Repertorio Americano 76 395 POETAS COLOMBIANOS ARCO IRIS Por MIGUEL RASCH ISLA TRAJE ROJO TRAJE NEGRO TRAJE AZUL Tu blaucura de mármol de Carrara, fulge bajo tu roja vestidura, y une lan hecho pensar traje y blancura, en un clavel que a un lirio aprisionara.
Ante el ampo radioso de tu cara, suele evocar mi mente la figura de una límpida perla que fulgura sobre uu granate de belleza rara.
Cuando, febril y trénula, te mueves entre la seda de tu traje oscuro, que pareces la imagen del Futuro, pues vo lay signo abismial que tú uo lleves, il cómo con tu traje me conmueves!
Al ver tu rostro de alabastro puro, evoco la leyenda y me figuro que surge de un crespón Blanca de Nieves.
Puesto bajo la luz fiuge tu traje esa vivaz tremulación furtiva que en el agua lunar forma el ramaje.
Si te lanzas al vals, entonces toma tu jubón con tu faz la actitud viva de un cuervo extrangulando a una paloma. Tu cuerpo al ondular fioge saugrienta llaparada tenaz que, ávida, intenta calcinar el plumón de tu cabello. lace pensar, si se levauta erguido, en un gran cisne escultural, herido por una mano bárbara en el cuello.
Tiene tu vestidura el zafirino y lángyido matiz de un agua mausa; el que se acerca a ti sueña y descansa couio a orillas de un lago matutiuo.
Si se mueve tu cuerpo serpentino, ella en yolubles pliegues se remansa, y cruje a inedia voz, con paulativo rumor, como se apaga una romapza.
Al ver tu traje ondulador y rago pienso que alguna noche diamantina llegó a una fuente de zafir un Dago. bundió su ma no prestigiosa eu ella, y para darte sér dijo. Cawina. y brotó una onda azul con una estrella. 57.
TRAJE BLANCO.
TRAJE CREMA TRAJE VERDE II IV VI Cuando la tarde muere en la campaña, la luz sobre el trigal tu traje imita; tu traje es de un color de loja parchita, de uu amarillo languido de caña.
Tiene también esa tersura extraña. de naranja en sazón que al labio iucita; tiene cambiantes de ámbar si se agita, brillo de paja al sol, si el sol lo baña.
Al levantarte con triunfal decoro, tu cuerpo es una estalacmita de oro, o vívido topacio que se inflama.
Pero al verte la faz, bella y radiosa, se piensa en una blanca wariposa viva en la luz de amarillenta llawa.
Nada como ese traje de pradera que te convierte en onda submarina; ataviada con él, luces la fiua esbeltez señoril de una paluiera.
Eres como una corza prisionera en un laz de verdura doutesina; o como Hada gemela en quien declina su traje, de uva al sol, la Primavera.
Yo te miro con ansia y en mi a helo, no hallo del arte eu el lenguaje vario símil para las faces de tu falda.
Sin duda eres, ob Silfide, el modelo úvico porque puede un lapidario darle forma de lira a una esmeralda.
Tu cuerpo, fino y lápguido, se vela cou uña yeste nivea cual ningunaquè al tayo de la luz finge la estela que forma el rewo en diáfana laguna.
Cuando estatuariamente se modela en torno de tu sér, es como una evanescente irradiación de luja que retiene cautiva a una gacela: Blanca tú, blanco el traje en que te envuelves, no se si estás desnuda o si en tu traje como en una verada te disuelves.
Muchas yeces al verte eu mi ansia loca, be pensado que bien puede un celaje de luna, desbojarte si te toca. Del volumen Para leer en la tarde, Bogotá, 1921. MIGUEL RASCH. ISLA edociones, a las sutilesimpresiones.
del artista sofiador.
POR ANTONIO GOMEZ RESTREPO Los sonetos de Rasch Isla forman un cancionero de amor; no componen título que Miguel Rasch Isla ha moderno y en un estilo que no nece.
un poema narrativo; expresan emocio.
dado a su volumen de sonetos, sita de clave para su acertada inter nes. Por su lectura sabemos que el corresponde muy bien al carácter do pretación y cabal inteligencia. Sus poeta ba amado intensamente, y que minante de su poesía. Así como los sonetos brillan con el primor y delicacomo tantos otros, lleva en su corazón sonetos de José Eustasio Rivera res. deza que en su ejecución ha puesto el y en su mente la imagen de una plandecen con fulgores de mediodía artista.
amada imposible, que no ha influído tropical, los de Rasch Isla recuerdan Rivera es un poeta predominante materialmente en su existencia, pero esos crepúsculos vespertinos, ricos de mente objetivo; Rasch Isla cultiva el que ha sido estímulo poderoso para su tintes suaves y delicados, de matices lirismo subjetivo. Pero así como de las inspiración. Rasch Isla es un poeta evanescentes, que dejan en el alma y eu poesías de aquél no está ausente su sincero; sus versos son el eco de palos ojos una grata impresión de nue personalidad, que a veces se destaca siones. hondamente sentidas. No ha lancólica armonía.
con pujante energía, así la inspiración inventado, como recurso poético, una Del libro de Rasch Isla podemos íntima de Rasch Isla. se aviva con el mujer ideal: ba transformado en poerepetir lo que en pasada ocasión diji contacto del mundo externo, con la sía el recuerdo que una mujer real ha mos del de Rivera: es uu libro de contemplación apasionada de la natu. dejado en su memoria. verdadera poesía, española y original, raleza, que presta al poeta colores y Rasch Isla es poeta idealista, pero escrito en arrogantes versos castella. armonías y el rico tesoro de imágenes no con ese idealismo falso y frío que nos, de corte castizo pero de sabor y comparaciones que dan forma con. en vez de sentir, ergotiza sobre el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica