382 Repertorio Americano EL ATAQUE del Principe, el Hostalrich y el Bar.
LAS CARGAS REPUBLICANAS bastro. Ya los apureños comenzaban a ERAN las nueve de la mañana cuan ceder, se arremolinaban, iban a reple En esos momentos llegaron los Tido. el ejército comenzó a moverse por garse, Comienzo de rechazo. Entonces radores de la Guardia. Mandábalos el el desfiladero. Al llegar al pie de las llegó la Legión Británica.
depodado Heras. Unió a sus tropas colinas que dominan la entrada al de refresco las disponibles del Apure llano, hizo alto. El Libertador se apeo COMO EN WATERLOO y de la Legión Británica y con ellas de su cabalgadura y se subió al cabacargó impetuosamente. Los realistas llete de una choza pajiza. Remigio Los ingleses desfilaron impavidos comenzaron a ceder terreno. Se batían Ramos le acompañaba en calidad de bajo la lluvia de balas. Su serenidad, sin embargo en buen orden replegánpráctico. Por: un rato largo escruto dice Baralt. no parecía de criaturas dose sobre el grueso del ejército y Bolívar con el anteojo él campo ene. racionalego. Cuando quedaron desple buscando el apoyo de la caballería.
migo, las peculiaridades del terreno, gados en formación de combate arro. Mientras tanto, las filas republicanas la disposición de las fuerzas contra. jaron al suelo los morrales, clavaron se engrosaban con el primer escuadrón rias. En los ejércitos contendores rei. su bandera, hincaron la rodilla en del Regimiento de Honor, mandado naba, mientras tanto un silencio so. tierra y rompieron el fuego al grito de por brillante jefe: el Coronel Cornelio lemne.
iviva la America libre! Así se sostu. Muñoz. Páez también estaba allí. Se Terminó Bolívar su inspección y dió vieron contra las cargas redobladas del había puesto a la cabeza de sus hues.
orden de cargar las armas y de reunir enemigo. Firmes, imperterritos, dis tes y peleaba con su ardor de siempre.
los zapadores de todos los cuerpos. En parando continuamente, sin vacilar un Montado en fogoso corcel blanco, vestonces con ellos, con sus cuatro edeca. momento, sin perder una pulgada de tido de gran uniforme, cubierto el nes y con una parte del Estado Mayor terreno. Repetían en el suelo ameri pecho con alamares de oro y en la penetró en el desfiladero. Momentos cano la lección que habían aprendido cabeza el sombrero de gran penacho después se oyeron los primeros tiros. eu Waterloo. El Coronel Farriar, níveo, su hérculea figura se destacaba Era la vanguardia que peleaba con el Jefe del batallón, quedó allí mortal. magnífica entre las de sus valientes Libertador a la cabeza. mente herido; el Mayor Davy, herido; compañeros.
Bolívar abarcó la situación con mi. Minchin, herido; Scott, muerto. Casi Los lanceros de Muñoz son ahora el rada de águila. Comprendió que el toda la oficialidad quedó fuera de cuerpo más fresco. su empuje y ataque de frente por la fragosa senda combate. Cuando ya se habían ago. al de las demás tropas republicanas que seguía era sin duda alguna el tado los cartuchos, se les mando cargar los realistas siguen cediendo. Los Casacrificio, la derrota. Pero se dio cuenta a la bayoneta. Hubo un momento en rabineros españoles quedan envueltos.
al mismo tiempo de que el enemigo que la caballería realista se precipitó Los Húsares de Fernando VII están no esperaba el asalto más que por el sobre ellos a rienda suelta, con im en fuga. Las fuerzas asaltadas ceden camino de San Carlos o por el del Pao. petu espantable. Parecía imposible que definitivamente; abandonan la emi.
En esta situación concibió operación aquellas tropas fogueadas y diezmadas nencia que ocupan y toman nuevas táctica magistral. Dispuso flanquear pavorosamente, resistiesen la feroz posiciones. Entonces Latorre lanzó a Latorre por la vereda intransitada embestida. Minchin ya herido, ha asu. contra los patriotas el grueso de su que terminaba en el bosquecillo de mido el mando. Los ingleses forman caballería. Eran mil llaneros que cochaparros situado al occidente de la el cuadro y continúan inmóviles, ad mandaba Morales. Sus lanzas habían llanura. Atrevido era el movimiento. heridos al suelo como una roca de sido por muchos años el más temible Para llevarlo a cabo era menester un granito. Los realistas caen sobre ellos enemigo de los republicanos. Bajo el jefe de condiciones excepcionales. Bo para romperlos, pero han encontrado mando de Boves y de Yáñez habían lívar lo tenía allí: dió la orden de una muralla de bayonetas y han sido conquistado fama por su fiereza irre.
avanzar al General Páez, el león de recibidos con una postrer descarga. sistible, Eran el terror de la campiña Apure.
Los asaltantes vuelven grupas y en su venezolana. El momento es de ansieLos zapadores comenzaron a abrir retroceso precipitado atropellan a su dad expectante. Pero esos flaneros no una trocha para el paso de la primera propia infantería. El batallón Apure son ya los mismos de antes. Están División. Sobre la entrada de la trocha mientras tanto ha logrado rehacerse, cansados de luchar por la Corona. Es concentraba sus fuegos la artillería gracias a la heroica firmeza de los peran la ocasión de huir, de desertar española. Allí se encontraba Leary. hijos de Albión. Los dos cuerpos o de pasarse a las filas de los que impasible. Al llegar cada cuerpo les siguen ahora peleando juntos en la glo. luchan por la libertad de su suelo daba la consigna. Hileras a la iz riosa camaradería del heroísmo común. natal. No harán el daño que se espera quierda y trote. Así pasaron todas las tropas republicanas. Cada batallón que pasaba pagaba su peaje de muertos y heridos.
SALVESE DEL TRANCAZO!
Páez ejecutó el movimiento de filanqueo con rapidez asombrosa. Latorre comprendió el movimiento y corrió a Combata. esos primeros sintomas tomando cubrir el chaparral por donde venía el asalto. Los españoles dominaban una colina. Los patriotas habían llegado a otra y de allí debían descender al valle atravesando antes un riachuelo por otro desfiladero estrecho y abrupto.
El batallón Bravos de Apure fué el primero en pasar y en trabar combate Preparados por la con los realistas. Allí fué el fuego nu.
tridísimo. La matanza crecía por mo SAN JOSE BOTICA FRANCESA COSTA RICA mentos. Latorre les cargaba de firme con cuatro batallones: El Burgos, el Bromoquinoides Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica