Repertorio Americano 357 REPERTORIO La gallina degollada TOD limpidez de risą reencendieron el porvenir extioguido. Pero a los diez y OS CUENTOS DEL ocho meses las convulsiones del primogénito se repetían, y al día siguiente amanecía idiota.
Esta vez los padres cayeron en honda desesperación. iLuego su sangre, su amor estaba malditol iSu amor, sobre todo! Veintiocho años él, veintidós ella, y toda su apasionada ternura no alcanzaba a crear un átomo de vida normal. Ya no pedían más belleza POR HORACIO QUIROGA e inteligencia como en el primogénito; Es, sin discusión posible, el más intenso de los narradores rioplatenses. Sus pero un hijo, un hijo como todos!
cuentos llegan a obsesionarnos. Tiene una técnica que acaso parezca atrabiliaDel nuevo desastre brotaron nuevas ria, con la que consigue allegar) al alma del lector eficacísimamente. Quiroga llamaradas de dolorido amor, un loco resulta ipimitable, bien que a veces nos recuerde a Mauppasant y a veces anhelo de redimir de una vez para Kipling. Su humorismo es tétrico, su visión dramática. veces, con el mesiempre la santidad de su ternura.
por numero posible de voces voces vulgares deslizadas en giros comunes, logra una plasticidad de bajo relleve o un recio trazado de aguafuerte. Cuando Sobrevinieron mellizos y punto por se lo propone, logra obtener párrafos sonoros, cornamentales. Arrecifes de punto repitióse el proceso de los dos coral. El cuento del otro) y Cuentos de Amor, de locura y de muerte, son mayores.
libros intensos dentro de cualquier literatura. Mas, por encima de su inmensa amargura, quedaba a Mazzini y Berta Odo el día, sentados en el patio Así lo sintieron Mazzini y Berta, y gran compasión por sus cuatro hijos.
en un banco, estaban los cuatro cuando hijo llegó, a los catorce Hubo que arrancar del limbo de la hijos idiotas del matrimonio Mazzini. meses de matrimonio, creyeron com. más honda animalidad, no ya sus Ferraz. Tenían la lengua entre los plida su felicidad. La criatura creció, almas, sino el instinto mismo abolido.
labios, los ojos estúpidos, y volvían: bella y radiante, hasta que tuvo año No sabían deglutir, cambiar de sitio, la cabeza con la boca abierta.
y medio. Pero en el vigésimo mes sa ni aun sentarse. Aprendieron al fin a El patio era de tierra, cerrado al cudiéronlo una noche convulsiones caminar, pero chocaban contra todo, oeste por un cerco de ladrillos. El terribles, y a la mañana siguiente no por no darse cuenta de los obstáculos, banco quedaba paralelo a él, a cioco conocía más a sus padres. El médico Cuando los lavaban mugian hasta in: metros, y allí se mantenían inmóviles, lo examinó con esa atención profesio. yectarse de sangre el rostro. Animá.
fijos los ojos en los ladrillos. Como el nal que está visiblemente buscando la banse sólo al comer, cuando veían sol se ocultaba tras el cerco, al decli causa del mal, en las enfermedades de colores brillantes u oían truenos. Se Dar los idiotas tenían fiesta. La luz los padres.
reían entonces, echando afuera lengua enceguecedora llamaba su atención al Después de algunos días los miem. y ríos de baba, radiantes de frenesí principio, poco a poco sus ojos se ani. bros paralizados recobraron el instinto; bestial. Tenían, en cambio, cierta famaban, se relan al fin estrepitosa pero la inteligencia, el alma, aun el cultad imitativa; pero no se pudo mente, congestionados por la misma instinto, se habían ido del todo; había obtener nada más.
hilaridad ansiosa, mirando el sol con quedado profundamente idiota, ba Con los mellizos pareció haber conalegría bestial, como si fuera comida. boso, colgante, muerto para siempre cluido la aterradora descendencia. Pe.
Otras veces, alineados en el banco, sobre las rodillas de su madre.
ro pasados tres años desearon de nuevo zumbaban horas enteras, imitando al iHijo, mi hijo querido! sollo ardientemente otro hijo, confiando en tranvía eléctrico. Los ruidos fuertes zaba ésta, sobre aquella espantosa que el largo tiempo transcurrido hu.
sacudían asimismo su inercia, y co ruina de su primogénito.
biera aplacado a la fatalidad.
rrian entonces, wordiéndose la lengua El padre, desolado, acompañó al No satisfacían sus esperanzas. en y mugiendo, alrededor del patio. Pero médico afuera.
ese ardiente anhelo que se exasperaba, casi siempre estaban apagados en un. usted se le puede decir; creo en razón de su infructuosidad, se sombrío letargo de idiotismo, y pasa. que es un caso perdido. Podrá mejo agriaron. Hasta ese momento cada ban todo el día sentados en su banco, rar, educarse en todo lo que permita cual había tomado sobre sí la parte con las piernas colgantes y quietas, su idiotismo, pero no más allá.
que le correspondía en la miseria de empapando de glutinosa saliva el pan. Sí. isil. asentia Mazzini. sus hijos; pero la desesperanza de retalón.
Pero dígame. Usted cree que es be dención ante las cuatro bestias que El mayor tenía doce años y el me. rencia, que. habían nacido de ellos, echó afuera nor nueve. En todo su aspecto sucio En cuanto a la herencia paterna, esa imperiosa necesidad de culpar a y desvalido se notaba la falta absoluta ya le dije lo que creí cuando ví a su los otros, que es patrimonio específico de un poco de cuidado maternal, hijo. Respecto a la madre, hay allí un de los corazones inferiores.
Esos cuatro idiotas, sin embargo, pulmón que no sopla bien. No veo Iniciáronse con el cambio de pro. habían sido un día el encanto de sus nada más, pero hay un soplo un poco nombres: tus hijos. como a más del padres. los tres meses de casados, rudo. Hágala examinar bien.
insulto había la insidia, la atmósfera Mazzini y Berta orientaron su estre Con el alma destrozada de remordi se cargaba.
cho amor de marido y mujer y mujer miento, Mazzini redobló su amor a su Me parece díjole una noche Ma.
y marido hacia un porvenir mucho hijo, el pequeño idiota que pagaba los zzini, que acababa de entrar y se más vital: un bijo. Qué mayor dicha excesos del abuelo. Tuvo asimismo lavaba las manos que podrias tener para dos enamorados que esa honrada que consolar, sostener sin tregua a más limpios a los muchachos.
consagración de su cariño, libertado Berta, herida en lo más profundo por Berta continuó leyendo, como si no ya del vil egoísmo de un mutuo amor aquel fracaso de su joven maternidad. hubiera oído.
sin fin ninguno y, lo que es peor para Como es batural, el. matrimonio Esla primera vez repuso al ratoel amor mismo, sin esperanzas posi. puso todo su amor en la esperanza de que te veo inquietarte por el estado bles de renovación?
otro hijo. Nació éste, y su salud y de tus hijos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica