tortura para ti ver la fútil vanidad de los hombres renacer de uno en (uno. Alma mía, te mueres de seriedad. Ob. quién te diera la frivolidad mágica de no pensar en nada.
De reir con la risa clara de primavera sin sospechar la inmensa miseria acumu. lada. des ME HE ASOMADO AL ABISJIO DE MI ALDIA El Diario de la Asunción, Paraguay, registra las líneas que siguen, entre otras, en el numero del 15 de setiembre de 1921. Las firma Alfonso Campos, Director de la Escuela de Comercio: En la Escuela de Comercio, que siempre la dedicado decidido y entusiasta empeño en celebrar las efemérides americauas, festejará anibos centenarios. en un solo acto, el dia 27 del corriente, para unificar su sincero homenaje a las seis paciones que propiamente hablando constituyen, desde luego, una sola gran patria espiritual robustecida por las fuerzas vivas y latentes de la raza, las tradiciones y la vecindad, que crean lazos afectivos y económicos muy arraigados y positivos. en el deseo de que quede un testimonio niaterial de la adhesión del Paraguay con motivo de los dos auspiciosos centenarios, solicité de la Municipalidad de la ciudad de la Asusciou, que sean puestos a dos calles de esta los nombres de México y América Central, petición que ba merecido como era desde luego esperar, la aprobación, unánime de los señores miembros de la comuna.
La fiesta que prepara la Escuela, será modesta en sus proporciones materiales, pero muy expresiva y sincera, porque se inspirará en el fraternal cariño que une al Paraguay con aquellos lejanos pueblos, hermanos nuestros por la raza, y las tradiciones de profundo amor a la patria y a la libertad. Me he asomado al abismo de mi alma y me he sentido vacilar.
He intentado mirar hasta su fondo y he sentido que el vértigo está alí.
POETAS ARGENTINOS.
LUISA LUISI Eros no obsesiona a Luisa Luisi como a Delmira Agustini, Juana de Ibarborou y el resto de la pléyade de poetisas latino americanas cuyo pensamiento es un lieliotropo que se mueve siguiendo el movimiento del amado en quien está la luz toda, el calor todo de su poesía.
Por sus versos corre la inquietud del misterio de la vida, con dolorosa e infi.
pita persistencia.
Es una mística cuya religión no está vaciada en los vasos estrechos de los dogmas proclamados, su templo tiene la vastedad del universo. ratos lace pensar en Teresa de Jesús con su corazón atormentado por una espina.
El upico libro suyo que conocemos, es aInquietudo y la lectura de sus versos nos deja el pensamiento intranquilo y melancólico. Quién soy. quién soy. Qué fuerzas me gobiernan qué no sé comprender. Qué alma extraña a la mía es quien me empuja hacia el bieu y hacia el inal. Extraña carcajada me responde desde el fondo nás bondo de mí misaa cuando creo ser yo quien me dirijo en el vasto oceano del vivir. Quién me dicta las voces apacibles de mis versos serenos; quién pone una tortura inconfesada en mi inquietud secreta; a quién, a qué ser misterioso y sarcástico obelezco sin saber si soy o si no soy yo. En dónde está mi yolunlad. Existe. All mísero grano de polvo en torbellino eterno arrastrado por fuerzas extralumanas, adónde vas. Acaso en tu ilusoria libertad, comprendes que te llevan a un mundo misterioso las fuerzas ancestrales que en ti rugen con voces primordiales. Adónde voy. Qué quiero. Quién me (empuja desde el abismo negro de mi alma, extraña sima que me atrae, o violento huracán que me sacude sin preguntar mi voluntad. Fuerzas incontrastables me levantan.
lacia una aspiración indefinible; yo me siento fatal como los astros encadenados a una ley ignota; sigo mi trayectoria ineludible más allá de la Vida y por la Vida, agitando mis manos a las cosas en un supremo esfuerzo, con un adiós desgarrador sobre los labios.
Ah! poder detenerme un solo instante, ALJA MIA, TE MUERES DE SERIEDAD.
que el corazón es un inmenso oceano triste donde naufragan todas las velas del en sueño. Alwa inía, te mueres de seriedad. Ob. quién te diera la frivolidad mágica de no pensar en nada.
De reir con la risa clara de primavera y pasar por el mundo como una flor alada. Alma mía te mueres de idealidad. OL. quién te diera el objeto supremo de una fe que no duda. La belleza sin marcha de una dulce Quimera que a los hoodos reclamos de nui nostalgia (acudal.
Quién te diera la Gracia de no saber que (existe un pensawiento turbio detrás de cada ceño. 1) El de la Independencia de México y de Centro América. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica