368 440 Repertorio Americano.
Resuelto Bolívar a caer desde San drón Sagrado, cuerpo montado de del Rifles, el cuerpo mejor disciplipado Carlos sobre su adversario fortificado. oficiales de reserva, a cuya cabeza de Colombia; Hermenegildo Múgica, en Carabobo, no tenía otra alternativa estaba el fogoso Aramendi.
Planero indomable, impávido en el que la de forzar la entrada al llano La tercera división era la de reserva, peligro. temible en el acometer; Cor.
por medio de una ofensiva resuelta. Estaba a las órdenes del bizarro Am. nelio Muñoz, Comandante del EscuaLatorre ocupaba posiciones desde las brosio Plaza, rival de Cedeño por el drón de honor de Páez, y a quien cuales domioaba los dos desfiladeros denuedo inverosímil; su compañero Bolívar llamó «el valienten; Antonio que permitían el acceso a la llanura. en la inmortalidad sucumbiendo junto Rangel, de quien dijo el Libertador Sus destacamentos de observación con él en el campo del honor. En esta que «como siempre, hizo prodigios. avanzaban hasta el pueblo de Tina división se hallaban los batallones Juan Gómez, que mostraba en su quillo, situado sobre el camino real de Granaderos de la Guardia, Rifles, lanza tinta en sangre, los estragos San Carlos, de manera que el jefe es. Anzoátegui, Vencedor y un cuerpo de que hacían en las filas enemigas; Car.
pañol estaba en capacidad de conocer caballería.
los Diego Minchin, irlandés valeroso con ventajosa anticipación los. movi qué constelación de jefes y oficia que desde la verde Erin había venido mientos de Bolívar. Era menester des les, la que Bolívar agrupaba en torno a luchar por la libertad de Colombia; truir aquella fuente de información. de sí, como digno cortejo de su gran Pedro León Torres, Comandante del El Libertador dió el encargo a Lau deza! Además de Páez, de Cedeño y batallón Bravos de Apure, que llegó a rencio Silva, el húsar de la lanza de Plaza, los tres astros de Carabobo, contar en su hoja de servicios cuareninvicta. Silva ejecuta entonces proeza estaban allí Laurencio Silva, Hércules ta acciones de guerra; Manuel Manridigoa de su fama. Avanza sobre Tina por la fuerza, Ayax por el impetu que, que dos años después de Caraquillo; sorprende la descubierta espa guerrero, cuyo corcel volaba como el bobo remataba el triunfo en Puerto ñola; cae sobre ella con el ímpetu de huracán y cuya lanza hería como el Cabello y desde allí enviaba como troun alud; da muerte a su comandante rayo; Juan José Rondón, que en el feo al Vicepresidente Santander las y a cuatro jinetes más; otros quedan campo glorioso de Boyacá, cuando llaves del Castillo de San Carlos; Cruz beridos; los demás, sobrecogidos de la victoria estaba aún indecisa, había Paredes, que había recogido laureles pavor ante aquel ataque repentino y dicho. Mal puede ganarse la batalla en el suelo venezolano como los recomortífero, quedan prisioneros. Uno cuando yo todavía no he cargados. gió después idmarcesibles en los cam.
solo de los exploradores pudo regresar Bartolomé Salom, tan meritorio como pos de Quito y, del Perú; Juan José fugitivo a su campamento. El efecto modesto, tan justo como valiente, tan Flores, más tarde General y Presidente moral de esta escaramuza fué tan severo en el mandar como cumplido de la República del Ecuador; Daniel grande, que Latorre, incurrió en el en el obedecer; Juan Farriar, el inglés Florencio Leary, militar insigne, error inexplicable de evacuar el cerro imperturbable y sereno, firme ante la escritor talentoso y ameno, a quien la de Buenavista, desde donde dominaba pujanza enemiga cual roble enhiesto Historia Americana debe el servicio el desfiladero que conducía a Cara ante la furia del vendabal; Juan Me inapreciable de sus Memorias. estabobo. Se replegó sobre las pequeñas llado, héroe de los más crudos com ban también allí Briceño Méndez, el colipas que cerraban el camino más al bates, que ponía su punto de honra en brillante Secretario del Libertador; Norte: que nadie marchase delante de él en sus lucidos Edecanes Ibarra, Ibáñez, La situación del ejército republicano el ataque; Lucas Carvajal, batallador Umaña; el guerrillero Remigio Ra.
mejoró sensiblemente.
insigne a quien más tarde cupo la mos; los briosos comandantes Cala y honra de ser el primero en dar a Bolí Arguindegui, y en fin, Emigdio Bri.
LOS PALADINES var el parte del triunfo de Junín; ceño, Vicente Piñeres, Ramón AceveFrancisco Aramendi, que había com do y Enrique Weir, que llegaron toEL 23 de junio el ejército de Bolívar partido con Páez la gloria de sus más dos a ser Generales. Una pléyade estaba acampado en la sabana de Ti altas proezas; Rafael de las Heras, imponente de héroes. Nombrarlos a paquillo. Era la fior y pata de los veterano impetuoso que venía gue. todos sería prolijo. Relatar sus méribravos de Colombia: veteranos grana. rreando desde los comienzos de la tos, imposible.
dipos, llaveros venezolanos, volunta: revolución; Juan Uslar, hidalgo hano. Qué hombres y qué tiempos! Cuanrios ingleses, oficiales de primer orden, veriado, antiguo oficial de Wellington do mi mente los evoca en conjunto, jefes que eran la encarnación de las que había hecho con él la campaña de paréceme contemplar un Valhalla es.
glorias patrias.
la Península y había peleado en Wa plendoroso, donde Odín y Thor, rei. Tres divisiones de infantería y di terloo; Eduardo Brand, ascendido por pando en la bélica hermosura de las versos cuerpos de caballería compo el Libertador sobre el campo de Cara Valkyrias, agasajan como a hijos pre.
vían el Ejército. Formaban la primera bobo por actos sobresalientes de bra. dilectos a los bravos guerreros de la el batallón Bravos de Apure, la Legión vura y de pericia; Ignacio Pulido, que emancipación colombiana.
Británica y mil quinientos jinetes dis comandaba el batallón Vencedor y Artribuídos en ocho escuadrones. Man turo Sandes, que estaba a la cabeza (Siguiri. daba estas fuerzas Páez, el Aquiles americano, el héroe de los combates fabulosos y las hazañas legendarias que VISITE USTED.
sólo han menester la pátida de los siglos para asumir ante la humanidad las proporciones gigantescas de los personajes de la Ilíada.
La segunda división estaba bajo el mando del benemérito Manuel Cedeño, DE ENRIQUE GOMEZ centauro de la escuela de Páez, pun.
donoroso basta el extremo, arrojado 100 varas al Sur del Templo de la Música hasta la temeridad, cortejador de la muerte después de la victoria. Sus batallones eran el Tiradores, el BoyaSAN JOSE DE COSTA RICA.
cá y el Vargas. Tenía además el Escua.
La Carpintería, Ebanistería, Fábrica de marcos y repisas Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica