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Repertorio Americano re como la rama con fruto. Estoy débil, 11. PALABRAS AL ESPOSO Enrojecida, llena de confusión, le tan débil que el olor de las rosas me hablé de mis dolores y del miedo de hizo desvanecer esta siesta, cuando ESPOSO, no me estreches. Lo hiciste mi carne; caí sobre su pecho; iy volví bajé al jardín.
subir del fondo de mi ser como un lirio a ser de nuevo una niña pequeña que un simple canto que viene en el de aguas. Déjame ser como una agua sollozó en sus brazos del terror de la viento o la gota de sangre que tiene la en reposo. iAmame, ámame ahora un vida!
tarde en su último latido sobre el cielo poco más! Yo itan pequeña! te duplime turban, me anegan de dolor. De caré por los caminos; yo itan pobre! 13. EL AMANECER la sola inirada de mi dueño, si fuera te daré otros ojos, otros labios, con los dura para mí esta noche, podría morir. cuales. gozarás el mundo; yo itan tierna!
Toda la noche be padecido, toda la une heudiré como un ánfora por el noche se ha estrenecido mi carne por amor, para que este vino de la vida se entregar su don. Hay el sudor de la EL DOLOR ETERNO vierta de mí.
muerte sobre mis sienes; pero no es la iPerdóname! Estoy torpe al andar, muerte, ies la vida!
PALIDEZCO si él sufre dentro de mí; torpe al servir tu copa; pero tú me Señor, te llamo ahora Dulzura Infidolorida voy de su presión recóndita, henchiste así y me diste esta extrañeza nita, para que lo desprendas blanday podría morir a un sólo movimiento con que me muevo entre las cosas.
inente de la red de mis vísceras!
de éste que está en mí y a quien no veo.
Séme más que nunca dulce. No Nazca ya y mi grito de dolor suba Pero no creáis que únicamente me renuevas ansiosamente mi sangre; no en el amanecer, trenzado con el canto traspasará y estará trenzado en mis agites ini aliento.
de los pájaros.
entrañas mientras lo guarde. Cuando ¡Ahora soy sólo un velo; todo mi vaya libre por los caminos, aunque esté lejos de mí, el viento que lo azote cuerpo es solamente un velo bajo el cual hay un niño dorinido!
14. LA SAGRADA LEY me rasgará las carnes. y su grito pasará también por mi garganta, que por DICEN que la vida ha menguado en siempre mi llanto y mi sonrisa comien.
mi cuerpo, que mis venas se vertieron 12. LA MADRE zan en tu rostro, hijo mío!
como los lagares; mas yo siento el alivio del pecho después de un gran suspiro.
VINO mi madre a verme; estuvo sentada aquí a mi lado, y, por primera. Quién soy yo, me digo, para tener LA QUIETUD un hijo en mis rodillas?
vez en nuestra vida, fuimos dos her. yo misma me respondo.
YA do puedo ir por los caininos; manas, que hablaron del tremendo Una que amó, y cuyo amòr pidió, trauce.
tengo el rubor de mi ancha cintura y al recibir el beso, la eternidad.
de la ojera profunda de mis ojos. Pero Palpó con temblor mi vientre y desMe mire la Tierra con este hijo en traedme aquí, poned aquí, a mi lado, cubrió delicadamente mi pecho. al los brazos y me bendiga, pues ya estoy las macetas con flor, y tocad la citara contacto de sus manos me pareció que fecunda y sagrada, icomo sus palmas largamente, pues yo quiero para él se entreabrían con suavidad de hojas anegarme de hermosura.
mis entrañas y que a mi seno subía y como sus surcos!
Pongo rosas sobre mi vientre, digo una onda láctea.
Temuco, 1920.
sobre el que duerme estrofas eternas.
Recojo en el corredor hora tras hora el sol acre. He de destilar, como la fruta, miel, pero hacia mis entrañas.
La luz colore y lave mi sangre. Para lavarla también, yo no odio, no mur. Por BENITO JAVIER PÉREZ VERDIA muro. Amo, solamente amol Que estoy tejiendo en este silencio, en esta quietud, un cuerpo, un milagroso esde el día 19 del mes en curso, Quita su nombre a la América y da ha sido descubierta en la ciudad cuerpo, con venas y rostro, y mirada, a la parte que a hecho suya el nombre de Nueva York una hermosa estatua y depurado corazón.
de Colón (Colombia. y más adelante ecuestre de Simón Bolívar, el héroe decreta el suyo propio a su última más preclaro de la independencia Sud. conquista. Su caballo ha bebido las 10. IMAGEN DE LA TIERRA americana, reconociéndose así una vez. aguas del Orinoco, del Amazonas y más y de manera solemne, los méritos del Plata, las tres grandes fronteras No había visto antes la verdadera altísimos de aquel patricio ilustre, que que dió la creación al Nuevo Mundo.
imagen de la Tierra. La Tierra tiene libertara cinco repúblicas después de Pero él las ha suprimido en nombre de la actitud de una mujer con un hijo quince años de continuados esfuerzos la gloria, esta segunda creación de la en los brazos, cou sus criaturas (seres e intentara consolidar en una visión omnipotencia. Desciende desde las y frutos) en los anchos brazos. quimérica, pero grandiosa de su genio montañas de Aragua e inunda de Voy conociendo el sentido maternal de estadista, los países latinos arran. bayonetas todos los valles de América de todo. La montaña que me mira cados por él de las garras de la tiranía, que aclaman sus victorias. tanıbién es madre y por las tardes la en una confederación, donde desapa. Carabobo, Boyacá, Junín, Pichincha Deblina juega como un niño por suis reciendo las fronteras del Virreinato, y Ayacucho, son los cinco diamantes honibros y sus rodillas. aunasen los pueblos sus energías para que fulguran esplendorosamente en la Recuerdo ahora una quebrada del conquistar el porvenir de la raza his corona iomarcesible de gloria que ciñe valle. Por su lecho profundo iba can. pano americana.
las sienes del Libertador. Cada uno de tando una corriente, que las breñas a Desde Cumaná hasta Potosí es. esos nombres señala una etapa de la hacían todavía invisible. Yo soy como cribe el historiador chileno Vicuña crudelísima guerra de independencia la quebrada; siento cantar mi hon Mackena nada le ha detenido. Ha sudamericana; cada uno de ellos entradura este pequeño arroyo, y le he dado destrozado virreinatos, ha borrado to. ña la libertad de una nación, el paso mi carne por breña hasta que suba das las líneas de las demarcaciones victorioso de las huestes de Bolívar en hacia la luz.
geográficas: ha rehecho el mundo. sus jornadas épicas que en Carabobo LA GLORIFICACION DE BOLIVAR Des Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica