6810 Repertorio Americano teza que su padre había cumplido su Era enorine y abominable, de pési. bientes de las oficinas exteriores hapromesa.
wo gusto, hecha de cuentas de vidrio; bíau temblado cuando su voz profunda Al fin encontró el papel que andaba formada con cuentas doradas estaba retumbaba en la discusión y sus tre.
buscando y se lo llevó a su madre. la palabra. Bienvenida. Sintió un mendos puñetazos podían a saltar los Ella no había dormido la noche antes impulso frenético de rabia y estuvo a tipteros de su escritorio. Pero había y encoutrábase extenuada por los lar: pique de lapzar la corona lejos de sí. sido el orgullo de su padre que wiengos desvelos. El funeral sería al día Después se le ocurrió que podía disi tras las huelgas y los cierres habían siguiente.
mularla debajo de las demás flores. Sus sido frecuentes en otras plantas, y más Cuando lo besó, al despedirse por ojos tropezaron entonces con una tarje. de una vez fué menester acudir a la la noche, creyó que iba a decirle algo, ta atada a la corona por una cinta blar. policía militar del estado, él y sus pero no fué así. La barrera de reserva ca, con una inscripción. John Cróc empleados habían arreglado sus prosubsistía entre los dos y Rupert se ker: sus empleados. Rupert vacilo, pias disputas discutiendo abiertamente sorpreodió al ver cuán poca confianza detenido por un impulso más poderoso y para mutua satisfacción. Rupert tenía en el su madre. Parecía recou. que su sentimiento del arte. Luego, meditaba en esto mientras escuchaba centrada en sí misma y en los recuer lenta mente, sin saber bien por qué lo el sordo rumor de pisadas en el corre.
dos del hombre que durante más de lacía, colocó la horrenda corona en dor de abajo. No acabaría nunca el treinta años había sido su compañero. lugar preeminente, al lado del ataud. desfile? Americanos y lituanos, rusos Rupert pensó que él no había sido, y polacos, todos habían venido con un después de todo, más que un episodio IV solo objeto: a honrar la memoria del de su amor, como el pajarillo que hombre para quien habían trabajado y pace, crece y se warcha volando: el POR primera vez, durante muchos a quien habían respetado.
amor de sus padres había sido anterior años, la fábrica permaneció silenciosa Los oficios religiosos fueron breves; y había sobrevivido a su advenimiento: un día de trabajo.
y cuando el ministro anuncio su texto: Pero cuando subió a su cuarto, se preEse mismo día casi un millar de em. No alleguéis para vosotros tesoros guntó si su padre habría hablado de pleados desfil6 solemnemente ante el sobre la tierra. a Rupert no le pareél autes de morir.
féretro: Acudieron por su propia vo. ció inadecuado. Todos los incidentes Estuvo largo rato despierto pensando luntad, euibarazados dentro de sus tra. que habían producido en él despego en su padre.
jes domingueros. Un poco después de hacia su padre tornábanse insignifi. la mañana siguiente su madre no las once, comenzaron a llegar, en cantes. Veíalo de una manera nueva, lo llamó, y cuando se despertó era grupos de dos y tres, y luego en par. y según que las firmes modulaciones tarde. Se vistió de prisa y bajó a bus. tidas más numerosas, hasta que al de la voz del ministro subían y se carla en el corredor. Recibía ella en cabo hubo una corriente continua de apagaban, Rupert comenzó a trazarse, ese momento una gran corona de flo hombres que entraban por la pequeña lo mejor que pudo, un esbozo sucinto res envuelta en papel, y, al cerrar la puerta, sacudían los zapatos en el fel. de la vida de su padre. Vió retrospec.
puerta, se volvió a Rúpert. El votó pudo, y con el sombrero en la mano tivamente la dilatada lucha que había que su madre tenía los ojos llorosos. pasaban gravemente ante el féretro del sostenido. La enviaron los obreros de la fá. hombre a quien muchos de ellos cono Mecánico de alguna habilidad, John brica. dijo. Dos de ellos la trajeron. cieron desde su niñez.
Crocker se había abierto paso por Preguntaron si podían venir antes de Arriba, en el aposento de su padre, medio de su esfuerzo sin tregua, su los oficios para ver a tu padre, Les Rupert estaba solo, escuchando el fino sentido común y su honradez a dije que vinieran a cualquier hora sordo rumor de pasos. Recordó que toda prueba, Rupert recordó su conantes del mediodía. Ya sabes que los en todos los veinte años en que su cepto de la lealtad a sus asociados en oficios no son hasta las tres, padre fué superintendente de la firma, los negocios y su justicia imparcial Se quedó como esperando que él no habían ocurrido allí huelgas. Cuan con sus empleados. Peoso en el perdijera algo; y luego, indicando la do había inconvenientes los trabaja durable amor de su padre por una ofrenda de flores preguntó. No po. dores se presentaban fraucamente a sola mujer y comprendió los largos drías tú arreglarla? Tu sabes mucho John Crocker y le exponían sus quejas. años de recio trabajo que precedieron más de eso que yo. Los hombres de Como había sido él mismo un obrero al logro de una posición de importau.
la agencia funeraria vinieron ya y lo y tenía noción cabal de la justicia eje cia en la vida industrial de la comubajaron. Todo está listo en la sala. cutiva, había accedido a veces a sus nidad, y de la responsabilidad que Rupert tomó el paquete y se fué dewaudas. Otras veces las había re. sobrevino con ella. Vista de ese modo, allá. Sorprendiólo la gran cantidad de chazado, y entonces hasta los escri. la vida de su padre no carecía de ruda flores que había. Los parientes y ami.
gos debían haberlas enviado por la mañana; pero eran tantas que no pa.
recía siuo que cada habitante de la ciudad Subiera enviado las suyas. Se DC acercó al féretro y contemplo el cadá.
ver. Largo tiempo permaneció allí, como si hubiera querido imprimirse.
Combata esos primeros síntomas tomando indeleblemente en el alma la imagen de su padre. La fornida quijada. el cuello de toro, el áspero cabello gris eran los mismos que recordaba; solamente que los ojos risueños estaban cerrados y las mejillas, que siempre habíau sido tan rubicundas, estaban Preparados por la abora pálidas. Lo sorprendió la desco.
nocida emoción que surgía de su se, y SAN JOSE BOTICA FRANCESA COSTA RICA trató de desecharla. Por último comenzó a sacar la corona de su envoltorio, QISALVESE DEL TRANCAZO! Bromoquinoides Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica