Lenin

134 Repertorio Americano humana, de Hume; entre las lecturas tenían los hombres del 93; el de Mau. e incontaminadas, y el fuego de entu.
de 1908, está La educación de la volun. passant, con su visión clara, concreta siasmo que arde en vuestros pechos tad, de Payot. Es un arte que debió de la realidad, se avienen del todo con juveniles amparará la llama vacilante practicar mucho aquel joven ruso que el carácter del gran revolucionario de cada vez que las ráfagas rebeldes in.
iba tranquilamente a los salones de la nuestros días que, en los de Ginebra, tenten robárosla en complicidad con Sociedad ginebriva, de lectura, en la en 1905 y en 1908 estaba haciendo sus las tinieblas. No os dobleguéis a la que estaba inscrito como publicista y estudios preparatorios de conductor adversidad hasta no haber entregado pacido en 1870. Su nombre, Vladimi. de hombres y dominador de pueblos. la antorcha en manos seguras, y se.
ro Ulianof, parecía condenado a la He aquí una vez más, al hombre de guid después prestándole desde lejos obscuridad, y aun hoy se oculta detrás acción formándose lentamente en los el calor de la esperanza con la lumbre del Lenio con que se ha hecho famoso libros; al político salvaje, tan diferen de vuestros ojos.
en el mundo.
te de nuestros políticos civilizados, que Intrincada es la ruta que habréis de de Pourtalés hace resaltar el he. no llegan a sentir en la vida la necesi recorrer. Perdopadpos si hasta ahora hecho de que la literatura francesa y dad de leer.
sólo os hemos dejado sentir alguna la Revolución sean las materias prediE. DIEZ CANEDO vez, al cosechar las flores del jardín de lectas de Lenin. Quizá éste no las diMinerva, la leve puozadura de una esferenciaba. El gusto por Corneille, lo (España. Madrid. pina de rosa. No habéis sentido des.
garradas vuestras carnes por las espinas de zarza que encontraréis a vuestro paso. Ay! Acaso haya manos protervas que os tejan con ellas una corona. Si tal fuere vuestro destino, Al graduarse los primeros 32 maestros normales (3 no inclinéis la frente ante el peso que varones, 29 niñas) de la ESCUELA NORMAL DE la abruma: levantadla cop estoicismo, ORIENTE, Santiago de Cuba, el 19 de Oct. de 1920.
que llevaréis en ella la redención.
Estáis en el primer momento del vía crucis, como dijo Hostos en oca.
Señor Doctor Max Henriquez Ureña.
sión análoga. Venís de lo ideal, vais Santiago de Cuba Muy estimado amigo: lo real. Soñabais, como Kant, que la Con honda emoción he leido su discurso. No hay en él una sola frase que no honre vida era belleza: despertáis, y coma Cuba y no demuestre cuanto debe a usted. Ojalá perdure su ejemplo en esa escuela, y prendéis que ella es deber.
el concepto cabal que tiene usted de su objeto y fines siga iluminando el camino de los La vida tiene sus imperativos catesucesores de usted.
Con mis más finos afectos a toda su familia, me repito su muy amiso, góricos, es cierto, pero en el deber también hay belleza. Una vida armo.
ENRIQUE Jose VARONA Habana, de octubre de 1920.
piosa y fecunda es siempre bella. Vues.
tra misión como educadores no ha de ser ya solamente sentir la belleza, sino Normalistas: empezáis a recorrer. también repre crearla con el ejemplo armonioso de sentáis vosotros un reflorecimiento de vuestra vida y de vuestra enseñanza. RANDE es, sin duda, el aconteci.
entusiasmo y de esperanza. Sois lega Hacer la vida bella, forjando caracteres miento que celebramos hoy. Por tarios de nuestros ideales y de nues. y conciencias, tal ha deser vuestra obra.
primera vez en la historia de esta Estros anhelos, y por eso vemos en voso Quiero deciros que vuestra principal cuela Normal. rendidos los cuatro años tros una prolongación de nosotros misión no es la de instruir, sino la de iniciales de sus tareas regulares, y mismos. En las carreras de antorchas educar; y que por encima del fin ins. realizadas satisfactoriamente todas las de la antigua Grecia el lampadóforo tructivo de la enseñanza, debéis colopruebas que la ley exige, un grupo, que encendía su bachón en el altar de car siempre el fin ético y estético, que no escaso, de maestros y maestras Minerva y corría para entregarlo al acabáis de recibir el diploma que os es el que hace luminosa e imperecedesucesor inmediato, nunca miraba hacia ra la obra del maestro.
faculta para ejercer el arduo ministe atrás: su vista, fascinada por la luz No vaciléis, por ello, en comunicar rio de la enseñanza. Después de múl.
que se alejaba, seguía con ansiedad a vuestra enseñanza la esencia del niás tiples afanes y desvelos sin cuento, creciente el proceso de la carrera, y puro idealismo. La única religión de vais a alcanzar y a palpar, como reali todo su ser se estremecía ante el temor la república laica es la religión del dad tangible, el contorno ideal que un de que la antorcha se apagara antes ideal, esa religión humana. como tiempo fué el horizonte remoto de de llegar a las manos de un nuevo co dijo Balzac. Esa es, al cabo, la única vuestras ambiciones. Estáis ante un rredor, que a su vez debía emprender religión que no ha caído en bancarrota nuevo horizonte: estáis ante la vida.
la marcha vertiginosa, y entregarlo a ante los enérgicos postulados de la Hasta ayer, sólo el porvenir era yues. otro lampadóforo de los que forwaban ciencia contemporánea.
tro. Hoy, el presente os reclama.
la interminable cadena al través de la En nombre de la ciencia, enseñad entráis en la vida, pues la prime cual habla de pasar, de mano en ma a buscar la verdad. Pero nunca rechara edad no es sino un pórtico de luz no, la antorcha sagrada. Uno tras o céis, en nombre de la ciencia, el ideaque nos guía a un laberinto. de tinie. tro, todos seguías con la mirada an lismo necesario para la vida. Los pue.
blas con la sonrisa del triunfo dibu siosa el reflejo de la antorcha hieráti. blos sin ideal son pueblos que se suijada en los labios. La primavera es ca, cuya luz no debía extinguirse. cidan. Los hombres sin ideal son vuestra. El mundo circunstante dijé No extrañéis, por ello, la emoción hombres que se envilecen.
rase que se estremece y canta a vues. que nos embarga al veros emprender El maestro que afirma que el hombre tro paso, porque lleváis en vuestro sela ruta del porvenir, cuyas sombras no ba menester de ideales, porque no no el entusiasmo y la esperanza. habréis de llenar de resplandores con es más que un juguete que gira, a im.
Para nosotros, los que tenemos la la antorcha sagrada que nosotros be pulso de causas ciegas, entre las tipie.
dicha de ser vuestros mentores y ami. mos puesto en vuestras manos, blas del instinto, no hace sino calum.
gos, y hemos palpado ya más de una En vuestras manos la antorcha no niar la ciencia y pegar la persistencia vez las arideces del camino que hoy se apagará. Vuestras manos son puras indefinida de la obra de la educación. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica