DemocracySocialismSocialist Party

REPERTORIO AMERICANO QUINCENARIO DE LOS INTERESES CONTINENTALES Editor: GARCÍA MONGE.
22 26 SAN JOSÉ DE COSTA RICA, MARTES 10 DE FEBRERO DE 1921 VOL. II NO 12 CARL SANDBURG Un poeta socialista norteamericano Сомо OMO las procelarias, entre las aves, hay entre los hombres almas de tempestad; las que se solazan en mitad de las tormentas o sobre los vórtices, y las que se ciernen en la traidora tranquilidad del seno donde se incuban. Son estas últimas, aves de augurio. nacidas en Aeolia, patria. de las procelas, según el verso de Virgilio, aquellas que adelantándose a sus propios días alzan su canto entre los Lombres para no ser compren didos sino a medias. La historia de Rusia durante los dos últimos años es quizás el mejor comentario que pudiera hacerse a las barraciones de Máxino Gorki, escritas en los cinco últimos lustros. Creíamos comprenderlas, nos parecían a ratos babales, en ocasiones líricas; pero ¿quién las juzgó proféticas? Tal vez sólo el Canto del Peirel era demasiado expresivo como símbolo para no considerarle un vaticinio. El gran oso parecía dormir pesado sueño invernal y no escuchaba el grito del petrel.
Ahora, en la plepitud del vértigo revolucionario, el ave auguraria está silenciosa, escuchando el rebramar del huracán. Es de pronóstico la voz de Carl Sandburg? iQuién lo sabe! Por abora nadie se atrevería a afirmarlo, como nadie fué osado a decirlo de Gorki dos décadas hace.
El libro de este poeta, Poemas de Chicago, insinúa y sugiere, pero sus acentos no son de clamor. Hay en él robusta fuerza contenida. Es un revolucionario estático; está ceñido con invisibles ataduras al presente, hacia el cual mira con la fría altivez de quien sabe que pasará.
Este presente en los Estados Unidos es demasiado formidable para que no se sientan los más de los hombres teptados a considerarle como definitivo y eterno. sin embargo un idealismo incontrastable está trabajando. el idealismo tiene la divina impotencia del águila:. no puede mirar hacia tierra, a la vez, con sus dos ojos; mientras el uno hinca su luz en el suelo abarca el otro un vasto lienzo azul.
Wilson, en esta hora que fluye hacia el esplendor de la gloria, es el ojo prendido del azul. Culminación, pero no excepción, es Wilson, porque otros eximios entendimientos le comprenden y le siguen. él, que así lo siente, afirma, cuando ha pronunciado sus más fervo.
rosas alocuciones en defensa de un alto ideal humano, que habla en nombre de la pación que representa. Es demasiado violenta la palpitación del idealismo norteamericano para no escuchar su diástole en el pecho de sus was gigantescas empresas de los momentos actuales.
E! Estado avanza hacia las fronteras de una transforwación social y política de las más graves consecuencias.
La democracia. norteamericana está a punto de dar un paso hacia adelante, la estatización de los servicios públi. cos, la socialización del estado, el reconocimiento de la política como servicio organizado en pro de todos los intereses del pueblo, así los de orden superior como los de carácter material. No hay una obra esencialmente humana, desligada de todo interés individual, a que no preste su concurso de acción y de caudales la nación norteamericana. En ninguna parte de la tierra los homi.
bres se desprenden más fácilmente de su oro, en grandes.
sumas, para mejorar servicios públicos o fomentar empre.
sas de humaoitario auxilio o promover la investigación científica o consolidar la paz del mundo, que en los Estados Unidos de nuestra época. Un interno fuego de idealismo está fundiendo los más puros metales de este pueblo para los más altos fines de la historia que va desenvolviendo en estos días la secreta sabiduría del destino.
Porque comienza un mundo nuevo. Hay niucho que se ha consumido para siempre en el incendio de Europa, no extinto aún. La resurrección de todo cuanto se hundió en 1914 es un cabal imposible. Se ha intensificado la inquietud social. No por un esfuerzo concordante de la filosofía, sino por el contacto comburente de los hechos, de las necesidades. Así, pues, un poeta socialista en esta nación no es necesariamente un fruto de la filosofía social de Europa, sino del conflicto de la vida, que ha creado la organización presente, fuerte y rica, en lucha con un ideal superior de felicidad nacional, ya que la fuerza y la riqueza por sí mismas no constituyen la esencia de la dicha de un pueblo. La vida de Carl Sandburg ha sido de fatiga y de combate, con luchas increíbles para quie.
nes, no se hayan familiarizado con las violencias y las oportunidades venturosas de las grandes ciudades. De origen sueco, nació en el pueblo de Galesburgh, de Illinois, en 1878. Por muy poco tiempo concurrió a la escuela y a los trece años, urgido de la miseria, principia su peregrinación a través de las humildes actividades de la ciudad. Comienza por correr como ayudante en un vagón de lechero durante las madrugadas. De allí pasa a niozuelo de barbería y luego de teatro para cambiar los títulos de las escenas y finalmente entra en una ladrillera. En todas estas experiencias han trascurrido cuatro años de su vida y al cumplir los diez y siete es todo un laya platos en Denyer y a continuación en Omaha. Aquí le encuentra la guerra de Cuba. Se alista; experimenta las fatigas de la breve campaña y regresa con cien dólares en el bolsillo a Galesburgh en donde se apresura a inscribirse en el Colegio Lombard con el propósito de prepa.
rarse para ingresar en West Point. Aquí se le rechaza; las matemáticas son esenciales y Sandburg no las posee en la extensión que allí se exige. Retorna al Colegio Lonibard como portero de la institución. Pero un portero que se interesa por los problemas económicos y sociales.
El socialista está en incubación y sus caracteres de tal se ponen en evidencia cuando en 1907 y 1908 se encarga de la organización del partido demócrata socialista en el estado de Wisconsin. De entonces a la fecba ha trabajado en esas actividades de índole política y ha escrito narraciones. En 1914 la revista Poelry publicó su poema Chicago, al cual se discernió el premio que anualmente se confiere a la mejor poesía del año. En 1916 se publicó su libro Chicago Poems.
Este es el libro que le asegura una nombradía en las Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica