246 b! Repertorio Americano toda espontaneidad. Con la salud tam. completa. Aún le faltaba el prestigio que había tan sabiamente imaginado.
bién se iba la dicha. Se hacia la labor de las cárceles: las grandes llaves, los Lector: si aun encuentras boites (1)
cotidiana como se arrastra una cadena pesados cerrojos, la inmoralidad, la según el viejo modelo, sacude al maes.
penitenciaria. Olvidábase el precepto podredumbre. Pero el diablo había tro en su cátedra, despiertalo y dile de San Pablo. Sed joviales siempre. formulado mal su plan. Se vió a esco. que los tiempos nuevos han llegado; Se gemía, se extenuaba en el trabajo o lares huir a los bosques, subirse a los que representa un anacronismo; que se buscaban en falsos placeres el olvido árboles y hacer muecas al aenviado de abandone la escuela o se convierta.
del tedio de la vida, placeres que con Dios. Se les vio librarse del mal, lle. Pueda ser que le hagas un servicio, sumen el espíritu y que sólo dejan un gar a ser fuertes, prácticos, ingenio. pero no dudes que lo haces positiva.
copo de ceniza sucia y seca.
sos, perseverantes. Recuperaron la sa mente y más grande a los millares de Más salud, más felicidad. Más amor, lud que no teme el esfuerzo, la alegría rapaces que se agitan deseosos de vivir más bondad. Conio el espíritu, el alma que ensancha el pecho, la posesión de y que exclamarían si supiesen latín: llegó a ser seca y gris. En ella el odio sí mismo que conduce al placer de ser (Primum vivere, deinde philosophari. sembró sus zarzas. para tales gen una personalidad propia.
tes, Dios no existía más. Esto era pa. Entonces el diablo cesó de reir. Re Pues bien: Vivir antes que todo.
tural, porque Dios sólo mora en las chipando los dientes, amenazando con iQué diablo!
almas savas.
los puños, vocifero. Maldita ralea. DR. AD. FERRIERE Mas, el aula de la escuela no estaba desapareció. con él, la escuela (Suizo)
La Universidad Nacional de México proclama Doctor Honoris Causa al publicista cubano don Manuel Márquez Sterling RĖSPUESTA DEL SEÑOR MÁRQUEZ STERLING (Véase el cuaderno anterior. Honorable Rector: asombro de tus conquistas, ni al vilegios, en todas las edades, engendra Señoras y señores: secreto de tus contrastes, ni a las el despotismo, la discordia entre feu.
proezas de tus hijos mejores, ha falta. datarios, la disputa del poder y la NUNCA más débil mi palabra, de suyo do el intérprete que inmortalice su hegemonía sangrienta entre las castas; pálida, que en este supremo instante nombre, ya en los angustiosos días de teníase por la escuela única de las en el cual emociones tan profundas borrasca, ya en los días de claridad y plebes envilecidas el principio férreo conmueven mi ánimo y exaltan mi de justicia. Vos, honorable Rector, de la obediencia y el régimen oproconciencia, lleno el espíritu de las traducís impecablemente la hora actual bioso de la inflexible autoridad que tristezas pretéritas, y lleno también y emprendéis con el fuego de las viri. disponía, a sus anchas, del rebaño.
del júbilo consolador improvisado por les pasiones que impulsaron y dignifi. un extremo, sol, a otro sombra, elé.
las esperanzas de vuestro férvido pa caron la contienda, el empeño insigne vase la literatura refinada a grados de triotisnio y por las energías de vuestra de orientar la juventud por el fecundo exquisita perfección y miriadas de sólida voluntad; que, sin duda, sabéis sendero despojado entre la guerra vocablos componen las delicias del cómo, en trance solemne, el genio civil que concluye y la Revolución que estilo comparables en la rica fantasía aviva sus, fulgores mientras la mente comienza; habláis como vuestros ante de oropeles, al néctar que encierra la humilde, perpleja y deslumbrada, bus. cesores y con la originalidad y el copa de Ganímedes. El sofisma, de ca refugio o excusa en el silencio, y temple de acero de vuestras tendencias cepa griega, absorbé la potencia inteba de sentir la necesidad imperiosa de en política, en arte, en filosofía, egar lectual; propaganse armonías bárbaras vuestra benévola templanza, quien, al decido, a veces, por la catilinaria que que transforman la paradoja en código, conjuro de circunstancias tejidas en surge a los labios y remeda el soplo de la incertidumbre en frivolidad, en su hopra, debe arrancar, a la muda las cóleras, a veces, también, sereno vértigo el falso misticismo, ya la elocueucia, melodías íntimas, que, y apacible, como las tierras evocacio. postre, acusan mórbida embriaguez; trocadas en lenguaje, por inseguro nes que saturan, de melancólico ritmo, abundan los émulos de Ovidio, con artífice, al contacto del aire se desva. vuestra alma de reformador y de sus lindas filigranas, y, por antítesis.
necen; mas en los dominios de vuestras rebelde; queréis librar las primeras Marcelo Pomponio reencarna, malhuansias, hay a mi favor estímulos infi. batallas en la cátedra bajo el influjo morado; en la conspicua familia de los pitamente generosos, y, de cierto, no de los últimos combates en la montaña; puristas. La imaginación, preñada de habréis de exigirme, en recompensa y, en suwa, traéis a vuestra intensa colores y emblemas elimina del escede pródiga hospitalidad, el esfuerzo prédica tradiciones que respaldan la nario monumental de nuestra América, inútil y temerario de medir mi pensa. tentativa, arrogancias que la embelle los atributos positivos de la ciencia, miento y mi frase por la mágica ora. cen, prestigios que la confirman. que, sin embargo, tiene discípulos y ción que, a vosotros, ha un breve ante la muralla de abstracciones y de segundo, os deleitaba, y a mí en seculares prejuicios que la intercepta suspenso, me estremecía. UN EXTREMO: SOL, golpe a golpe, instituye sus laborato.
México, tierra de héroes, tierra de OTRO EXTREMO: SOMBRA poetas, tierra mil veces gloriosa, el verbo de tus proceres trasmite sus alas TIEDIPO atrás, la cultura, la gran (1) Boite. En la jerja de los escolares de siglo a siglo, de generación a gene.
europeos, significa colegio de interpos. Concultura, significó el privilegio inhuservamos el vocablo por su expresibilidad ración, y jamás, a tus, martirios, ni al mano que, a manera de todos los pri: casi intraducible. del Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica