Repertorio Americano 6322; 299 El Doctor Membreño Membreño TAL.
fablares del pueblo que tan de meno.
ria se sabía. Ni en los momentos gri.
ses, ni cuando la tormenta amagaba más, punca se le vió amilanarse. Washington, 16 de abril de 1921. ovaciones efímeras, se refugiaba en su aunque anduvo metido muchas veces biblioteca, aquel nido de su buho fa en aventuras de aquella política cen.
SEÑOR GARCÍA MONGE, miliar, en que el gustaba distraer sus tro americana que casi siempre coensueños leyendo y releyendo como mierza en sainete para concluir en San José de Costa Rica.
los monjes que se olvidan de la Muerte tragedia bufa, lograba que su bubo a fuerza de la continua maceración regresase a tiempo a la torre a disfruAmigo don Joaquín: mental. Su bibliotecav he dicho, y tar de calma nocturna, ya encendidas era la mejor de Honduras, pues él las estrellas, y en el patio de la casona AL vez Honduras ha perdido, con tenía un gusto de abad para escoger lleno de brisa y gracia el jardín.
la muerte del Dr. Alberto Mem. sus amigos, quiero decir sus libros. De su cultura ecléctica, tan discreta breño, a su más conspicuo hombre de Si no la hubiera dejado a beneficio de y refipada, nos quedan sus escritos.
ciencias y letras de esta época. Era, la Universidad, de seguro que en su Preparaba un estudio sobre el Código en verdad, la suya una figura llena de testamento se leería el lapidario elogio: Civil de Honduras y mucho más debe proceridad. como lo traté de cerca Que se me entierre con mis libros. quedar inédito. Cuando se publique su y le debo consejos a tiempo, frases Un buho, pero al que le gustaba el epistolario se conocerá una de las me.
animadoras, sonrisas eficaces, he aquí jores actividades de su intelecto; porque el buen amigo se me aparece de que pocos en Centro América ban repente, en la penumbra de esta mesabido manejar con un donaire propio moranza, cálido de aquella alegría que y reflejarse tan bien en una carta: era ya es inolvidable para cuantos gozaun epistológrafo de nota, una persomos de la simplicidad de su trato.
nalidad florecida de campechanería, Era de Tegucigalpa, de aquella ciuun literato cabal.
dad en que si se alborotan los colibríes Enunciaré algunas de sus obras y de oro en la fiesta solar, de pronto escritos: Repertorio Alfabético de Juris.
ante la atonía de la montaña azul ce.
prudencia en que ordenó los precedenleste se empinan aguiluchos caudales.
tes establecidos de 1881 a 1891 por la Su padre era don Manuel, a quien las Corte Suprema de Justicia y el Tribugentes llamaban «Membreñón. para nal Supremo de la Guerra; Elementos de distinguirlo del hijo que ya lo emulaba.
Práctica Forense en materia civil según Le enseñó las letras y los números el la Legislación Hondureña (1893) en Maestro Bustillo a quien siempre que ordenó la doctrina del procedi.
quiso, y a poco de graduarse de licen.
miento, armonizando los textos de los ciado en la Universidad del santo Códigos Civil, de Minería y de ComerPadre Reyes, tomó lecciones de don cio; Discurso (en la sesión inaugural)
José Esteban Lazo y más tarde, fué.
del Primer Congreso Pedagógico (1894. ingeniero de la Facultad de Ciencias.
en que disertó sobre el pasado y el a Membreñitos sobresalió en múltiples presente de la escuela hispano ame actividades: Alcalde de Tegucigalpa, ricana; Honduireñismos (3 ediciones, Juez de Letras, Profesor Universitario, la última en 1912. con vocabulario de Magistrado de la Suprema, Congre.
los provincialismos de Honduras y sista de los de la República Mayor, fragmentos de los dialectos vernáculos, Cónsul de Colombia, Jefe de la Delegadesde el Moreno hasta el Chortí, preción al Primer Congreso Pedagógico cedidos de unas Ligeras Observaciones centroamericano (1893. Ministro en El finado Doctor ALBERTO MEMBREKO sobre el Habla Castellana en América; Guatemala (1903. Ministro de Ios.
Ley Agraria del Estado de Honduras trucción (1904. Plenipotenciario en (1898. Nombres Indígenas de la ReMadrid (hasta 1907) obteniendo el alborozo del sol: tal sería la mejor de pública de Honduras (1901. Alegalo Laudo Real que da a Honduras la fron finición de su persona. En su efigie presentado a Su Majestad Católica el tera del Segovia, Ministro de Relaciones hay que poner lineas fuertes tomadas Rey de España en calidad de Arbitro (1911. diplomático en Washington y a la máscara de los indios, pues sangre por los Representantes de la República México (hasta 1917. Presidente de la de ellos tenía a torrentes quien, como de Honduras y Réplica al Alegato de República (1915. Lo demás, es decir él, los estudió con tanto entusiasmo Nicaragua (Madrid, 1905. Azteguis.
wedallas y diplomas (y creo que hasta de aborigenista; y tenía del indio el mos de Honduras (México, 1907. La fué Diputado y Académico de la Len. dejo, algo de la pachorra, no poco de Escuela Pública de Honduras en la gua. se le dió por añadidura.
la astucia. Desconfiado era, pero sabía a Colección Arielo. México, 1910. En Pero sobre esas distinciones con que ser cordial cuando abría las puertas de The New York Times, del 23 de abril de lo halagara su fortuna de hombre pú su casa. si alguna pena lo contur 1915 aparece una sinopsis del plan que blico, en la que a buen seguro tomaba baba, nunca lo reflejó en el semblante, presento, como miembro del Comité parte con cierto desencanto, estaba el porque supo siempre ser desdeñoso de la Unión Pan Americana, con el estudiante devotísimo, el aschollar» ante la intemperie del mundo, humil Embajador argentino y el Ministro del modesto que a los sesenta años parecía de como el pan que se partía en sus Uruguay, para asegurar la neutralidad un muchacho por el optimismo. Don ágapes crepusculares, cortés sin afec de este Continente durante la Gran Alberto tenía mucho de patriarcal, a tación, rebosante siempre de un humor Guerra. Conozco también su estudio pesar de su ceño siempre ensombre que muchos le envidiaban. Algunas sobre La Flora de la América Tropical, cido de algo que se creyera nostalgia; veces, para distraerse cantaba topadi leído en la Sociedad Antonio Alzate de y cuando lograba alejarse del bullicio llas del terruño, y cuando conversaba México y publicado en la revista de ambiente, pasada la tempestad de las con animación era de aprenderle los dicho Instituto y más tarde en la Revista Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica