230 Repertorio Americano Uds. cuidaré de sus ropas y de sus de aventuras, si no estaba Pedro, sólo piedras arţancadas de su sitio, que comidas; donde vayan Uds. yo tam. se acompañaba con él.
acompañaban la caída vertiginosa.
bien iré.
Aquel día habían de salir de madru. Después, un golpe seco apenas percepNo resultó desagradable compañía gada, atravesar unos cerros y llegar tible.
la de Mena: era hacendosa y trabaja. en la tarde a los Quillayes, donde les Adiós, Mena dijo sonriendo Radora y parecía quererlos bien a todos. esperaba Pedro, que había preparado món.
Cuando volvían de sus andanzas, ro un asalto a casa de unos ricos avarien. ese fué su epitafio.
gaba que le contasen la aventura. tos.
Nadie miró atrás; siguieron su camiRamón adornábala con todos los deta La mañana era diáfana; y el sol y po sin preocuparse de la muerta.
lles y los demás escuchaban maravilla. el viento acariciaban la tierra. Ade Concluído el sendero malo, se dos. En la relación, cada uno adquiria lante iban Daniel y la Mena; más reunieron los tres.
proporciones gigantescas. Aunque no atrás Juan y Ramón. Los caminos eran. Pobre: Mepa murmuró Danieldecían pada, agradecían al compañero muy malos, pero iqué les importaba! quién hubiera dicho que iba a caer asíl que tan bien sabía narrar sus hazañas. Los cuatro los conocían; además, no Pobre Pedro, dirás contesto. En un gran trabajo, necesitaron de les habían amedrentado nunca los ris Juan. La va a sentir mucho, pero alguien que les avisase la proximidad cos, ni los precipicios. Fueron cami. es hombre y sabe sobrellevar desgra.
del peligro. La Mena que se había nando. Ramón contaba aventuras in cias.
ido aficionando poco a poco al oficio creíbles que gustaban a Mena, quien hay tantas mujeres bien hechas se ofreció. La admitieron, a pesar de a menudo le aplaudía con alegres en la tierra concluyó Ramón.
Juan, quien no creía que pudiera arri. carcajadas. El sendero se estrechaba Al atardecer, llegaron a los Quillabarse a pada bueno donde se acepta y apenas si cabía una sola persona; yes, Po salió a su encuentro. To.
ban mujeres. Pero resulto; bajaba abajo, un gran precipicio; arriba, el dos tenían el aire triste y dolorido.
cerros y saltaba pircas casi con la mis monte cortado a pico y serpenteando Daniel habló el primero y con voz ma facilidad que ellos, gustaba de sus entre ambos el camino angosto y falsos temblorosa por la emoción, contó la ejercicios y no conocía el miedo. Des. En un momento, Daniel miró hacia calda de la hermana y cómo todos hade entonces, fué la habitual compafle atrás y encontró clavadas en él las mi. bían tratado de salvarla.
ra de sus correrías.
radas de Juan y Ramón. Se adelantó Ha muerto dijo Juan y estas De estas cosas, Pedro era el único un poco y caminando lentamente si. cosas no tienen remedio, pero nossatisfecho; los demás no podían acos. guió conversando con Mena que iba a otros te consolaremos y trataremos tumbrarse a que una extraña presen. su zaga. Quedamente, Juan se apre de distraerte.
ciara sus intimidades y que los tratase suró y antes que Mena lo sintiera, de Pedro no contesto. Oía al principio como a iguales. Les parecía que Pedro un fuerte empujón la echó a rodar. con semblante espantado y a hurtadi.
no tenía con ellos la misma antigua Ni un grito, ni un gemido; algunas llas pasaba el reverso de la mano por confianza. Cada vez que los dejaba sus ojos.
para retirarse con la Mena, los demás iPobre Mena!
quedaban hoscos apesadumbrados.
ROGAMOS Los demás lo rodearon, tratando ca.
Falta no hacía, era una intrusa en su a los suscritores de provincias que nos da cual de mitigar a su modo el dolor compañía. qué se había venido a Indiquen el cambio de residencla en estos del compañero. El los escuchaba si.
meter con ellos?
meses de verano. Con ello nos ahorran lencioso, cabizbajo. Al fin, habló. Una vez, habían salido Pedro y Me.
muchos nomeros que, extraviados, suelen iAhl si po fuera por Uds. qué perderse. Tiempo y dinero y reclamos fu18. Daniel, Juan y Ramón estaban en turos nos aborren con la atención que les triste se me habría hecho la vida!
lo alto de un cerro, sesteando.
pedimos. los cuatro sintieron que una gran Juan fué el primero que hablo. paz y una gran amistad volvía de Siempre habrán de ser las muje.
nuevo a ligarles para siempre.
res las que meten cizaña entre los Lea el REPERTORIO y recohombres. Por esta intrusa no somos miéndelo a sus amigos. Del tomo La lámpara maravillosı. Santiago de Chile 1921. ya los cuatro los mismos de antes.
Aunque era la primera vez que al.
guien hablaba así de ella. Juan estaba Quien se refiere a una emseguro que, sus compañeros pensaban habla de la presa en su género, como él. Alguna vez había de desahosingular en gar su corazón!
Su larga experiencia la coloca al nivel de las fábricas análogas más adelantadas No hay para que quejarse repuso del mundo.
Daniel con las palabras no se llega a Posee una planta completa: más de cuatro manzanas ocupa, en las que caben nada. se tendió boca arriba, miran.
todas sus dependencias: do el sol.
CERVECERÍA, REFRESQUERÍA, OFICINAS, PLAN Las palabras sonrió el menorTA ELÉCTRICA, TALLER MECÁNICO, ESTABLO.
sco armas de mujeres; los hombres las Ha invertido una suma enorme en ENVASES, QUE PRESTA ABSOLUTAMENTE GRATIS SUS CLIENTES.
despreciamos, no hablaron más aquella tarde.
FABRICA Pasó el tiempo. Mena no confiaba CERVEZAS ger Ale, Crema, Granadina, Kola, mucho en ellos, porque, como mujer, Estrella, Lager, Selecta, Doble, Pilsener Chan, Fresa, Durazno Pera.
era zahorí y a veces presentía malig y Sencilla.
SIROPES nidad y rencor en los ojos de los tres.
REFRESCOS Goma, Limón, Naranja, Durazno, Menta, Sin embargo, no tenía razón: ninguno Kola, Zarza, Limonada, Naranjada, Gin Frambuesa, etc. dejó escapar jamás ante ella una pala.
Prepara también agua gaseosa de superiores condiciones digestivas, bra cruel, porque habría sido herir a Tiene como especialidad para fiestas sociales la KOLA DOBLE EFERVESCENTE Pedro y no hay que olvidarse que los y como reconstituyente, la MALTA.
cuatro eran hermanos. Daniel, callado SAN JOSE COSTA RICA siempre, era el que le habia sabido inspirar más confianza; cuando salían CERVECERIA TRAUBE. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica