CommunismMarx

REPERTORIO AMERICANO Editor: GARCIA MONGE TOMO III SAN JOSÉ DE COSTA RICA, LUNES DE ENFRO DE 1922 NO 19 Estética y Civismo dría edificar un Estado sobre la Esté.
tica como sobre la hermosura del sol poniente. Hablando con Mr. Wells. Mr. Wells tiende la mano hacia el horizonte, incendiado de una suave POR RICARDO BAEZA tinte rosmarida. Hay también, prosigue. quien WELLS interrumpe nuestro como del «condensado esplendor del dice que ignoro las leyes de la reconspaseo por estos campos que cir espíritu humano, luminarias eternas trucción ecomómica, y que ésta debe cundan su soledad rural de Easton del alma. para citar la frase misma de anteceder al proceso de educación.
Glebe y nos invita a tomar asiento a uno de los críticos en cuestión. Perfec. Pero, en realidad, la reconstrucción la sombra de un copudo castaño. Sus tamente, no he de discutir el contenido económica y la educación están entreojos, de un chispeante azul gríseo, se de estas frases, aunque para mí traslazadas, y viven en una inseparable reposan en estas praderas, que una ciendan demasiado a idolatría. Esindu.
reacción. La ciencia económica es tenaz sequía amarillece, y al cabo se dable que no haber leído a Shakespeare simplemente el estudio de las ideas de levantan hacia nosotros.
es haber perdido ricas y profundas extrabajo y propiedad en acción. las Mr. Wells está preocupado por las periencias, como lo es no haber escalado ideas son las que hacen los hechos polémicas que se han levantado en económicos, y no éstos los que produ.
los Alpes, o visitado Roma, Paestum, torno de su último libro «El Salvamen Atenas, o contemplado algunas precen las ideas: equivocación fundamen. to de la Civilización. Súbitamente, le paraciones microscópicas, o llevado a tal de Karl Marx.
aqueja un amargo pesimismo sobre la Y, un momento. Mr. Wells parece cabo algunos experimentos físicos y inteligencia de sus contemporáneos. químicos, cosas todas memorables.
colgarse de las barbas obsesionantes del Mesías comunista.
En particular los capítulos titulados Pero pretender que el hombre no pue. 19 Biblia de la Civilización» han Otros me echan en cara que no de ser un buen ciudadado sin haber suscitado una tempestuosa controver. pasado por ellas, me parece, sin pa: adopte posiciones en esta condenada sia. Muchos críticos ingleses no han liativos, una formidable simpleza. Las cuestióu irlandesa. Pero es que, a mi podido presenciar sosegadamente la necesidades primarias de una sociedad juicio, ninguna de las dos partes tiene exclusión de Shakespeare de esta Biblia razón. Mejor dicho, ambas están irre.
son justicia y cooperación; tanto valideal, y la inclusión, en cambio, de almediablemente equivocadas. En total, gunos versos de Henley, y se ha proclacreo que el Nacionalismo es todavía, mado la herejía literaria de Mr. Wells.
peor que el Imperialismo. Como so.
Pero Mr. Wells no se resigna con cialista, niego el derecho a hiocar los su sambenito. Ya ha contestado públipies en tierra y gritar. Esto es mío. camente a algunos de sus censores, y aiFuera de aquíl» no acabo de comno desaprovecha la ocasión de justifi.
prender la mentalidad que se entucarse también privadamente. Varia siaswa por el nacionalismo irlandés, o sólo el modo. Las contestaciones de egipcio, o jodostánico, y se enfurece Mr. Wells en la Prensa son justapen.
contra el nacionalismo francés o itate famosas por su acidez y su acome.
liano: unos y otros el mismo lamenta.
tividad, en tanto que, en privado, ja.
ble tejido, con diferentes colores.
más se altera un punto el buen humor y Todas estas ideas, que inevitablemente la mansedumbre de Mr. Wells, sobre conducen al derramaniento de sangre, cuyos labios travesea constantemente hay que fundirlas con más amplias una sonrisa especiada de malicia.
concepciones de obligación política y Uno de mis críticos comienza moral. si para ello será más átil Mr. Wells se pregunta. Qué puede enseñar a los niños las bellezas de cimentar la sociedad humana sino un Sófocles o la historia de la humanidad, común amor de la belleza. y me es extremo que abandonarenios a la acusa de pouer las cosas bellas, como consideración de esos críticos descon.
tales cosas bellas, fuera de los mate.
tentadizos. no le parece a usted?
riales de cimentación necesarios para tornamos silenciosamente hacia el salvamento social. Pero la base de Easton Glebe, rumiando, a pesar de una comunidad es una idea social la dulzura del crepúsculo, las espinosas común, una común concepción del cuestiones suscitadas por Mr. Wells.
deber y la justicia; y un común amor Pero, lay. que apenas es permitido al de la belleza no ofrece motivos ni mé.
periodista espigar de tarde en tarde todos para una cooperación social.
las ideas, sin que se le consienta siAdemás. es que puede existir un quiera emprender el cribado y la mo.
común amor de la belleza. Es que la lienda.
belleza de los demás es mi belleza. Loodres, julio.
Hablan de Shakespeare y de Sófocles HERIBERTO WELLS (El Sol, Madrid. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica