106 234 Repertorio Americano Hay luego un Teatro Nacional que falco tristemente envuelto en paños Fué la primera el zopilote, una especie diz lo superan solamente los de París, negros en que permaneció el ataúd de buitre, que rivaliza con los pobres Milán y Buenos Aires. Mientras estuve durante la ceremonia. Había ipoume. en lo de estar siempre a la expectaallá la Compañía Serrador Marí de la rables cirios y fores, pajecillos con tiva. Es una ave fea, de aspecto sin Habapa daba funciones, de preferen sombreros de pelo fracs, sacerdotes gracia y desagradable. Tal vez esto se cia comedias nuevas de Benavente y en suntuosos revestidos, y linda música deba a que es una ave de los basureros.
los Quintero. Valía la pena verlas. de órgano y cantos. Como el difunto De todos modos, me molestaba ver Siempre me pareció muy singular ver había sido miembro del Congreso, etc. hacia fuera hallarme con un zopilote en el teatro, ocupada la platea por etc. asistieron al funeral muchos di. o zopilotes, encaramados en un techo hombres tan sólo, que en los entreac plomáticos extranjeros. Por completo vecino, tal vez para bajarse al patio, tos se levantan por unánime consenti fué una solemne cuestión de estado. en busca de desperdicios o algo que miento y salen en fila a tomar refrescos.
En la zona que rodea a San José el comer. La otra característica con que También los de los palcos nos salimos. café es la principal fuente de riqueza, no pude reconciliarme fué una perso.
Lo que vi era digoo de verse: en el bo gracias a los españoles que introduje. pal, muy personal: las pulgas. Que no nito corredor no puedo recordar su ron la planta de la Habana en 1796. se ofendieron porque no las quería; al nombre los hombres en pie y recosta Dos cosas quise mucho ver: un cafetal contrario, se manifestaron especial.
dos a los muros, observaban a las niñas en flor y uno listo para cosecharlo. mente inclinadas hacia mí, todo el lindamente trajeadas que se paseaban Pienso que sólo esos maravillosos huer tiempo, en todas partes. No dejaron de un extremo al otro.
tos de almendro florecidos en Califor de pegárseme una o dos cuando iba al ¿Cines? Para todos los gustos. En nia pueden compararse a un cafetal teatro, en donde tenía que soportar su mayoría, provienen las películas de cuando todos los arbustos 00 son sus brincos y sus piquetes durante los Estados Unidos, arregladas en in árboles. extienden sus ramas frondo. toda la función.
glés y español a un tiempo, y los di.
sas cubiertas de blancos jazmines de Ahora, cuando recuerdo mis vacaversos teatros siempre están llenos. El fragancia delicada.
ciones en aquella tierra de perpetua auditorio con toda libertad aprueba o La zona atlántica tiene también sus primavera, lindos escenarios por dodesaprueba las escenas que pasan.
riquezas propias, la principal entre quiera y vida relativamente barata, Recuerdo que en The Heart of Huma.
ellas el bavano. Cuando me embarqué pagaba 100 colones al mes por comida nity, el villano fué muy escarnecido.
en el Cartago, de vuelta a los Estados y cuarto, que al cambio del día eran La orquesta también toca a instancias Unidos y, a mi trabajo, ese buque se 30 34 dólares. San José me parece del auditorio.
encaminó en otra dirección a cargar el más deseable lugar salvo España En el Museo Nacional halla el turista bananos. En Almirante estaban listos para vacaciones de un maestro pornumerosas e interesantes colecciones.
30, 000 racimos, acomodados en largas teamericano de español.
Goce mucho con la gran variedad de filas de carros. UNIVERSIDAD DE Texas.
pájaros disecados y con las antigüedades, alfarería de varias clases prioci. racterística; no, dos, de Costa Rica.
Nunca pude convenir con una ca(Trad. de Hispania, mayo 1921.
Stanford University, California. palmente, excavadas de las antiguas tumbas indígenas. De los pájaros había un bopito ejemplar de quetzal, oriundo del país, creo. Se me dijo como cons.
truye el nido y en él se aloja, entrando siempre por un lado y saliendo por el otro, de modo que no se ajen las bonitas POR MIGUEL DE UNAMUNO plumas de la cola. En el observatorio hablaros de la reciente novela de una fórmula parecida al hablar de la mógrafo los temblores.
Pérez de Ayala «La pata de la ciencia jesuítica. Desde luego manten.
En mi país a veces hallé difícil ir los raposav os decía que si un jesuíta in. dría yo lo de riqueza, pues lo de las domingos por la mañana a coger la teligente y los hay muchísimos me. fabulosas de la Compañía de Jesús me lección bíblica de las diez. Pero en nos que se cree leyese aquello de que parece otra de las leyendas que sus San José a menudo me dieron las ocho educan ellos de tal modo que le hacen adversarios forjan y ellos usufructúan.
en la misa de tropa, en la Catedral, a up tormento la vida al que deja de Cuando yo era niño se decía que los donde llegaba a tiempo de situarme en creer, se sooreiría mefistofélicamente, cafés suizos, desparramados por toda un asiento extremo de la nave central considerando que ése es precisamente España, eran de los jesuítas y hoy no en la que se colocaba una compañía de el triunfo de su sistema.
es raro oir que es de ellos la Compañía soldados con sus rifles y bayonetas. Acaso no faltase lector de mis artícu Trasatlántica. Bienaventurados los Un domingo pude ver que uno de los, los que al leer lo de que hay muchos pobres de espíritu!
soldados, un simple muchacho como menos jesuítas inteligentes que lo que Otra de las leyendas es la de que 110 otros muchos de ellos, le indicaba a un se cree torciera el gesto, porque es ya se admite en la Compañía si no al que compañero que yo tenía una biladilla un lugar comúo entre ciertas personas tenga talento para algo. a esto no de oro en mi vestido. Me miró enton lo de la inteligencia jesuítica. Creo, hay sino recordar aquel graciosísimo ces con amable sonrisa, y me imagino sin embargo, que no hay institución cuento que en uno de sus amepos libros que querría cambiar sus vestidos de alguna humana que haya vivido más nos narra el inimitable narrador peruaalgodón recién lavados por un unifor de leyenda que la Compañía de Jesús, no don Ricardo Palma y es de cuando me con biladillas.
y de una leyenda que le han otorgado preguntando un visitante de un colegio Alguna vez recibí la invitación, tris. sus adversarios así como ellos, los de jesuítas al rector del mismo de qué temente orlada de crespón negro o algo jesuítas, ban forjado a su vez lo más servía un cierto novicio que le pareció parecido a crespón, en que se invitaba de la leyenda masónica.
bastante bruto, el rector le contestó a mi familia al más acabado funeral de De riqueza y santidad la mitad de que era, en efecto, el tal novicio torpí.
la temporada en San José. Asistí. Fué la mitad» suele decirse, y un agudo y simo, pero que ellos no es que vo una ceremonia considerable. Una al malicioso ex jesuíta, don Miguel Mir, admitieran al que no tuviese talento fombra de terciopelo iba desde la puerta en aquel librito que bajo anónimo principal de la Catedral hasta el cata escribió sobre la Compañía, emplea (1) Véase el RRPERTORIO anterior.
La educación jesuítica. de este Museo vi como registra el seis. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica