Repertorio Americano 131 En los Juegos Florales de la Universidad Nacional de México nificencias de la poesía, si las sirenas supremacía de su canto acusa su as.
cendencia apolinea; Jesús Utueta, cuya voz debería exultar, en este momeoto el corazón de la patria con las magdel Plata no lo hubiesen para siempre dormido con la mortal caricia de sus Discurso del mantenedor. infracciones y contamos con la pena brazos azules, afirmaba que la juven.
el poeta Rafael López.
de muerte como un remedio eficaz: todo tud en la Historia, se llamará siempre alegría de la vida y iniel del pende nuestro reposo: no hay que roísmo, la belleza y el amor. era mundo; a ti, que con tu pie sonoro, cambiar la letra de los códigos ni la certero el orador egregio. La juventud, tu savia de abril y tu silueta de luz, música de los bimpos. se empeñan por el don de optimista energía que vuelves resonantes las rutas sordas, con ingenuidad infantil, en que no se le es. ioherente, es la que transforma floridas las áridas sendas, y transpa modifique la fachada de la casa que el mal en bien, pues es la sola que rentes los caminos opacos; a ti, que están a punto de abandonar, en que sabe alimentar su alegría con los moti.
sobre las catástrofes de la tierra marno sufran mudanza los usos y las cos vos de su dolor; ella es la que siempre chas salva en el arca de Noé, soste.
tumbres que les sirven de enfermeros está pronta a ofrendar la vida por pida por tu ilusión, que es incorrup. amables en el postrer ataque de gota; el triunfo de un ideal o por el honor tible, y por tu esperanza, que es encendiendo la vela bendita de la de una bandera; su concesión al sacri.
ipmóvil; a ti, que opones al ror de moderación y agitando la campanilla ficio está en razón directa de su exceso la muerte los impávidos tesoros de tu consagrada de la experiencia, quieren de amor; ya vimos en los horrores de confianza, y derrotas las amenazas de conjurar el peligro. La experiencia es Europa, cómo los viejos fueron quie.
la noche porque llevas en los ojos el espantajo sutil y trampa disimulada. nes votaron la guerra tremenda, pero generoso optimismo de las auroras; en la ruda montaña donde respira el toda una radiante juventud, fué la que a ti, que por ser melliza de la prima. ideal. La juventud lo sabe, y no se cayó bajo las trincheras; y ella la que vera y dueñia feliz de la lira, tienes el detiene, y abre en el edificio otras nos da un trasunto de la belleza in.
sagrado derecho del beso y el privile veptanas, para preguntar a las voces mortal, cuando idealiza el sufrimiento.
gio de la canción: a ti, fiel y armoniosa del viento el secreto de su destino. La humano en las obras maestras del arte.
juventud, que hoy vienes a tejer coro.
hermada Ana, trémula de anhelosa Nada más conmovedor que Cervantes pas y a deshojar lauros sobre las espainquietud, no se cansa de mirar el cuyo inperio continfia sio ocaso das de nuestros mayores, a ti mi ho. solitario horizonte, ni se arredra de ver como aquel en que no se ponía el sol menaje cordial y mi férvida salutación. sólo la llama del sol chispeando sobre esculpiendo con su vida dolorosa y Mi férvida salutación. Permitidme la yerba verdegueante; la buena heratormentada, la risa imperecedera del dulce y graciosa majestad, que con mapa es capaz de poblar un desierto gentil caballero.
la gloria de vuestra hermosura alum.
con la vastedad de su esperauza. Así Gabriel Aonunzio, el condotiero bráis un imperio de ensueño, señor la juventud.
sensual y magoífico, que por haberse Presidente, señoras, señores. permiCierto: bay hombres que ya lejos olvidado de ser viejo, sigue desposán.
tid que mi voz exalte la magia fasci de los años mozos, llegan a realidades dose con la vida en pensamiento y en Dante de la juventud, en esta noche de pensamiento o de acción, marcadas acto, en acto y en pensamiento ha de ritos supremos, porque no encuencon un hondo sello de esplendor juve. remozado el antiguo aforismo de Séne.
tro más preclaro laurel para tocar la nil. Por no haberse divorciado de esa ca. si quieres ser perpetuamente inte.
frente de la patria con un augurio de virtud, y conservar bajo las nevadas resante, sé perpetuamente diversos.
triunfo. La patria también es joven: cabezas una chispa de su llama y Annunzio repite más heroicamente: apenas, con sus cien años de vida sobre los cansados corazones un resto renovarse o morir. bien, señores, la independiente, está en la adolescencia de su entusiasmo, pudo el genovés juventud no quiere morir, no sabe de la libertad. Enaltecer la juventud inventar un mundo e Hidalgo descu.
morir y aunque siempre esté dispuesta, de la vida junto a la pubertad de la brir una patria. Los viejos gloriosos ignora lo que es eso, no le importa; patria, es levantar una antorcha en la relatarían los episodios de su juventud, ella misma es renovación y puevo tiniebla de los misteriosos destinos, y si se propusieran escribir la historia palpitar de fuerza en el pulso de la echar el ancora de la fe a las brumo de la humanidad.
humanidad; antes de cerrar el libro, de sas playas del poryenir.
Jesús Urueta, cuya memoria me desertar del laboratorio y del taller, Pertenezco al número de los que place evocar con un gesto litúrgico en de soltar la lira que apenas comienza bendicen la vida porque han sido jo. la solemnidad de esta fiesta; el que a cantar como la alondra, en el des.
yenes, La evocación de esa mañana tenía los labios de oro como Crisóstomo punte de las albas, tiene una tarea rútila, basta para surtir de estrellas la y el acepto armonioso como Platón; el que cumplir; tarea que relacionada con patética hora crepuscular. Qué triste que por ser un escanciador de ambro. la poesía, es trascendental y profunda, seria el mundo, qué fastidioso y qué sía, era digoo según la oda pindárica, ya que no existe persuación más alta, lúgubre, si las humanas primaveras no de sentarse en el festin de los dioses que la que baja a la tierra por las enterrasen en sus fiancos la semilla de y compartir el lecho de las diosas; cuerdas tirantes de la lira.
las floraciones futuras, y si manos el que como un descendiente de pé.
Pasaron ya los tiempos en que aco.
juveniles, exentas de desfallecimientos lops, ocultaba un hombre de marfil glamos las formas literarias francesas, y temores, no abriesen en la cárcel bajo su ordinario frac de tribuno; con satisfacción de modistos que des.
terrestre brecbas nuevas, apsiosas de el que echó a pastar centauros en empacan los últimos modelos, y en que más aire y más luz. Tened cuidado. nuestras llanuras e hizo brillar sobre hacíamos del Calendario Azteca, un dicen los viejos que tiemblan bajo el nuestros lagos la fúlgida cadera de fantástico pedestal a los tersos mármo.
gabán de su rutina tened cuidado, Diana; el que para nutriraos con aguas les de Grecia. Buscábamos la companuestras instituciones religiosas y po de vida y enseñarnos la bondad del fiía de los dioses, para que nos dieran líticas marchan admirablemente; esta amor, suspendió junto a la pureza de bellas retóricas, no para preguntarles mos en excelente acuerdo con la divi. María, el cálido cinturón de Afrodita; la significación de los símbolos. Si las bidad; la ley es acatada sin graves el que apellidamos divino, porque la estatuas eran helénicas, los jardines Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica