Repertorio Americano.
223 namente, nos despedimos de él, ofre. yándose sobre los hombros de Ors y a Virgilio, cuando Virgilio einbarco ciéndole el sitio de honor de nuestra Corominas, cantó las palabras aiGre para Grecia; aSic te diva poteps Cimesa común. Pedro Corominas se sentó cia, Grecia. Jerusalén, Jerusalén. y pría. Maeztu tendrá que absolver a su diestra, Ors a su izquierda. opuso a la belleza de la muerte pagana al latino. Nosotros pedimos a los dioMás allá, Gabriel Miró, Canals, Za las trompetas del Apocalipsis, anun. ses que nos devuelvan a nuestro amigo barta, todos. nos despedimos de ciando la vida perdurable, se emocionó intacto. Intacta su fuerza vasca; inMaeztu porque una tarde llegó a nues. él y nos emocionamos todos.
tacta su cordialidad.
tra tertulia y dijo: Un amigo nuestro, luego, exclamo. Me voy. Me echan de mi casa aiQué bien representaría el Hamlet. JOAQUÍN MONTANER de Londres, y he de recoger mis libros, Maeztu se pos va. Nosotros quere.
mis papeles. Me voy. nosotros no mos recordarle aquella oda de Horacio (Nicevo Mundo. Madrid, febrero 1920. queríamos que se fuese sin que comie.
ra a la vez que nosotros nuestro pan, y bebiera también con nosotros nuestro vino. Al final, Xenius recordó que LA ASAMBLEA DE LAS NACIONES Los pueblos de nuestra habla Fue Maquiavelo, comentando las Décadas de Tito Livio, decía, al tratar de la fundación de Roma, que o Rómulo o Remo, uno de los dos, había de desapa.
recer, y que aconsejaba a Rómulo que El Evangello que ha empezado a predicarse en España: matase a Remo.«Y Remo añadía Trabajo, Ahorro y Saber Ors. ipo hubiera podido crear una Roma de artistas, de intelectuales. Maeztuconcluyó Xenius. us. UÉ una buena inspiración la que los de todas, las Delegaciones que in.
ted es un intelectual que va, que ha hizo presentar a la Delegación sistiesen en que se adoptase también de ir a la política militante. Si quiere española una moción pidiendo que se su propio idioma. Creo basta inneceusted que su obra sea fecunda, yo le adoptase el español como uno de los sario reprochar su hostilidad a la Deleaconsejo que abogue usted a Rómulo, idiomas oficiales de la Asamblea. Şir gación italiana. Casi podría decirse antes de que Rómulo le ahogue a vió, desde luego, para unir en un haz que la cuestión del español está ya usted. Luego Pedro Corominas brindó a todas las Delegaciones que lo tienen colocada por encima de las voluntades por los veinte años de su amistad con por idioma materno. los tres días de de los hombres. Hoy lo hablay cien Maeztu. Una amistad limpia de toda haberse reunido la Asamblea, los ob. millones de personas, que ocupan terrihipocresía; le habló de nuestro clasi. servadores señalaban en ella cuatro torrios capaces de mantener una pocismo y de nuestras serenidades y grupos: el de Inglaterra, sus colonias blación diez veces mayor. Es muy transparencias. Acabó diciendo. Si y las naciones asiáticas; el de los neu difícil de evitar que lo hablen 200 no fuera por esta Barcelona que quema trales europeos del Centro y del Norte; millones en 1950 y 400 millones en el conventos y tira bombas, que tiene el de Francia y las naciones que le año 2000. antes de que esto ocurra este fondo turbio y espeso de acracia son más afectas, y el de los pueblos será considerado el español como un y de acción directa, estaríamos todos hispanoparlantes. De no haberse pre idiowa imprescindible.
convertidos en unos epicureos. septado la moción, no habríamos sos. Pero antes de retirar la moción deMaeztu se levantó, no demasiado pechado el calor con que la defende binos defenderla en la tribuna de, la tieso, a conversar en voz baja. Sus rían los delegados de Cuba, Panamá y Asamblea. Para ello habría sido nece.
palabras fueron una enorme expansión Nicaragua, quizás los países más ame. sario que nos hubiese representado en.
lirica. Sería imposible seguir, ni aun nazados por el imperialismo norte. Gine persona capaz de decir en rastreando, su vuelo. Vosotros y yo americano.
francés un discurso elocuente, cosa vino a decir nos entendemos perfec También estuvo bien que la moción que no es difícil. Eu caso de no encontamente en todo, menos cuando pone se retirase en cuanto se manifestó la trarla a mano, y aun renunciando a mos a discusión el problema estético. hostilidad de otras Delegaciones, como defender nuestra propia moción, haHabló del origen del arte, atribuyén. la italiana. Ya el hecho de que todos bría convenido infinito que nos hubiese dolo al sueño, al ansia de encontrar los discursos habían de ser traducidos representado un orador, aunque sólo en poderes que escapan a la humana del francés al inglés o del inglés al fuese orador en castellano. Es una comprensión la necesidad de satisfacer francés daba a las discusiones una gran pena que nuestros hombres pú.
puestros anhelos. Pero no vamos a re lentitud desesperante. No era cosa de blicos se hallasen tan embargados por señar su discurso. Cuando llegó al ca. hacerlas imposibles añadiendo a estos las elecciones, que el temor a perder mulo de su exaltación; cuando, apo dos idiomas no sólo el español, sino un par de actas los retuviese a todos ellos en España. Inglaterra estaba representada por tres hombres públicos de primer orden: los señores Balfour, EDICIONES JUVENTUD EDICIONES Fislier y Barnes; Francia, por los seño.
JUVENTUD Agustinas 623, Santiago de Chile res Bourgeois, Viviani y Hanotaux.
Publicados: España sólo lo estuvo por diplomáticos José Ingenieros: LA DEMOCRACIA FUNCIONAL ENRUSIA 25 profesionales. Aquello, empero, no era Miriam Eliin: Los ojos EXTASIADOS (2. 00 una Cancillería, sino una Asamblea.
Carlos Pereyra: LA TERCERA INTERNACIONAL COMUNISTA DE MOSCÚ 25.
No podíamos estar representados con: Eo Prensa: venientemente por burócratas habitua.
José Ingenieros: LA REFORMA EDUCACIONAL EN ROSIA 25 dos a la obediencia y a la disciplina.
En preparación: Necesitábamos hombres capaces de Torres Rioseco: ANTOLOGIA DU POETAS YANQUIS.
tomar iniciativas y arrostrar responFederico Gana: MANCHAS DE COLOR.
Agencia de estas ediciones: en la Administración del sabilidades.
REPERTORIO. ello porque se nos ofreció una situación impensada, que debimos ha Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica