214 Repertorio Americano no grites, por Júpiter, o te mataré in. puso los labios sobre uno de los senos llos blondos se han hecho negros. Tus mediatamente.
y chupaba como un trastornado. flancos estrechos se han alargado. Nefelis hubiera aceptado la muerte Un sobresalto de horror extremeció tus piernas. Oh! icómo son de her.
en el momento. Su espanto sobrepa. el pecho de la joven.
mosas tus piernas. Abrelas. saba al que despierta en los moribun. Monstruo. Esa leche que tú be. De más cerca aun le habló, poniendo dos la visión del. Leteo. Pero la bes es de mi hijo!
las manos sobre una mesita de már.
muerte por este hombre, job. jera lo Se desprendió de aquella boca des mol, en donde había un surtidor de peor de todo!
dentada y tomó al hombre por la gar perfumes.
No grito.
ganta: pero, en un instante, fué do No temas nada; soy viejo. Tú lo Con un esfuerzo de todo su ser, re. mipada. ves, amiga, soy un viejo. iHe muerto cordando que es preciso no contrariar Eh! eh! eh! Te había prevenido desde hace cien años! No te alejes de a los enajenados, pronunció algunas que no se puede matar a un muerto.
una momia. No quiero sino besar tu frases, apenas articuladas por su. len. Al contrario: veráş como es fácil. ha. boca, y dormir sobre tu seno, ioh magua seca y fría: cer morir una mujer que vive. Ah! dre. Sí, tú eres el rey del Egipto. ah. no, po grites. No te mataré. Es Avanzó las manos enflaquecidas, estás cubierto de bandas. cono una un juego, es una fiesta. Dame la cinta como para implorar. Pero un estreme.
nomia. Pero no es digno para ti, de tus cabellos.
cimiento nervioso lo conmovió, de pies señor, detenerte en esta morada. Arrancando la cinta de la cabellera, a cabeza. Saltó sobre la cama, por en¿Quieres que te enseñe la ruta. Tus que cayó silenciosamente sobre las reinas, más bellas que mujeres, cantan cima de la joven, y cayó del lado, espaldas de la joven, le sujetó por deopuesto.
en las puertas del jardín.
trás las muñecas de sus manos y las. Aaaah!
El loco comenzó a saltar: ató fuertemente a sus flancos. Rey! rey. palabra sin sentido! Los dientes de Nefelis traqueaban. Por fin Nefelis había gritado! iUn Rey. Quién ha dicho que yo era rey? De nuevo hubiera querido gritar; pero grito profundo como una agonía, un ¿Parezco bombre? Soy un Dios. una última esperanza la sostenía. La desgarramiento de su alma, una queja cómo habría entrado aquí si no hu puerta del jardín no estaba bien cedesesperada hacia los Dioses, hacia el biera sido Dios? La puerta está ce.
milagro, hacia la vida!
rrada. El vendría, el amante, a salrrada; ya te lo he dicho; la barra está varla; él la salvaría. Ab! cómo lo mí! a mí. gruñía el loco. iNo.
atravesada. Yo no he entrado por la aguardaba. En qué inquietud deses.
luches, hija de la Noche. No aprietes puerta. Soy la emanación de esta án perada todas las energías del espíritu así los dientes, mi beso irá a lo más fora negra. Soy Bacol Soy Baco! Soy iban hacia él!
hondo de tu ser! Ah! la mirra, la mi.
Baco!
Mientras tanto el hombre loco había rra, la mirra! iSábelo: tú concebirás! colocando sobre su cabeza la co desenlazado el ceñido de su wanto, y Las estrellas saldrán de tu seno como rona de rosas se puso a danzar con desprendido sobre el hombro derecho las abejas de la colmena! Ah! ah! ah!
locura.
el broche de la hebilla de plata. El ab! ah! ah! ah! ab! ah! ab. Pues yo lo Insensiblemente Nefelis se deslizó traje se desprendía de su cuerpo. En quiero.
a lo largo de la pared, buscando el lu. vano Nefelis cerraba las rodillas. El Nefelis se había desprendido de su gar por donde pudiera huir. El loco hombre loco le arrancó los vestidos y mano derecha, y con un gesto rápido no la veía: giraba sobre si inismo, toinándola por en medio del cuerpo la que el loco no viera, le dió un golpe aturdido en la embriaguez de la baca arrojó desde lejos sobre el lecho, en en la sien con un objeto pesado que nal; pero, como tratara de, inclinarse donde cayó con un gesto de dolor.
estaba sobre la mesita de mármol.
hacia la cerradura, sintió una mano Un aliento de perfumes se levantó Se puso de pie sobre la cama, la huesosa que la tomaba por los hom de las sábanas removidas.
boca abierta, las dos manos colocadas bros. Retrocedió entonces hasta el Ah! este olor de mirra! dijo toda. sobre la cara, con una especie de risa.
fondo del cuarto.
vía el loco. Tu hogar está infectado, más espantosa que un gemido. El Eh, dijo el hombre deteniéndose. hija del placer! Ah! quita la mirra! hombre loco había caído por el golpe, Es fresca tu piel, amiga. Cómo no te Abajo, abajo. Soy Psamético, bijo mas para Nefelis no estaba muerto.
has desvestido todavía? iQuítate tus: del Sol. La mirra es el olor de la noTomó violentamente, de un vaso de trajes floridos! Ya te he pagado. che. Soy el Rey vencedor, el Muy finísimo cuello, largos alfileres de su Marchó hacia ella y de la ropa ligera Alto, el Rey! el Rey! La mirra es el tocado, diez o doce puntas aceradas, y fina sacó un seno.
olor de los bouges. Esconde la mirra, todas mortales y veinte veces las hunNefelis se arrinconó en el muro. hija de la Noche! Por los cuerpos de dió en el flaco pecho del loco, en el Quería hablar, pero ni una palabra sa Hator y por la cola de Pascht! Abajo! vientre, en los ojos, en las mejillas; lía del temblor de sus lábios asusta abajo! abajo! abajo. cuando los esclavos, ya despiertos, dos. El hombre loco tomó entre sus Se dejó caer, la cabeza volcada. corrieron a sus gritos desesperantes, manos el lindo seno y lo oprimio: al Nefelis, situada en una extremidad la encontraron loca de placer sobre el gunas gotas de leche aparecieron en de la cama lo miraba con unos ojos cadáver, plena de sangre, completa.
el sonrosado pezón.
inmensos.
mente desnuda y con las manos hacia El hombre loco palideció; alterando Siguió una gran calma. El hombre el cielo, como una Andrómeda inconsu voz, la transformó en la de un niño. loco callaba. Afuera, la misma paz iMamál, gritó. Mamá. Por qué nocturna se extendía: sobre el jardín cebible, que marchara sobre el Monstruo.
no me has alimentado desde hace cien desierto. El ya no vendría. Dioses!
años. Qué te he hecho para que des Quizás había venido: tal vez había toPIERRE LOUIS tus senos a otro hombre, a otro hom. cado la puerta y no pudiendo abrirla, bre que tú aguardas sobre un lecho de había partido. partido. Una angus Traducido especialmente para el REPERrosas y aroniado. Es porque no tengo tia infinita oprimía el corazón de Ne. TORIO ANERICANO por dientes por lo que tú no quieres. ali. felis.
mentar mi boca? iMamá. Por qué me El loco se había levantado.
has abandonado. Tú eres bella, dijo dulcemente.
Lea el REPERTORIO y recoY paralizando con sus dos manos ¿Desde cuando eres mi mujer? Tú: no los brazos de Nefelis, aterrorizada, eras así cuando yo reinaba. Tus cabe miéndelo a sus amigos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica