Repertorio Americano 26 119 POETAS DE COSTA RICA JOSE JOAQUIN SALAS EL POEMA DE LAS HOJAS Amamos las praderas, los cielos las nubes, dijeron en voz baja las hojas de un verjel; nos cansa este tormento de estar entre las frondas, unidas a los tallos, sin ver otros confines, sin ver otros paisajes que adivinar sentimos tras esos altos montes de nácar y zafiro.
LAS HOJAS: Bien dices, compañero, el hombre es un vampiro: la sangre de las aves manchó nuestro ropaje, y quién clavó la flecha inicua en esas aves. EL PAJARO: El hombre, nadie más!
EL LABRADOR: No tengo esos anbelos; di vida aquí discurre con gozo y en silencio; contento y satisfecho trabajo con afán; la tierra me sustenta, mantiene a mi familia y yo le doy mis fuerzas, la cuido con amor.
los sueños de la infancia sobre estos verdes campos. por qué entonce anhelamos dejar el patrio pido, vivir en otras tierras, y ver otros confines que nos reservan dudas y amargas asechanzas, y en donde puestra vida tal vez tenga un mal fin?
Aquí está nuestra dicha, la casa solariega, que amamos desde niños, los seres que adoramos, el nido y el altar; aquí están las praderas, los bosques, los ganados, el perro de los niños, el lirio y la torcaz; aquí murmura el río canciones a la tarde y los boscajes tienen un verde seductor; aquí por las mañanas hay miles pajarillos, durante el día, trabajos, y por la tarde, paz; y cuando bajan todas las sombras de la noche, al contemplar los cielos cuajados con estrellas, pensamos que esas luces.
que en el empíreo brillan son mágicas pupilas de seres inmortales que nos contemplan siempre desde la inmensidad.
EL LABRADOR: Jamás lancé yo un dardo; como en las Florecillas)
del Santo de la Umbría yo llamo thermanos al lobo, al lirio y la torcaz.
EL PAJARO: Marchemos, buenas hojas, dejemos que aquí viva contento el Labrador; la tarde se aproxima, hay luces y celajes, y cual si fuera un barco anhelo ya partir, EL PAJARO: El mundo es del que vuela en pos de la quimera; por eso satisfecho yo canto con primor; teper un nido, y alas, y espacio, es lo que anhelo, y cuando muera hundirme en el inmenso azul.
LAS HOJAS: Oh! pájaro, tu canto despierta en nuestras fibras un grito de protesta contra el Sumo Hacedor. Por qué si tú eres. libre y gozas la existencia, nosotras aquí esclavas, en este harem silvestre, pasamos nuestras vidas extáticas y tristes, sin otro tiovimiento que la brisa imprime al tallo que nos crio?
Vol6 por las montañas el pájaro y las Hojas quisiéronle seguir: dejaron los ramajes escuálidos y tristes y en brazos de las brigas marcharon. mas, después cayeron a un pantano y en lodo se tornaron pues alas no tenían sin las alas nadie, jamás puede volar.
que el EL LABRADOR: La vida es el reposo después de la fatiga, es el contento dueño de nuestro propio ser; es el encanto dulce de cultivar la tierra, de entretener al niño y amar a la mujer; la vida es esta dicha de amar todas las cosas, de renovar las fuerzas supremas del amor.
Si aquí el vivir es gozo, si aquí tenernos todos los grandes atributos. que constituyen siempre nuestro constante afán, si cultivar podemos la tierra con esmero; si aquí están nuestros padres y viven nuestros hijos en torno de una noble y amable compañera; si revivir sentimos EL PAJARO: Contento y satisfecho tú vives, Labrador; pegado cual la piedra a tu nativo hogar; esas colinas altas que marcan este valle se alzaron en tu mente: no puedes ya mirar el curso de otras vidas, otros paisajes amplios; ni puedes ya sentir un despertar de amores quizá en el corazón.
Por donde quiera hay vida, por donde quiera bay gozo, por donde quiera hay lucha, y amor, gloria y dolor.
El hombre es una planta.
que crece en todas partes y da sus frutos baenos o malos, no lo sé; mas yo vivir no puedo en un estrecho campo y necesito espacio y necesito luz.
También el hombre siente nostalgia de la altura y arrebatarnos quiere el cielo y el contin; se lanza por los aires, mas no como nosotros para sentir la dicha del vuelo y el viajar, sino para inmolarse en guerra con su hermano y ensangrentar el cielo que siempre estuvo azul.
Entonces dijo el Lodo: Venid aquí a mi seno oh! compasivas Hojas, un mágico Destino og trajo aqui por fin; viajad conmigo en alas del tiempo y el olvido, viajad por los senderos ocultos del NO SER.
Yo soy la vida misma en una forma humilde, soy humus y soy planta, aroma, fruto y for.
Conmigo los aztecas forjaron sus vasijas, y de la estatua fijo el clásico perfil.
El fuego me transforma: por eso el alfarero en mí cifra su gloria; soy alfa y soy omega; conmigo y con un soplo sagrado se hizo al Hombre.
y luego el sacrificio pendiente de un madero, uogido por la gracia, la gloria y el amor, con resplandor divino, llamóse Jesucristo, y entonce el Hombre pudo llegar a ser un Dios.
Julio de 1921, Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica